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Frontera entre Polonia y Ucraina. Frontera entre Polonia y Ucraina.

La caricia de Cracovia a los refugiados ucranianos

En la ciudad polaca, los trenes procedentes de Ucrania siguen llegando a la estación central. Viajan de noche con las luces apagadas y a velocidad reducida para evitar ser el blanco de posibles ataques aéreos. Los vagones están sobrecargados de mujeres y niños. Compartimos el relato del padre Marcin Schmidt y de Don Marco Pagniello.

Luca Collodi - Cracovia 

Desde Cracovia, la guerra "parece" lejana. El miedo es superado por la solidaridad de los polacos en la estación que esperan los trenes que llegan de Lviv y algunos de Kiev. El ferrocarril funciona y representa la esperanza de muchas mujeres y niños que encuentran parientes, amigos, pero también gente corriente que ofrece hospitalidad y hogares a quienes huyen de la guerra.

Miles de almas

Las diócesis se movilizan para acoger a los huérfanos. Miles de huérfanos han llegado de Ucrania y la preocupación de las Iglesias locales y las organizaciones de voluntarios es mantenerlos alejados del tráfico de personas, la pornografía infantil y el comercio de órganos.

 

Por eso piden a las autoridades que establezcan normas precisas para la acogida. Hay centros de salud en la frontera que acogen a pacientes oncológicos. Pero la solidaridad tampoco olvida a los ancianos: muchos han llegado a Cracovia y a Polonia.

Otros permanecen en Ucrania solos, sin atención ni posibilidad de escapar porque están enfermos y desvalidos, y es a ellos a quienes llega la ayuda de los numerosos voluntarios, entre otros. Caricias que curan heridas difíciles de sanar completamente. La acogida está hecha de miradas, de nombres: así se llama a la gente y el calor de todos ellos, uno por uno, sobresale en el aire frío de finales de invierno. 

De camino a la frontera

El viaje hacia la frontera ucraniana continúa, acompañados por la Misericordia y el padre Marcin Schmidt, que subraya que cada día llegan miles de personas a la frontera. "Ya han entrado en Polonia un millón ochocientos mil refugiados, allí veremos el drama de los que tienen que dejarlo todo para escapar de la guerra, pero -explica- también la belleza de la solidaridad en un servicio muy concreto". 

"La gran red de solidaridad", afirma Don Marco Pagniello, de Cáritas Italiana, que lleva días en primera línea de la frontera, "nos permite estar aquí para organizar el transporte de los refugiados a Italia de la mejor manera posible. Queremos que sea lo menos traumático posible, las realidades diocesanas se están preparando para acogerlos de la mejor manera posible". ¿Qué piden estas personas? "Buscan puntos firmes, huir de su propia tierra sin saber lo que pasa les lleva a buscar una pizca de tranquilidad, por eso estamos aquí". "Cáritas Polonia está haciendo un gran trabajo", concluye.

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15 marzo 2022, 11:41