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Rien Schuurhuis, a la izquierda, y Tom Dumoulin en Wollongong, Australia Rien Schuurhuis, a la izquierda, y Tom Dumoulin en Wollongong, Australia 

Athletica Vaticana: Entre agonismo y "Fratelli tutti"

Rien Schuurhuis también estuvo anteayer en la línea de salida del campeonato mundial de ciclismo, en el circuito australiano de Wallongong, representando los colores de la asociación deportiva de la Santa Sede. Una carrera histórica entre los valores del deporte y los de la inclusión

Por Giampaolo Mattei

Está el estilo directo de Gino Bartali – dando testimonio de la fraternidad en el deporte con hechos y luego, si es necesario, también "con palabras" – en la histórica "primera vez" en un Campeonato mundial de la pequeña Athletica Vaticana, "la asociación deportiva del Papa".

El domingo 25 de septiembre, en los Campeonatos mundiales de ciclismo de Australia, Rien Schuurhuis – de 40 años, casado con Chiara Porro, embajadora de Australia ante la Santa Sede – llegó a escaparse al principio de la carrera. Acompañado de una animación especialmente cálida (sobre todo en la empinada subida) de la gente intrigada por las palabras escritas, Athletica Vaticana, en la camiseta blanca y amarilla.

En la línea de salida, Rien se encontraba – casi en un "traspaso" simbólico – entre el francés Julian Alaphilippe (ganador de los Mundiales de 2020 y 2021) y el belga Remco Evenepoel, que lucía la camiseta arcoíris de nuevo campeón del mundo. Los dos campeones le preguntaron, "como colegas", sobre la importancia de esta "primera vez" y sus perspectivas para la carrera. "Mi resultado no cuenta, aunque lo daré todo en la carrera", fue la respuesta de Rien.

 

Athletica Vaticana nació para dar testimonio de que es posible ser “Fratelli tutti” incluso en el deporte. La verdadera "victoria" es estar aquí, en los Campeonatos del Mundo, precisamente para tratar de vivir humildemente un testimonio de fraternidad, para que el deporte, incluso al más alto nivel, sea una oportunidad para cuidar a los más débiles".

En resumen, Fratelli tutti de verdad, incluso a través del deporte. Con este estilo, en vísperas de la carrera mundial, la pequeñísima delegación de Athletica Vaticana se reunió con una representación de la comunidad aborigen. La iniciativa se coordinó con Cáritas Australia, el Nuncio Apostólico en Sídney y el obispo de Parramatta, encargado de la pastoral social.

Y en esta experiencia de encuentro y escucha reside el sentido mismo de la experiencia deportiva del "equipo del Papa" y, por tanto, también de la participación en los Campeonatos del Mundo de ciclismo. Es el gesto concreto de solidaridad (sin perderse "en la cháchara", al estilo de Bartali) que se repite en cada evento deportivo: en la Copa del Mundo como en la carrera menos publicitada de un suburbio romano. Hacer deporte "sólo" no tendría sentido para la asociación del Vaticano. Y a partir de ahora, los verdaderos "mundiales" son las iniciativas deportivas cotidianas de inclusión de los más frágiles. Experiencias menos "famosas", pero no menos importantes. Al contrario.

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27 septiembre 2022, 15:38