Debora Donnini – Ciudad del Vaticano
Más de un centenar de personas murieron, aunque el número de víctimas se actualiza constantemente, debido al ciclón Seroja, que azotó el Este de Indonesia y Timor Oriental con lluvias torrenciales, provocando el desbordamiento de ríos, corrimientos de tierra e inundaciones. Muchas carreteras quedaron bloqueadas y pueblos enteros están sumergidos en el barro. Se estima que cientos, quizá miles, fueron desplazados. Una situación dramática de la que habló el Papa al final de la audiencia general: