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El cardenal Luis Antonio Gokim Tagle El cardenal Luis Antonio Gokim Tagle 

Tagle: Decisión para preservar la sucesión apostólica para los católicos chinos

El cardenal Luis Antonio Gokim Tagle, afirma que el Acuerdo busca garantizar que los obispos católicos chinos puedan ejercer su ministerio en plena comunión con el Papa, salvaguardando la vida sacramental de la Iglesia católica en China.

Gianni Valente

"El motivo de todo es salvaguardar la válida sucesión apostólica y la naturaleza sacramental de la Iglesia católica en China", con el deseo de "tranquilizar, consolar y alegrar" a los católicos chinos. El cardenal Luis Antonio Gokim Tagle utiliza tonos tranquilos y palabras calibradas para reiterar lo que mueve a la Santa Sede a prorrogar junto al gobierno de Pekín por otros dos años la vigencia del Acuerdo Provisional sobre el Nombramiento de Obispos Chinos firmado en septiembre de 2018 y ya renovado una primera vez el 22 de octubre de hace dos años.

"Se trata de un tema específico", dice, "que toca un punto neurálgico en la vida de la comunidad católica en China. En ese país, los acontecimientos históricos han provocado dolorosas laceraciones en el seno de la Iglesia, hasta el punto de arrojar una sombra de sospecha sobre la propia vida sacramental. Así, estaban en juego cosas que afectaban a la naturaleza íntima de la Iglesia y a su misión de salvación. Con el Acuerdo se intenta garantizar que los obispos católicos chinos puedan ejercer sus funciones episcopales en plena comunión con el Papa".


"La Santa Sede", observó el cardenal, "siempre ha reiterado la naturaleza circunscrita del Acuerdo, que toca una cuestión vital para la Iglesia y también por esta razón no puede reducirse a un elemento de contorno de alguna estrategia diplomática. Cualquier consideración que ignore u oscurezca esta singular fisonomía del Acuerdo termina por darle una falsa representación".

El Cardenal filipino recuerda con palabras de agradecimiento el sensus fidei de tantos católicos chinos, cuyo testimonio "no ha brotado en jardines bien cultivados y protegidos, sino en un terreno áspero y desigual". Reconoce que "ciertas heridas necesitan tiempo y el consuelo de Dios para ser curadas". Recuerda que "los obispos no son 'funcionarios del Papa' ni 'clérigos del Estado', sino 'sucesores de los Apóstoles'".

"La intención de la Santa Sede -subraya- es sólo favorecer la elección de buenos obispos católicos chinos, dignos e idóneos para servir a su pueblo. Pero favorecer la elección de obispos dignos e idóneos también interesa a los gobiernos y autoridades nacionales, incluidos los de China. Entonces, uno de los deseos de la Santa Sede ha sido siempre promover la reconciliación, y ver curadas las laceraciones y los contrastes abiertos dentro de la Iglesia por las tribulaciones que ha atravesado".

Por último, confiesa cómo y por qué incluso las últimas palabras que escuchó de su abuelo chino, un católico concreto y pragmático, le ayudan hoy "a considerar lo que puede ser más útil" en el diálogo con el gobierno de Pekín: "Cuando le confié a mi abuelo mi deseo de entrar en el seminario, me dijo: 'No me imaginaba que me iba a encontrar con un nieto sacerdote... ¡No entiendo este mundo de curas! Me sentí un poco mortificado, así que añadió: 'No lo entiendo, pero sigo queriendo que seas un buen sacerdote'. Ahora bien, cuando me planteo el diálogo con el gobierno chino sobre cuestiones eclesiásticas, creo que a veces es mejor buscar argumentos sencillos y directos, para conocer el enfoque concreto y pragmático de nuestros interlocutores. No podemos esperar que capten en profundidad el misterio de la Iglesia, vivificada por el Espíritu Santo. También me resultó difícil explicar a mi abuelo el origen de mi vocación sacerdotal... Y aun así fue importante para mí tener en cuenta su simple deseo de que fuera un buen sacerdote”.


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22 octubre 2022, 12:12