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San Gregorio de Narek, heraldo de la Misericordia divina y maestro de vida

Entrevista a Don Salvador Aguilera López, sacerdote de la Archidiócesis de Toledo y conocedor de las Liturgias Orientales; licenciado en Liturgias Orientales por el “Pontificio Instituto Oriental de Roma” y Profesor de «Introducción a las Liturgias del Oriente Cristiano» en el “Instituto Superior de Liturgia” de Barcelona (España).

Renato Martinez – Ciudad del Vaticano

El pasado 5 de abril, en los Jardines de la Ciudad del Vaticano, tuvo lugar la inauguración de una estatua de San Gregorio de Narek, en presencia del Papa Francisco, de Krikor Bedros XX, Catholicos Patriarca de Cilicia de los Armenios Católicos, de  Karekin II, Catholicos de todos los Armenos de la Sede de Etchmiadzin, de Aram I, Catholicos de la Iglesia Armenia Apostólica de Cilicia, y del Presidente de la República de Armenia, Serzh Sargsyan. Además del Cardenal Leonardo Sandri, Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, y el Cardenal Kurt Koch, Presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos.

Las Autoridades de Armenia

Don Salvador Aguilera comenta a los micrófonos de Vatican News la importancia de este acto y las palabras del Presidente de Armenia y del Embajador ante la Santa Sede tras la inauguración de la estatua de San Gregorio de Narek.

“En una entrevista a Vatican News, tras el encuentro con el Papa Francisco, el Presidente de la República de Armenia decía que los armenios están muy agradecidos a los gestos del Papa; además, subrayaba el Presidente, que una cosa es que nosotros digamos que somos el primer país que ha acogido el cristianismo y otra que lo diga el Papa de Roma y continuaba diciendo, esto no lo podrán olvidar nunca los armenios de todo el mundo”.

Asimismo, el profesor de liturgias del Oriente cristiano, señaló que el embajador de Armenia ante la Santa Sede, Mikayel Minasyan, decía que esta obra del artista David Erevantsi, es signo de cercanía y hermandad entre los cristianos católicos y los cristianos armenios y, además, fruto directo del viaje del Papa Francisco a Armenia en 2016.

Viaje Apostólico del Papa Francisco en Armenia

Del 24 al 26 de junio viajaba el Papa Francisco al primer país cristiano de la historia. El mismo Papa, en un mensaje a los Armenos (12-IV-2015) decía: «Vuestra vocación cristiana es muy antigua y se remonta al año 301, cuando san Gregorio el Iluminador guió hacia la conversión y el bautismo a Armenia, la primera entre las naciones que a lo largo de los siglos abrazaron el Evangelio de Cristo».

¿Quién es san Gregorio de Narek?

El Vicario del Patriarca Armeno Católico de Beirut, Mons. Kevork Assadourian, decía en una entrevista a esta Radio que la inauguración de esta estatua de san Gregorio es una gran fiesta para la Iglesia Católica y para la Iglesia Armenia Apostólica. Además, añadía el Vicario, san Gregorio de Narek, poeta y místico, que vivió entre los años 951 y 1010, ha construido un puente entre las dos iglesias. El Santo Doctor de la Iglesia ha sido un gran teólogo, llegando a escribir muchos himnos y cánticos en honor de Cristo y de María y ha subrayada muchísimo la misericordia que Dios tiene con los hombres.

¿Por qué es Doctor de la Iglesia?

El 21 de febrero de 2015, durante el curso de una Audiencia privada con el Cardenal Angelo Amato, Prefecto para las Causas de los Santos, confirmó la decisión de la Plenaria de dicho Dicasterio de conferir el título de Doctor de la Iglesia a san Gregorio de Narek. Y el 12 de abril del mismo año, domingo II de Pascua o de la Divina Misericordia, en la Celebración Eucarística que conmemoraba el centenario del genocidio armenio, lo declaró Doctor de la Iglesia Universal, reconociéndolo como eminente maestro de la fe para los fieles de todos los tiempos. Con él ya son 36 los doctores de la Iglesia, entre los cuales está, recientemente, san Juan de Ávila y santa Hildegarda de Bingen.

San Gregorio de Narek, Doctor de la Iglesia

San Gregorio de Narek: «heraldo de la misericordia divina» y «maestro de vida»

En la homilía que tuvo lugar el sábado 25 de junio de 2016 en la plaza Vartanants de Gyumri, el Papa Francisco decía que san Gregorio de Narek, palabra y voz de Armenia, fue en gran heraldo de la divina misericordia ya que supo sumergirse en el abismo de la miseria del corazón humano para resaltar cómo se puede alcanzar la misericordia divina a través de una súplica insistente hecha con lágrimas y confianza en el Señor, con la seguridad de que la luz de su misericordia nos iluminará.

En segundo lugar, el Papa subrayaba que es un maestro de vida, ya que «nos enseña que lo más importante es reconocerse necesitados de misericordia y después… abrirnos con sinceridad y confianza al Señor, Dios cercano, ternura de bondad, lleno de amor por el hombre, fuego que consume los abrojos del pecado».

El Papa Francisco también lo llamaba «Doctor de la paz».

Así es, al final de su Discurso, el Papa Francisco cita a san Gregorio diciendo de él que es un gran testigo y artífice de la paz de Cristo y, por ello, puede ser también llamado «Doctor de la paz». El Santo Doctor de la Iglesia, en su libro “Libro de las Lamentaciones” dice: «Acuérdate, Señor, de los que en la estirpe humana son nuestros enemigos, pero por el bien de ellos: concédeles perdón y misericordia». El mismo san Gregorio, continúa diciendo el Papa, «se ha hecho ofrenda de oración de todo el mundo» y este mensaje de solidaridad universal es un gran mensaje cristiano de paz.

Algunos textos de san Gregorio de Narek

Uno de los textos más bellos que he leído lo encontramos citado en el Discurso del Papa Francisco durante la celebración de la Divina Liturgia en la Catedral Apostólica Armenia de Echmiadzín el 26 de junio de 2016. El Papa, suplicando que el Espíritu Santo venga a “refundarnos en la unidad”, entrelaza con sus palabras este bellísimo texto: «Ven, Espíritu, tú, “que con gemidos incesantes eres nuestro intercesor ante el Padre misericordioso, tú, que velas por los santos y purificas a los pecadores”; infunde en nosotros tu fuego de amor y unidad, y “que este fuego diluya los motivos de nuestro escándalos”, ante todo, la falta de unidad entre los discípulos de Cristo» (cf. Libro de las Lamentaciones).

El segundo se encuentra en el citado mensaje del Papa Francisco a los Armenios en 2015: «Oh pureza de las vírgenes, corífea de los bienaventurados, Madre del templo indestructible de la Iglesia, Madre del Verbo inmaculado de Dios… Refugiándonos bajo las inmensas alas de defensa de tu intercesión, elevamos nuestras manos hacia ti, y con esperanza cierta creemos que seremos salvados» (Panegírico a la Virgen).

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07 abril 2018, 15:18