La Navidad en Haití, signo de renacimiento y fraternidad

Benedetta Capelli – Ciudad del Vaticano

Es el llamamiento de los obispos de Haití en un mensaje en vísperas de la Navidad. Los obispos exhortan a tomar el camino del diálogo, a trabajar juntos para hacer madurar la esperanza representada por Jesús que nace, un acontecimiento que "nos ilumina y nos invita a tomar en nuestras manos nuestro destino".

La realidad y la invitación del Sínodo

Solidaridad con el sufrimiento de la población y pésame por las víctimas de una violencia sin sentido: esto es lo que expresan los obispos haitianos, destacando "la dramática situación de la población que empeora día a día con el dominio infernal de los grupos armados, la carestía de la vida que se dispara, la desorientación de los jóvenes que abandonan el país, la indiferencia manifiesta de las autoridades y la intransigencia de los actores políticos incapaces de encontrar un compromiso".

Caminar y vivir juntos

"Por otra parte – reza el mensaje – el contexto del Sínodo de la Iglesia nos invita a actuar de manera diferente en Haití. A escucharnos unos a otros, a entablar un diálogo sincero, a caminar juntos, a vivir juntos, a discernir mejor según el Espíritu Santo, a construir juntos nuestra nación".

Una Navidad para despertar las conciencias

La invitación es, pues, a "emprender un auténtico despertar espiritual y civil", empezando por la conversión personal y colectiva, para combatir el derrotismo y el mal que han marcado todos los aspectos de la vida social, política, económica y cultural.

Por último, la esperanza de que la alegría de la Navidad sea aún mayor "si se dan pasos concretos hacia la resolución de la crisis, a saber: un consenso amplio y razonable entre los diferentes protagonistas, un compromiso de las autoridades para restablecer un clima de paz y poner fin al tráfico ilegal de armas y municiones, y el apoyo inequívoco de la comunidad internacional al desarme y la recuperación del país".