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Imagen de archivo Imagen de archivo  (Vatican Media)

Francisco pide que las víctimas tengan vías claras para buscar justicia

A través de un mensaje, el Papa Francisco encomienda a la intercesión de Nuestra Señora de la Asunción, patrona de Paraguay, los esfuerzos del II Congreso latinoamericano sobre la prevención del abuso "Atender, Informar y Comunicar: Claves por una gestión eficaz en los casos de abuso sexual", que comenzó hoy en Asunción y concluirá el próximo 16 de marzo

Vatican News

El pasado 8 de marzo en la Ciudad del Vaticano el Santo Padre firmó su mensaje, a los participantes en el II Congreso latinoamericano sobre la prevención del abuso "Atender, Informar y Comunicar: Claves por una gestión eficaz en los casos de abuso sexual", mediante el cual envía su más cordial saludo a quienes define “Apóstoles de la Prevención”, que están reunidos en Asunción del Paraguay desde hoy y hasta el próximo día 16 de marzo. Leyó este mensaje pontificio el cardenal Sean O’ Malley, presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores presente en este Congreso quien, además, ofreció una amplia reflexión sobre el tema.

Mensaje del Papa

Este Congreso ha sido organizado juntamente con la Conferencia Episcopal del Paraguay, la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores y el Centro de Protección de Menores, CEPROME. En el mensaje pontificio se lee:

“De manera especial, aplaudo la inauguración en Asunción del nuevo Centro de Estudios sobre la Dignidad Humana y Prevención del Abuso, que será un punto focal nacional dedicado a este propósito”

Francisco envía su “saludo afectuoso al cardenal Adalberto Martínez y a todos los que se han reunido en Asunción durante estos días venidos de los diferentes países de América Latina y Europa”. Y escribe que “su trabajo a favor de la protección de los más vulnerables es urgente y esencial”. A la vez que aprovecha esta ocasión para “destacar la importancia de tales desarrollos a nivel de la iglesia local”. De hecho, el Santo Padre recuerda:

“Hace casi un año que promulgué la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium, en la que pedí a la Curia Romana que prestara un servicio cada vez mayor a las Iglesias locales. El trabajo de establecer procedimientos claros para la protección de las personas vulnerables en la Iglesia debe convertirse en una prioridad en cada Iglesia local. He pedido a la Pontificia Comisión que supervise la aplicación adecuada de Vos estis Lux Mundi, para que las personas víctimas de abusos tengan vías claras y accesibles para buscar justicia”.

Vías accesibles para buscar justicia

Además, el Papa escribe que “aquellas partes de la Iglesia donde los esfuerzos para promover medidas de prevención adecuadas aún se encuentran en las primeras etapas debido a la falta de recursos necesitan una atención especial”.

“¡No se debe permitir que las crueles desigualdades que afectan a nuestras sociedades afecten a nuestra Iglesia!”

Herida indeleble en el cuerpo de Cristo

Por otra parte, Francisco pone de manifiesto en su mensaje que “hace cuatro años, obispos y superiores religiosos y de todo el mundo se reunieron en el Vaticano con miembros de la Curia Romana para abordar el creciente problema del mal manejo del abuso sexual infantil por parte de la jerarquía eclesiástica”. Y añade al respecto:

“Tanto una violación como una traición, el abuso sexual por parte del clero y su encubrimiento por parte de obispos y superiores religiosos ha dejado una herida indeleble en el cuerpo de Cristo, la Iglesia, debido al daño causado a tantas personas”

Además, el Santo Padre escribe que “cualquiera que disminuya el impacto de esta historia o minimice el peligro actual deshonra a aquellos que han sufrido tanto y engaña a aquellos a quienes dicen servir”. Y añade:

“El abuso sexual por parte de cualquier persona en la Iglesia, siempre que haya ocurrido, es un peligro claro y presente para el bienestar del pueblo de Dios y su mal manejo continuará degradando el Evangelio del Señor a los ojos de todos”

Deseo de cambio en nuestra Iglesia

Francisco destaca que “los líderes de la Iglesia han hecho mucho para enfrentar este mal y evitar que se repita”, y, de hecho, “este mismo Congreso es una expresión más de este deseo de cambio en nuestra Iglesia. También es una expresión del proceso sinodal de encuentro, escucha, reflexión y ayuda mutua mientras buscamos implementar y medir nuestro compromiso de prevenir el abuso en nuestra Iglesia”.

“¡Animo a más eventos de este tipo! ¡Adelante! Pero debemos ser capaces de ver los resultados de que los menores están más seguros en nuestra Iglesia”

El Pontífice escribe que ha pedido a la Pontificia Comisión para la Protección de Menores “que supervise y verifique la idoneidad de las políticas y las prácticas sólidas en toda la Iglesia y que compile un informe que señale dónde aún se necesitan mejoras”.

Nuestra Señora de la Asunción

Por último, el Obispo de Roma encomienda “todos estos esfuerzos a la intercesión de Nuestra Señora de la Asunción, patrona de Paraguay, que sabemos que nunca deja de acudir en ayuda de aquellos que están abandonados y que buscan su ayuda”.

“Que ella sea un modelo para esta nueva etapa en la vida de la Iglesia Latinoamericana y una fuente de fortaleza para todos los que están comprometidos en esta necesaria, pero dolorosa, labor en el ministerio de la Iglesia”

Firmando “fraternalmente Francisco”, el Papa concluye este mensaje invocando la bendición del Señor y a la Virgen, a la vez que les pide que, por favor, no se olviden de rezar por él.

Reflexiones del cardenal Sean O’ Malley

A continuación, ofrecemos un extracto de las reflexiones del cardenal Sean O’ Malley, presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores en que abordó “la respuesta institucional de la Iglesia a las víctimas de abuso”.  Ante todo, el purpurado recordó que “la lucha contra los abusos en la Iglesia representa, hasta este momento, un progresivo esfuerzo de casi cuarenta años”.

“Un camino a largo plazo que exige un conocimiento cada vez más profundo de esta dolorosa realidad”

Gestión institucional esta problemática realidad

Tras destacar el liderazgo de los Sucesores de Pedro “por la exigencia de establecer una necesaria gestión institucional al tratamiento de toda esta problemática realidad, y aún no explorada en su totalidad”, afirmó que “al menos en estas dos últimas décadas, la elección y renuncia de los Pontífices ha sido comprendida por esta emergente crisis”. Y añadió que “no se puede entender la elección y el liderazgo de los actuales Papas sin la consideración de esta crisis que debe ser una de las principales prioridades de su agenda”. Afirmó asimismo que “no se pueden comprender las decisivas acciones realizadas por Francisco, si no se conoce el camino iniciado por sus predecesores”.

Traumas y curaciones

“Dentro de la Iglesia hay víctimas y agresores; encubridores y descubridores; traumas y curaciones. En la Iglesia hay signos de profundo pecado, crimen y culpa, de enfermedades que amenazan la vida y de evidente fracaso humano e institucional y, al mismo tiempo, hay personas que reconocen la culpa y que trabajan por cambios fundamentales”

Prevención en la Iglesia de América Latina

Sin embargo, el cardenal O’ Malley destacó que “sostener y poner de relieve sólo uno de estos dos polos resulta peligroso, enfermizo y poco objetivo. 

La prevención en la Iglesia de América Latina es más que la implementación de un código de conducta, de un protocolo de prevención o de una ruta de acción que fije su atención en las conductas sexuales. La prevención del abuso se encuentra alojada en la más amplia cultura del cuidado y del buen trato, la cual debe cuestionar nuestro modo de relacionarnos, de hacer comunidad y de vivir, verdaderamente, la sinodalidad”.

“Los delitos sexuales cometidos por clérigos contra menores de edad han sido sólo el inicio de un camino doloroso de conversión por el que debemos atravesar, cuestionando continuamente si nuestro modo de ser Iglesia resulta efectivamente eclesial, colegial y, por supuesto, sinodal”

Por esta razón, el purpurado destacó algunos de los esfuerzos eclesiales motivados por los Sucesores de Pedro que, a lo largo de este tiempo, se han podido consolidar, a partir de los primeros pasos, treinta años atrás cuando san Juan Pablo II abrió al público el tema sobre el abuso sexual de menores por parte de los sacerdotes, en Denver, Colorado, durante la Jornada Mundial de la Juventud.

“Se podría decir que este era el inicio de un camino que hasta este momento seguimos recorriendo. Indudable, detrás de todos los cambios aprobados por Juan Pablo II se encontraba uno de sus hombres de confianza, el cardenal Joseph Ratzinger, entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe”

Un problema global

Recordó también que “el inicio de la crisis debida a los abusos, en la época de Juan Pablo II, iba ampliando progresivamente sus horizontes geográficos, al dejar de considerarse progresivamente un problema americano, anglosajón u occidental y saber”, porque se estaba ante “un problema global”. De ahí que haya afirmado:

“Lo que comienza con una crisis de abusos sexuales cometidos por algunos clérigos contra menores de edad, ha generado al día de hoy, una reflexión aún más profunda sobre las relaciones y el análisis de las causas de dicha crisis”

Y agregó que “mientras que Juan Pablo II tuvo que enfrentar esta primera crisis más de connotación sexual, Francisco, en cambio, ha tenido que abordar otro tipo de causas”, refiriéndose a aquellas “con raíces no sexuales”. Y dijo que “en esta transición de los abusos sexuales a los abusos no sexuales la participación decisiva de Benedicto XVI fue fundamental”. 

Los pasos decisivos 

“El papado de Ratzinger – dijo el cardenal – adquirió una fuerte relevancia por su capacidad para enfrentar los abusos sexuales de menores por parte de los sacerdotes”. Y Francisco, en la conferencia de prensa durante su viaje a México, el 17 de febrero de 2016, se expresó así de Benedicto XVI: 

Me permito rendir un homenaje, al hombre que luchó en momentos que no tenía fuerza para imponerse hasta que logró imponerse: Ratzinger. El cardenal Ratzinger (…) es un hombre que tuvo toda la documentación. Siendo Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, tuvo todo en sus manos. Hizo las investigaciones y llegó, y llegó, y llegó… y no pudo ir más allá en la ejecución. Pero, si ustedes se acuerdan, diez días antes de morir san Juan Pablo II, aquel Vía Crucis del Viernes Santo, le dijo a toda la Iglesia que había que limpiar las porquerías de la Iglesia. 

Además, el cardenal O’ Malley recordó el acercamiento a las víctimas, y no sólo en sus discursos, sino también a base de los encuentros personales, por ejemplo, en la capilla de la Nunciatura de los Estados Unidos de América; en Australia, así como también en Malta. Y a lo largo de su pontificado, “fue conocida su cordial atención pastoral hacia las personas que sufrieron el abuso sexual al interno de la institución”.

“De manera contundente para Benedicto XVI, los sacerdotes infractores deberán ser excluidos del ejercicio ministerial, ya que su comportamiento es absolutamente incompatible, y quien es realmente culpable de abusos sexuales no puede ser sacerdote”

:Así lo manifestó, dijo,  en su carta pastoral a los católicos de Irlanda, mientras durante su viaje a Reino Unido, reconoció “que la Iglesia no ha sido ni vigilante, ni veloz, ni decidida en la adopción de las medidas necesarias”. Desde una óptica más amplia e integral, las propuestas de su pontificado giraron en una triple órbita: prevenir, sanar y reconciliar, todas ellas unificadas bajo un solo valor: la verdad".

Un camino sin retorno

Después de recordar que el 11 de febrero de 2013, el papa Benedicto XVI anunció sorpresivamente su renuncia, el purpurado destacó la elección del Papa Francisco como el sucesor número 266 de Pedro.  Del actual Pontífice dijo:

“Con su llegada al pontificado dio seguimiento con determinación a las iniciativas comenzadas por sus antecesores. En su nueva residencia papal pidió perdón y este gesto se convirtió en una experiencia de cercanía para las víctimas y de continuidad en el camino que la Iglesia estaba recorriendo hasta el momento”

La Iglesia no escatima esfuerzos para proteger a sus hijos

Asimismo, se refirió a la “novedosa línea en el pontificado de Francisco” que ha sido “la necesidad de protección a las víctimas por encima del escándalo de la Iglesia”. Y recordó que el actual Santo Padre dijo en uno de sus discursos:

Las familias deben saber que la Iglesia no escatima esfuerzo alguno para proteger a sus hijos, y tienen el derecho de dirigirse a ella con plena confianza, porque es una casa segura. Por tanto, no se podrá dar prioridad a ningún otro tipo de consideración, de la naturaleza que sea, como, por ejemplo, el deseo de evitar el escándalo, porque no hay absolutamente lugar en el ministerio para los que abusan de los menores.

Y añadió que “desde el inicio de su liderazgo dentro de la Iglesia católica, en 2013, el Consejo de Cardenales que lo asesora le propuso la creación de una comisión de expertos como órgano asesor del Papa en esta materia”, que Francisco aprobó asignándole la tarea de componer dicho órgano consultor. Además recordó que el 22 de marzo de 2014, hace nueve años, Francisco publicó un quirógrafo en el que esbozaba la tarea de la comisión de asesorar al sucesor de Pedro sobre las políticas eficaces para la protección de menores, además de proponer procedimientos, promover la formación, la prevención y la responsabilidad en las Conferencias Episcopales en el mundo. 

Por otra parte, “ya para el 2015, el Papa Francisco emitió un rescripto sobre el establecimiento de un órgano judicial dentro de la Congregación para la Doctrina de la Fe para la consideración de las apelaciones relacionadas con los delitos graves, entre ellos los casos de abuso sexual de menores por parte de clérigos, en un esfuerzo por acelerar los procesos”. 

“Podríamos decir que Francisco se ha convertido, también, en el primer Papa de la era moderna en adoptar disposiciones contra uno de los mayores males relacionados con el abuso de menores dentro de la Iglesia: el encubrimiento”

“Así, en el Motu Proprio ‘Como una madre amorosa’, del 4 de junio de 2016, hizo explícita la posibilidad de destituir a los obispos que hubiesen actuado con negligencia en relación con casos de abuso sexual infligido en menores y adultos vulnerables. En esta Carta apostólica sostiene que la negligencia en los casos de abusos sexuales se encuentra entre las causas graves que justifican la destitución de cargos eclesiásticos, incluido el de los superiores y obispos”. 

Recordó asimismo que ese mismo año, el Papa publicó la actualización de la Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis; y que en el numeral 202 “enfatiza la protección de los menores, así como la formación, información y acompañamiento de los candidatos en esta materia”.

“Así, por primera vez un documento sobre la formación sacerdotal subraya el papel de la prevención”

Destacó, además, que “para finales de 2017, Francisco intervino en el Congreso sobre la Dignidad del Menor en el mundo digital celebrado en Roma” y que “con la llegada de 2018, el pontificado de Francisco adquirió un tono diverso y más intenso con respecto a su lucha contra los abusos”. De la segunda mitad de su pontificado (2018–2023) el cardenal recordó que se caracterizó “por un involucramiento más personal, decisivo y ejecutivo”.

“Esta segunda versión de Francisco tuvo como detonante la polémica desatada en su visita a Chile, debido a las declaraciones periodísticas realizadas”

Dijo también que “después de este tropiezo, el Papa supo enmendar su error” y que “primero accedió a reunirse con las víctimas”. Mientras “más tarde anunció que monseñor Charles Scicluna llevaría a cabo una investigación sobre los delitos de Karadima”. Y “una vez finalizada la ‘Misión Scicluna’, el Papa convocó en Roma a toda la Conferencia Episcopal Chilena, que concluyó con la disposición de los cargos pastorales de todos los obispos chilenos a cargo del Santo Padre y la publicación de la Carta al Pueblo de Dios que peregrina en Chile”.

En la época de Francisco

Entre los recuerdos del cardenal el año 2019 que “fue clave, particularmente por la Cumbre Vaticana de los presidentes de las conferencias episcopales del mundo, quienes se reunieron para abordar el tema de la transparencia, la responsabilidad y la rendición de cuentas”. También el Motu Proprio Vos estis lux mundi, “uno de los más importantes documentos sobre la protección de los niños y personas vulnerables, que exige la implementación de estructuras estables y de fácil acceso para la recepción de las denuncias sobre los delitos sexuales en cada una de las diócesis y que contempla la obligación de cuidar a las víctimas”.

“Sin duda, en la época de Francisco la visibilidad del problema ha sido mayor que nunca y la Iglesia comienza a alcanzar un punto de sensibilización suficiente como para actuar decididamente contra este delito”

“El Papa ha demostrado su voluntad de luchar contra esta lepra, abriendo procesos más humanos, justos y luchando contra todo tipo de estructuras, incluido el encubrimiento, que hacen inalcanzable la justicia para las víctimas”. Y añadió que “Francisco es consciente que aún hay mucho por hacer, pero está dispuesto a poner los recursos necesarios para enfrentar este crimen”.

Prioridades de la Comisión

Tras recordar las principales prioridades de la Comisión, entre las cuales “la atención a las víctimas”, para lo cual están desarrollando un programa “con la finalidad de que pueda ser implementado a nivel nacional como recurso de ayuda en el campo de la formación, el establecimiento de centros de escucha a víctimas y en la capacitación de los agentes que ofrecen sus servicios dentro de las distintas diócesis del mundo”, el purpurado concluyó diciendo: 

“Somos conscientes de que aún hay mucho por hacer, pero estamos dispuestos a hacerlo junto a ustedes que diariamente están involucrados en el trabajo de prevención con las personas en cada una de sus diócesis”

Y agradeció a todos su trabajo y empeño, pidiéndoles que “vean y sientan a la Comisión como un brazo del Santo Padre dispuesta a apoyarlos” con “la mejor disposición de trabajar juntos”. “Que Dios lps bendiga en sus proyectos y que juntos trabajemos por construir una cultura del cuidado en la Iglesia que tanto amamos”.

 

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14 marzo 2023, 14:00