Vaticano, nueva investigación por "asociación ilícita". Becciu involucrado

Salvatore Cernuzio - Ciudad del Vaticano

La grabación de una llamada telefónica entre el cardenal Angelo Becciu y el papa Francisco fue difundida hoy en la sala polivalente de los Museos Vaticanos, durante la trigésima séptima audiencia de recaudación de fondos de la Santa Sede. Los presentes -que habían acudido al interrogatorio del 'testigo clave', monseñor Alberto Perlasca- escucharon el audio completo en el que el cardenal pedía al Papa, diez días después de su renuncia a Gemelli y tres días antes del inicio del juicio, que confirmara que fue él quien autorizó los pagos a la gestora Cecilia Marogna para la liberación de una monja colombiana secuestrada en Malí.

La llamada, de más de cinco minutos de duración, había tenido lugar el 24 de julio de 2021, a las 14.55 horas, en el piso del cardenal en la Piazza del Sant'Uffizio, en directo y grabada por la pariente de Becciu, Maria Luisa Zambrano, en presencia de un hombre no identificado. El "hallazgo", tal y como lo presentó el promotor de Justicia Alessandro Diddi, fue encontrado en el teléfono de Zambrano por la Guardia di Finanza de Oristani, en el marco de una investigación de la Fiscalía de Sassari sobre la gestión de la Cooperativa Spes, dirigida por el hermano de Becciu, Tonino, y la familia del cardenal.

Nueva investigación

La documentación fue transmitida por comisión rogatoria a la Oficina del Promotor de Justicia e ilustrada hoy en el tribunal por Diddi, quien explicó que este y otros materiales han desencadenado ahora una nueva investigación en el Vaticano por "asociación delictiva", que también implica al cardenal Becciu.

La investigación de la Fiscalía de Sassari

Todavía Diddi, enumerando los documentos surgidos de la rogatoria de Sassari, informó de las declaraciones del obispo emérito de Ozieri, monseñor Sergio Pintor, fallecido en 2020, sobre las relaciones con la familia Becciu que, según él, gestionaba Cáritas "a nivel familiar", con trazas de "fuerte intromisión en las actividades pastorales". También se habló de 927 documentos para el transporte de 18 mil kilos de pan producidos por Spes para ser entregados parroquia por parroquia, para justificar las sumas pagadas por la diócesis a la cooperativa. Sin embargo, los documentos parecen haber sido "falsificados".

Interrogatorio de Perlasca

La presentación de nuevos documentos aplazó el esperado interrogatorio de Monseñor Perlasca, ex jefe de la Oficina Administrativa de la Secretaría de Estado, durante una hora y media. Comenzó a las 11.15 horas y terminó a las 17.45 horas. Seis horas en las que el monseñor de Como tocó todos los puntos fundamentales del proceso: desde la venta del Palacio en Londres, hasta los pagos a Marogna y a Cáritas en Ozieri, desde las relaciones con Torzi y Mincione hasta la naturaleza de las inversiones realizadas por la Secretaría de Estado. Inversiones que aseguró no haber podido autorizar nunca. "En la oficina me coordinaba como primus inter pares. No tenía poder de decisión, ni siquiera el Ior reconocía mi firma. Expresé una opinión en el orden de la ayuda y no de la sustitución de la responsabilidad, que es el papel y el salario del superior". Las actividades financieras estaban "totalmente en manos" de Fabrizio Tirabassi (acusado): "Intenté por todos los medios que fuera sustituido. No me gustaba mucho. Luego hay que correr con los caballos que uno tiene".

Relaciones con Mincione y la Oficina del Auditor General

Perlasca relató que "tras el batacazo de 2008 y 2011" se había decidido hacer "inversiones más estables" y abrirse "al sector inmobiliario".  La operación del London Palace en Sloane Avenue era una de ellas y había sido propuesta por el financiero Raffaele Mincione. El Secretario de Estado invirtió en su fondo Gof, pero recomendó evitar la "especulación". Sin embargo, Mincione "hacía lo que quería, a menudo le tirábamos de las orejas". Financió sus actividades con nuestra parte de liquidez. Estábamos catorce perdiendo dinero", dijo Perlasca, volviéndose varias veces hacia el propio Mincione, sentado en la última fila. En el verano de 2018, la Santa Sede dijo basta y decidió abandonar el Gof: 'La fe es infinita, la paciencia limitada'. 

¿Influyeron también las conclusiones de la Oficina del Auditor General en esta decisión? "En absoluto", respondió Monseñor. La Oficina, que estaba dando sus primeros pasos en ese momento, "era desgarbada en su forma de intervenir... Estos señores se lanzaron de cabeza a una realidad que no conocían. Habían querido poner gasolina en un motor diésel".

La reunión de Londres de 2018

A continuación, se dio mucho espacio a la reunión celebrada en Londres del 20 al 23 de noviembre de 2018, al final de la cual se firmaron los dos acuerdos que establecieron la transferencia de Gianluigi Torzi (acusado) al Fondo Gut. En realidad, esto no debía ser así. "Fue una reunión técnica, no de toma de decisiones. Debían aportar la propiedad plena e inmediata de la finca. Nadie estaba psicológicamente preparado para irse, era simplemente una reunión s-t-u-d-i-o', dijo Perlasca, explicando que no fue 'porque más que el tapiz no podría haber hecho'.

'Envié a Tirabassi y Craso como expertos de confianza de la casa con el mandato de traer una propuesta que pudiera ser evaluada por los superiores'. Es decir, del suplente, en ese momento ya arzobispo Edgar Peña Parra. "No es que fuera una reunión de carbonarios, era gente técnica que iba a Londres a plena luz del día para tener una reunión cuyas conclusiones se llevarían, analizarían, descifrarían en casa". En cambio, tras unos días "agitados", volvieron con un acuerdo marco. Perlasca afirmó que había insistido varias veces para que se demorara y participaran otros expertos. Pero Tirabassi 'en el teléfono dijo que tenemos que concluir, perdemos dinero, nos dan una oportunidad en bandeja de plata, mira que, mira que arriba, mira que abajo. Me dije: "si los técnicos dicen que todo está bien, todo está bien".

Las mil acciones de Torzi

El acuerdo alcanzado en Londres incluía las mil acciones con derecho a voto que daban a Torzi el control total del Palacio. Fue Gianluca Dal Fabbro, una persona que frecuentaba la Secretaría de Estado, quien hizo que el jefe de la Oficina Administrativa se diera cuenta del "defecto" del acuerdo. "Me dijo: salir de esa cosa te costará mucho dinero. En ese momento el escenario cayó trágicamente sobre el desastre que había ocurrido. Dal Fabbro me explicó por primera vez la diferencia entre nuestras 30.000 acciones que contaban tanto como los 2 de los clubes y las 1.000 acciones. Me aniquilé, me di la vuelta y le dije a Tirabassi: ¿te das cuenta de lo que has hecho? Tuvo el buen gusto de callarse".

Fraude

Perlasca decidió denunciar a Torzi: "'¡Esto es una estafa!', le dije a todo el mundo, pero la mayoría fue a pagar o a regatear. Me dijeron: a partir de ahora no te molestes más con la operación. Tirabassi se adelantó. Te digo una cosa: estoy encantado". Sin embargo, Perlasca reveló que sintió "tristeza y rabia interior" cuando, "por terceros", supo que la Santa Sede había pagado a Torzi.

El pago a Marogna

Más de una hora del interrogatorio de monseñor se dedicó a sus relaciones con el cardenal Becciu, recientemente condenado por el Tribunal de Como a pagar una indemnización al propio Perlasca y a su amiga Genoveffa Ciferri. Se pidió a Perlasca que rindiera cuentas de los pagos enviados a Cecilia Marogna, la gestora de Cagliari que había actuado como intermediaria con su empresa en Eslovenia para la liberación de la monja colombiana. "Me pidieron que hiciera pagos a 'un gancho'. No sabía si era un hombre o una mujer. El rescate y el chantaje nunca se pagan, pero sin embargo, dije: "De acuerdo, haré la operación". Si el superior dice, tú escuchas. Si no lo dice, no lo preguntas, tienes que saberlo. Es nuestra escuela".

"Cecilia Zulema"

Del interrogatorio del 29 de abril de 2020 Perlasca dijo que se enteró "por primera vez que esta mujer había gastado en bienes de lujo.... Fui al piso del cardenal y le dije: "¿pero te engañó?". Becciu respondió: "si es verdad, la llamaré por teléfono para decirle que tiene que devolverlo". Todavía en Marogna, Perlasca explicó que había llegado a la Secretaría de Estado una carta firmada por una tal Cecilia Zulema que "se presentaba como agente de la DIS y pedía una contribución para una misión en Libia". La nota fue entregada al entonces Consejo Pontificio Cor Unum: "Cuando en el interrogatorio escuché a Cecilia Marogna me caí de las nubes, lo último que pensé es que eran la misma persona".

La conversación con Cantoni

Una vez más, Perlasca respondió a la pregunta de si se había pedido al actual cardenal Oscar Cantoni, obispo de Como, "que dijera cosas diferentes a la autoridad judicial". Lo que para los investigadores equivale a un delito de soborno. "Mi obispo me dijo que Becciu había telefoneado para decir que debía retirar lo que había dicho, pues de lo contrario me habrían caído seis meses de cárcel. He nombrado la operación y la he señalado".

Cena en Roma

El monseñor también recordó la cena de septiembre de 2020 con Becciu en un restaurante de Roma: "Le invité para saber qué hacía por mí. Es decir, si, tal y como pedía, Becciu intercedía ante el Papa para rehabilitarlo. "Me habló de una comisión cardenalicia fantasma que iba a llevar el caso extrajudicialmente. También pregunté: ¿pero esta monja ha sido liberada? Es algo muy largo, tardará entre 3 y 4 años". Comprendí que se estaba burlando de mí. Lo que él no entendía es que yo ya no estaba pendiente de cada una de sus palabras, ya me había distanciado de una relación de dedicación y entrega durante 11 años. Y él, para expresar su bondad hacia mí, me denunció a Como'.

El interrogatorio de Perlasca continuará mañana.