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Beato Wenceslao Pedernera Beato Wenceslao Pedernera 

Argentina. El caso de Wenceslao Pedernera: Justicia para un hombre de bien

Con la condena de prisión perpetua se cerró el proceso judicial contra el ex gendarme responsable del asesinato de Wenceslao, líder rural, ahora beato y mártir, que se jugó la vida por sus ideales, su familia y la justicia social en los años de tortura y persecución de la dictadura argentina en los años ’70,

Vatican News

“Hoy se saldó una deuda con la sociedad riojana y argentina”. Estas fueron las palabras del Obispo de La Rioja, monseñor Dante Gustavo Braida tras la sentencia que condena al ex Alférez Eduardo Abelardo Britos, quien estaba a cargo del Escuadrón de Gendarmería de Chilecito, cuando en la noche del 25 de julio de 1976, tres encapuchados entraron en la casa de Wenceslao Pedernera para asesinarlo. Efectivamente, el líder rural, padre de familia y hombre de fe, falleció en el hospital, no sin antes perdonar a sus ejecutores.

“Se hizo justicia con tantos que trabajaron y entregaron lo mejor de sí para construir una patria mejor. Se hizo justicia por Wenceslao, hombre de bien, que supo jugarse por sus ideales, por su familia y por la justicia social. Se hizo justicia por un hombre de Dios y de la Iglesia que supo vivir la dimensión social de la fe hasta dar la vida”, afirmó el obispo Braida, quien asistió a la sesión final de la causa del beato Pedernera.

47 años de espera

Y es que, después de 7 meses de debate, el lunes 11 se desarrolló la sesión final del juicio de la causa de Wenceslao Pedernera y 42 víctimas más por las causas remanentes. El juicio por el esclarecimiento del asesinato del beato mártir Wenceslao Pedernera se inició el 28 de abril de 2023. Pasaron 47 años desde su muerte y su esposa, sus hijas, sus nietos vieron el final de “ese rompecabezas” que llevó al final de la vida de Wenceslao.

Una nota de la diócesis explica que el debate se desarrolló por el Tribunal Oral Federal de la Rioja, en el que se presentaron más de 60 testigos que coincidieron en el terrorismo de Estado de la época, la persecución por odio a la fe, el ataque sistémico a la Pastoral de Monseñor Angelelli, la imposición de privación ilegítima de la libertad, torturas, tormentos y violaciones a los detenidos en el Instituto de Rehabilitación Social, que en ese tiempo estuvo a cargo de la Gendarmería con el entonces Alférez Britos como autoridad.

Juicio y sentencia

El público presente en el debate del lunes 11, tanto en la Sala de Audiencias como en la calle, reaccionó con aplausos y vivas para Wenceslao y las víctimas del terrorismo de Estado. La esposa de Wenceslao, Marta Cornejo, sus hijas y los testigos coincidieron en el compromiso social y religioso de Pedernera. El imputado Britos estuvo solo en la primera sesión en donde escuchó las imputaciones y en la siguiente en donde se negó a declarar; ambas de modo virtual. Su ausencia en las siguientes fue justificada por razones de salud.

El Tribunal al dar a conocer la sentencia concluyó que los hechos atribuidos a Britos son de Lesa Humanidad y, por tanto, imprescriptibles y condena por el delito de privación ilegítima de la libertad, allanamientos ilegales, torturas, tormentos agravados, abusos deshonestos; por tanto, se impone la pena de prisión perpetua e inhabilitación para ejercer cargos y los costes del juicio, aunque se difiere la ejecución de la pena hasta que la sentencia esté firme con una pericia médica para que cumpla su condena en una cárcel común. Además, se queda sin el estado de integrante de la fuerza de gendarmería.

Un compromiso social, un camino de fe

Wenceslao Pedernera nació el 28 de septiembre de 1936 en Los Jagüeles, cerca de La Calera, en la provincia de Córdoba. Se casó, el 24 de marzo de 1962, con Martha Ramona Cornejo, campesina como él, pero, a diferencia de él, muy creyente. Su interés por la reivindicación del trabajo rural le hizo redescubrir su fe a raíz de su encuentro con monseñor Enrique Angelelli, obispo de La Rioja, y su compromiso con los campesinos. En 1973, Pedernera se traslada a La Rioja y funda una cooperativa agrícola, donde el trabajo se acompañaba con la oración y la lectura del Evangelio. Un compromiso incómodo para una época regida por una cruenta dictadura. Tres años después moría a tiros, perdonando a sus agresores.

Antes que él había muerto el padre Carlos de Dios Murias, de los Frailes Menores Conventuales, y el padre Gabriel Longueville, sacerdote 'fidei donum', secuestrado y asesinado el 18 de julio de 1976. Por último, el 4 de agosto, monseñor Angelelli murió también en un falso accidente de coche. Todas muertes entrelazadas. La causa del padre Carlos, el padre Gabriel y Wenceslao se desarrolló inicialmente en la diócesis de La Rioja entre el 31 de mayo de 2011 y el 15 de mayo de 2015. A ella se sumó la causa de monseñor Angelelli, cuya investigación diocesana tuvo lugar en cambio del 13 de octubre de 2015 al 15 de septiembre de 2016, también en La Rioja.

Wenceslao y sus compañeros, conocidos ya informalmente como los 'mártires de El Chamical', fueron beatificados el 27 de abril de 2019 en el Parque de la Ciudad de La Rioja, bajo el pontificado del Papa Francisco. Los restos mortales de Wenceslao se veneran desde el 27 de julio de 2018 en la capilla del Sagrado Corazón de Sañogasta.

 

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13 diciembre 2023, 13:28