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Valiente y decidida: así es la pequeña Patricia que lucha contra el VIH

Tiene 12 años, y es VIH positivo tras sufrir una violación. Para conseguir sus medicamentos, caminó cinco horas por una zona muy insegura hasta llegar al hospital de Betangafo que gestiona Médicos sin Fronteras en República Centroafricana. Nadie podía acompañarla, pero lo hizo sola, sorprendiendo a los médicos y enfermeras que la recibieron, quienes destacaron su determinación y valentía.

Ciudad del Vaticano

La organización sanitaria Médicos Sin Fronteras comparte con emoción la historia de la pequeña Patricia, una niña de 12 años que fue abusada sexualmente hace tres meses. Fruto de ese traumático hecho, resultó contagiada por el VIH: virus que aborda y altera el sistema inmunológico, por lo que se incrementa el riesgo de aparición e impacto de otras infecciones y enfermedades como por ejemplo, el SIDA.

Caminó cinco horas para llegar al hospital

Decidida a acudir al hospital de Betangafo, gestionado por MSF en República Centroafricana, con el fin de buscar ayuda sanitaria y recibir los medicamentos antirretrovirales fundamentales para tratar el virus, Patricia recorrió a pie durante cinco horas, el largo y peligroso camino desde su aldea hasta el centro médico.

Lo hizo sola, ya que nadie pudo acompañarla: una odisea que sorprendió a los adultos que la recibieron, admirando su determinación y valentía a la hora de arriesgar la propia vida con tal de llegar al hospital y obtener las medicinas.

Arriesgando todo para recibir su tratamiento

Este ha sido el primero de los muchos viajes que la pequeña deberá realizar, ya que tendrá que regresar al hospital cada tres meses para seguir recibiendo tratamiento.

 

"Su familia, por diferentes circunstancias, no podía acompañarla y ella decidió emprender el camino sola (viendo que ya se estaban acabando sus antirretrovirales) para ir hasta el hospital de Batangafo y recuperar su próximo paquete de medicamentos necesarios para los tres meses siguientes", explica el médico español de MSF que la atendió.

La pequeña Patricia: una historia que da fuerzas

De regreso a casa, sana y salva

"Se trata de un camino bastante peligroso, por lo que nos sorprende que ella sola haya sido capaz de asumir ese riesgo para mantener su adherencia al tratamiento. Es un caso que nos impresiona mucho: ver una persona de esa edad que con gran entereza toma esa decisión... ver cómo ha asumido su enfermedad y cómo ha decidido tomar esa responsabilidad por ella misma", añade el médico, subrayando que precisamente, éstas son las historias que les dan fuerzas para enfrentarse a muchas de las situaciones que se viven en un contexto como el de Batangafo.

Tras recibir su paquete, la valiente pequeña regresó a casa pero esta vez en una de las motos del equipo de Médicos Sin Fronteras que la llevó sana y salva.

Repercusiones del VIH y del SIDA en la infancia

Tal como informan los expertos en esta temática, el VIH y el SIDA acortan la infancia, especialmente en los países más pobres y menos desarrollados del mundo. Allí, muchos niños contagiados sufren discriminación social. 

 

La terrible combinación de vergüenza y miedo que rodea esta enfermedad en continentes como África o Asia, alimenta una cultura de silencio que empeora el estigma y causa aún más daño. Estos niños y niñas, pobres, solos y hambrientos; sufren en silencio acosados por el miedo constante de saber que pueden ser los próximos en morir o que su "secreto" puede hacerse público. 

Asimismo, el VIH y el SIDA comprometen el derecho de los niños a sobrevivir, a recibir educación y atención sanitaria. De esta manera, quedan expuestos a la marginación, el abuso, la explotación sexual, la trata de menores y el trabajo infantil.

Hablamos de lacras sociales que los privan de la posibilidad de crecer en un entorno familiar y desarrollar todo su potencial.

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27 agosto 2019, 16:20