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Estudio 9

Estudio 9: La labor de los capellanes en los hospitales

¿Sabes cómo es el día a día de un sacerdote que trabaja en un centro sanitario? ¿Cómo se solicita su asistencia? ¿Cómo acompaña a las personas en la fase final de la vida? Conocemos los detalles con Don Jesús Robles De Castro, capellán del Hospital Universitario de Toledo, en España.

Mireia Bonilla y Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano

Don Jesús Robles De Castro es sacerdote español, de la Archidiócesis de Toledo, y lleva 14 años como capellán en el Hospital Universitario de dicha ciudad. Asimismo, desde hace 23 años integra la Federación Española de Hospitalidades de Nuestra Señora de Lourdes. Esta institución nace con la finalidad de coordinar y facilitar las peregrinaciones diocesanas a Lourdes y difundir el mensaje de Lourdes en la Iglesia y la sociedad.

El presbítero ha viajado a Roma acompañado de unos 60 representantes de la organización y se han encontrado con el Santo Padre al final de la Audiencia General de este miércoles 24 de mayo. “Un momento muy entrañable”, cuenta en nuestro programa Estudio 9. Con una sonrisa, el Papa les dijo: “Muy bien, me alegro de ver a gente con peineta”, o sea, un peine convexo que usan las mujeres por adorno o para asegurar el peinado.


Queremos al Papa y a la Iglesia

“Hemos venido a decir que queremos al Papa, que queremos a la Iglesia”, asegura Robles, y explica que una Hospitalidad está siempre regida por el obispo y el consiliario nacional está nombrado por el obispo. En el encuentro, obsequiaron una réplica de la imagen de la Virgen de Lourdes y un pin distintivo de la federación.

El Papa les agradeció el trabajo que realizan y los animó a seguir adelante. El sacerdote remarca que, en las Hospitalidades, todo lo hacen generosamente. En las peregrinaciones, por ejemplo, cada persona paga su viaje y dedica su tiempo para acompañar a los enfermos, ayudarlos a limpiarse, escucharlos, apoyarlos en situaciones muy difíciles.

¿Cómo es un día en la vida de un capellán de hospital?

“La gente nos reclama muchísimo”, subraya el también consiliario nacional de las Hospitalidades. Cada mañana, a las 7:30, abren la capilla y celebran la primera santa misa de la jornada, que cuenta con una media de entre 25 y 30 asistentes: sacerdotes, empleados del hospital, y otros más. Al acabar, el Padre Robles toma a Jesús Eucaristía y recorre todas las plantas para distribuir la sagrada comunión, que es recibido por aproximadamente unos 30-40 internos. Para organizar el suministro del sacramento, poseen una hoja con los nombres de los enfermos interesados en comulgar.

Si bien otros no quieren comulgar, sí desean tener la visita, para dialogar con el sacerdote. El capellán tiene un busca (teléfono) donde lo contactan indicándole la habitación en la que lo requieren y luego él se dirige hacia ella. Y no solamente va por los pasillos y las habitaciones para encontrarse con los enfermos, sino que, visto que es “un pueblo grande”, dice, también saluda al celador, el auxiliar, el médico y se detiene a conversar con ellos. “Al verte, te paran, quieren resolver un problema, charlar…”, añade.

A la tarde tienen otra celebración de la eucaristía y después continúa el recorrido por el hospital, siempre disponible a los llamados que recibe para reaccionar con tempestividad a las necesidades.

Escuchar con delicadeza y cariño

El capellán español confiesa haber vivido muchas historias esperanzadoras ejerciendo este ministerio. Ante los medios vaticanos, resalta la paz que sienten quienes están hospitalizados cuando el sacerdote se les acerca, les presta un oído y, sobre todo, el don más preciado: el tiempo.

Según el testimonio de Don Jesús, tantos necesitan conversar para ponerse en paz con Dios y quitarse el miedo cuando se avecina el final de su vida. Muchos no son creyentes y quieren desahogarse. Por este motivo, el sacerdote hispánico remarca la importancia de la escucha con delicadeza, cariño y respeto por cada uno. “Hay personas de otras religiones, saludamos, nos preguntan y se detienen a hablar contigo”, agrega.

Otro fenómeno interesante apuntado por el sacerdote es la importancia de la religiosidad popular en el vínculo con las personas. Hay muchos que admiten no asistir a la eucaristía, pero sentir una fuerte conexión con “el Cristo de su pueblo” o “con la Virgen de su pueblo”.

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26 mayo 2023, 15:28