ONU, Grandi: al menos 210.000 refugiados regresan a Siria
Stefano Leszczynski - enviado en Alepo
«Desde el 8 de diciembre, al menos 210.000 refugiados han regresado a Siria y unos 600.000 desplazados internos han vuelto a sus hogares": así comenzó Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, su intervención ante los medios vaticanos con un mensaje de esperanza. Precisamente en Alepo, en el monasterio franciscano, tuvo lugar recientemente un encuentro con el cardenal Claudio Gugerotti, Prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales y enviado del Papa.
Sin embargo, prosigue Grandi, quienes regresan a Siria «se encuentran con un país de rodillas, donde no hay electricidad, ni alimentos, ni servicios, y las oportunidades de trabajo son inexistentes. Por eso es aún más importante que la comunidad internacional y los países donantes apoyen este proceso de retorno para que sea duradero y para dar dignidad a estas personas. A quienes, para no verse obligados a marcharse de nuevo, no se les debe privar de lo esencial».
Apoyar a la población
Un proceso que, sin embargo, no puede darse demasiado deprisa: a día de hoy, Siria sigue siendo un país inseguro. «Siria está en transición», comenta Grandi, “y el proceso político llevará sin duda tiempo, pero si queremos orientarlo en la buena dirección, es decir, hacia el respeto de los derechos y la aceptación de todas las comunidades, incluidos cristianos y alauitas, debemos apoyar a la población”.
Concretamente, esto significa «crear un clima de confianza y asumir algunos riesgos desde el punto de vista de la cooperación internacional», señala Grandi. El retorno de los refugiados es un síntoma -continúa-, porque siempre van más rápido que la política. Por eso, apoyar a la gente significa apoyar a los líderes, para que construyan un clima de confianza y avancen en la dirección correcta».
El futuro de Siria
La cuestión de las sanciones, que según el Alto Comisionado de la ONU «está ligada a la de los refugiados, no puede subestimarse en este sentido: »tienen un impacto negativo en la población. Las sanciones deben levantarse, sobre todo porque se impusieron a un régimen que ya no existe. No cabe duda de que se necesita prudencia a la hora de hacer ciertas cosas, asegurándose de que el proceso de reconstrucción vaya en la dirección correcta. Pero si se mantienen las sanciones, no habrá inversiones, ni infraestructuras, ni servicios. Por el futuro de Siria, hay que abordar esta cuestión».
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