Buscar

Basílica de Santa María de los Ángeles en Asís Basílica de Santa María de los Ángeles en Asís

Asís. Los pobres esperan al Papa: su presencia, un mensaje de cercanía

Últimos preparativos en la localidad umbra donde este viernes 12, el Pontífice volverá por quinta vez en su visita para abrazar y saludar a 550 pobres de diferentes organizaciones caritativas, procedentes de toda Europa. Las historias de Yurek y Marco, asistidos en la Casa de Acogida de los frailes: "Hoy en día hay muchas formas de pobreza, no sólo económica sino también psicológica. Francisco aborda el tema con el espíritu adecuado y nos da esperanza".

Salvatore Cernuzio - Asís

La estatua de la Virgen dorada, que se eleva sobre la basílica de Santa María de los Ángeles en Asís, brilla bajo un sol inusual, casi primaveral. La Virgen parece vigilar el inmenso patio de la iglesia donde se prepara la visita de este viernes 12 del Papa, que se reunirá con 550 pobres de toda Europa con motivo de la Jornada Mundial dedicada a ellos el 14 de noviembre. Francisco vuelve: es la quinta vez, pero siempre es un acontecimiento.

Preparativos en la Basílica

En el arco de la basílica, que alberga la Porciúncula -la antigua iglesia que San Francisco reparó obedeciendo las palabras del Crucifijo de San Damián- ondea una gran pancarta con el logotipo y el lema de la Jornada: "A los pobres los tienen siempre con ustedes". Frente a la puerta principal, se colocaron barreras y se situaron las cámaras de los distintos equipos de televisión; en la Basílica, los carteles recordaban que había que respetar las medidas sanitarias. Un aviso anunciaba que Santa María de los Ángeles estaría cerrada al público toda la mañana, por lo que los turistas de la ciudad aprovecharon para visitar el lugar sagrado. Muchos se reúnen en el interior de la Porciúncula y rezan de rodillas bajo los frescos del siglo XV. Allí el Papa Francisco -como en su visita del 4 de agosto de 2016 para la Fiesta del Perdón de Asís- se detendrá en la oración, y luego volverá a rezar, pero junto al grupo de pobres, acogidos y asistidos en diversas realidades como la Cáritas diocesana o la asociación "Hermano".

"A los pobres los tienen siempre con ustedes".
"A los pobres los tienen siempre con ustedes".

Historias y rostros

Los pobres no son un ente abstracto, sino hombres y mujeres con un nombre, un apellido -aunque algunos lo hayan olvidado en las vicisitudes de la vida-, una familia y una historia que contar, a menudo marcada por el cansancio y el dolor, o por decisiones drásticas tomadas para hacer frente a la repentina tormenta provocada por la pandemia del Covid-19. Esta tarde estarán en varios lugares para someterse a los test antivirus.

Una casa de caridad con el nombre del Papa

En el grupo que recibirá mañana al Papa estarán también cuatro de los ocho huéspedes de la "Casa Papa Francesco", un antiguo edificio de Montedison, convertido después en hotel, a pocos kilómetros de la Basílica y separado de ella por un antiguo horno. Desde 1998 es un centro de acogida gestionado por voluntarios, y desde 2014 los franciscanos se hacen cargo, siguiendo el mandato del Papa que, en su primera visita a Asís el 4 de octubre de 2013, les pidió que continuaran la misión de San Francisco de acoger y ayudar a las personas necesitadas.

En el refectorio, con sus bóvedas de piedra, el Papa almorzó junto con los frailes y los demás invitados. Fotos de ese día acompañan la entrada y el comedor, donde se distribuye una comida completa a los residentes a las 12.30 todos los días. Ocho hombres, como se ha dicho, que representan a la humanidad más diversa: padres separados y jóvenes desempleados, caballeros distinguidos y ex-indigentes alcohólicos, extranjeros e italianos.

Comedor de la Casa de Acogida
Comedor de la Casa de Acogida

Yurek, recogido de la calle

Entre ellos se encuentra Yurek, un polaco de 60 años que fue literalmente recogido de la calle por el Obispo de Asís, Domenico Sorrentino, que se lo encontró una noche de Navidad, tirado en el suelo, borracho, en el frío. “Trabajador incansable”, le describen los frailes de la Casa que también le ayudan a rehabilitarse de su adicción al alcohol: "Una hoja no puede caer al suelo cuando él ya la ha recogido". Yurek había llegado a Italia para trabajar, dejando a su mujer y sus dos hijas en Polonia, pero debido a una serie de circunstancias se encontró viviendo en la calle y pronto cayó en la espiral de la adicción. Fue salvado por Monseñor Sorrentino que lo confió a los franciscanos hacia 2014, siendo uno de los primeros huéspedes de esta caridad. "Normalmente todos se quedan aquí unos meses o unos años como máximo, pero él probablemente se quedará con nosotros para siempre", dijo el padre Emanuele Gelmi, responsable de la Casa, a Vatican News. Yurek aún no sabe italiano, pero entrecierra los ojos azules cuando consigue entender algunas palabras que describen su historia o cuando la gente habla del Papa, del que es "muy devoto". Asiente y, junto a su compañero de mesa, Alessandro - "ex-delincuente", lo describe cariñosamente el padre Emanuele-, les invita a probar un poco de su pasta con atún.

Basílica de Santa María de los Ángeles en Asís
Basílica de Santa María de los Ángeles en Asís

Marco, papa separado: gracias a los frailes he recuperado la dignidad

Marco, en cambio, se mantiene un poco distante. Un caballero distinguido, con sombrero y gafas. Procede de Génova, pero lleva veinte años viviendo en Asís, donde ha seguido a su ex mujer originaria de Umbría. Durante años trabajó como almacenista, pero los recortes de personal debidos al Covid-19 le dejaron sin trabajo a sus casi cincuenta años. Además, llegó el divorcio y los costes que conlleva: "Tenemos una buena relación con mi ex mujer, también por el bien de nuestra hija, pero aun así fue un trauma", explica con un tono de voz sutil. Sin trabajo y sin familia, Marco se encontró solo y llamó a la puerta de los frailes primero para pedir una comida, luego para que le dieran una cama y un techo: "Si no tuviera este punto de apoyo, nunca habría salido adelante porque no tengo a nadie. He recuperado parte de mi dignidad". Recientemente ha empezado a trabajar en una cooperativa de limpieza, pero todavía no puede ser autónomo. Pero tiene paciencia, Marco, y también la fe que le ayuda a no tirarse al suelo, a pesar del 'annus horribilis' que acaba de vivir.

Basílica de Santa María de los Ángeles en Asís
Basílica de Santa María de los Ángeles en Asís

Un sentimiento de esperanza

Mañana estará en la Basílica con los demás compañeros para reunirse con el Papa. Se sonroja cuando se le pregunta qué le diría a Francisco si pudiera hablar con él cara a cara: "¡Pero eso es una utopía!", exclama. Soñemos un poco: ¿qué le dirías? Sólo una palabra: "Gracias". "En primer lugar, gracias por su presencia, que es un mensaje de concreción en este mundo globalizado y multimedia. Gracias también por tus palabras... Leo todo lo que dices y escribes y veo que abordas el problema de la pobreza con el espíritu adecuado. El contexto de la pobreza se ha ampliado mucho, muchas cosas han cambiado. Aunque no seas pobre en la calle, hay malestar en la familia, por ejemplo. En la actualidad existen muchas formas de pobreza y no sólo afectan económicamente, sino también psicológicamente, creando exclusión social. El Papa es muy consciente de ello y sus palabras de ser más abierto y disponible me dan una gran sensación de esperanza".

Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí

11 noviembre 2021, 18:41