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Santo Tomás de Aquino Santo Tomás de Aquino 

Semeraro: Santo Tomás de Aquino, o bien "la contemplación del estudio"

En su papel de enviado especial del Papa, el cardenal prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos presidió la misa en la abadía de Fossanova en el día en que, hace 700 años, fue proclamado santo el autor de la "Summa", a quien Francisco dedicó recientemente una carta

Alessandro De Carolis - Ciudad del Vaticano

Le habían llamado, entre el afecto y la ironía, "el buey de Sicilia" por ese aire aparentemente poco propenso a la conversación, hombre de silencios tan amplios como su doctrina y con la mente sistemáticamente perdida quién sabe dónde. De joven, uno de sus maestros le había defendido de ese lema, diciendo que un día el buey bramaría y se le oiría hasta los confines de la tierra. Así ocurrió con Tomás de Aquino, una de las mayores inteligencias teológicas de la historia de la Iglesia, a quien justo el 18 de julio de hace 700 años Juan XXII proclamó santo con la bula Redemptionem misit.

El "maestro interior”

Un maestro, sin duda. Pero, ¿de qué manera ejerció su ciencia? Se lo preguntó el cardenal Marcello Semeraro, quien este 18 de julio recordó a Santo Tomás en la abadía de Fossanova, el lugar que acompañó los últimos días de vida del Doctor Angelicus, fallecido en 1274. En la misa por el séptimo centenario de su canonización, el Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos reflexionó en su homilía sobre una peculiaridad de Santo Tomás de Aquino, el hecho de que todo lo que estudiaba lo contemplaba constantemente "con una fe ardiente”. Por tanto, no una sabiduría que presumía de sí misma en un mero alarde intelectual, sino la profunda humildad de un maestro que no daba un paso en sus estudios sin antes escuchar al "Maestro interior", el Espíritu Santo, la luz que prepara "los corazones para recibir la doctrina de la verdad".

 

Silencio absoluto

"Estudio y contemplación, pues: no dos operaciones separadas, sino -observó el cardenal Semeraro- un único acto en el que convergen inteligencia y amor. Es el “Itinerarium in Deum" del que "santo Tomás es un caso emblemático”. Por eso, en su búsqueda constante de la contemplación de Dios -y a pesar de la profundidad teológica de unas páginas todavía hoy insuperables- el futuro Doctor de la Iglesia, recordó el Cardenal Prefecto, llegó a decir al final de sus días: "Todo lo que he escrito ahora no me parece más que paja”. No se trataba tanto de "agotamiento físico e incluso psicológico", objetó el cardenal Semeraro, que citó más bien como explicación de aquellos largos silencios del fraile dominico la respuesta de Antonin-Dalmace Sertillanges, uno de los más grandes tomistas modernos: "Cuando se ha logrado fácilmente lo difícil, entonces se mira lo imposible, de modo que, para nosotros los hombres, el silencio es la más alta condensación de la ciencia".

La carta del Papa

El pasado 29 de junio, en una carta a los obispos de Latina, Sora y Frosinone con motivo del tricentenario de santo Tomás de Aquino -el 700 aniversario de su canonización, el 750 aniversario de su muerte y el 800 aniversario de su nacimiento-, el Papa Francisco les había invitado a ponerse en la escuela del Doctor Angelicus, definido como un "recurso" y “un bien precioso para la Iglesia".

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19 julio 2023, 12:21