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Hermana Laura Vicuña, catequista franciscana, representante de la Amazonia brasileña, delegada de la Conferencia Eclesial de la Amazonia (CEAMA). Hermana Laura Vicuña, catequista franciscana, representante de la Amazonia brasileña, delegada de la Conferencia Eclesial de la Amazonia (CEAMA).

La vivencia comunitaria de los pueblos amazónicos, un aporte al Proceso Sinodal

“Las palabras del Papa en la apertura del Sínodo, el aporte de la Iglesia de América Latina al proceso sinodal, y la experiencia comunitaria de la Iglesia en la Amazonia”, son algunos de los temas al centro de la entrevista con la Hermana Laura Vicuña, catequista franciscana, representante de la Amazonia brasileña, delegada de la Conferencia Eclesial de la Amazonia (CEAMA).

Manuel Cubías / Renato Martinez - Ciudad del Vaticano

“El Papa Francisco en sus palabras de apertura nos ha llamado a todos a caminar juntos, nos ha llamado a todos a caminar también oyendo los clamores que vienen de la tierra que está tan amenazada, de los pueblos que también viven las amenazas de tener sus territorios invadidos”, lo dijo la Hermana Laura Vicuña, catequista franciscana, representante de la Amazonia brasileña, delegada de la Conferencia Eclesial de la Amazonia (CEAMA), para participar en el Sínodo de los Obispos sobre la Sinodalidad, que inició este 10 de octubre con la Santa Misa presidida por el Papa Francisco, en la Basílica de San Pedro.

Entrevista con la Hermana Laura Vicuña

La catequista brasileña dijo que el inicio de este proceso sinodal estuvo marcado por las palabras de esperanza que el Santo Padre expresó en el Momento de Reflexión previo a la Misa de Apertura. Dialogando con nuestro colega, Padre Manuel Cubías, la representante de los territorios amazónicos de la CEAMA señaló que, el aporte más significativo que la Iglesia en América Latina puede dar al Sínodo es la experiencia que se ha ido gestando a lo largo de muchos años, es decir, el de las Comunidades Eclesiales de Base.

R.- La gran contribución de la Iglesia en América Latina y, sobre todo, desde la Iglesia en la Amazonía, son las Comunidades Eclesiales de Base, que tienen este rol de caminar juntos, desde su esencia, desde su nacimiento. Una Iglesia que conjuga fe y vida, el anuncio y también la denuncia. En este caminar juntos, nosotros vamos siendo esta Iglesia sinodal y esta Iglesia que busca también vivir ya de los ministerios. Entonces, la Iglesia de América Latina articula esto, la fe y la vita en colectividad, en comunidad.

¿Cómo las Comunidades de Base, cómo los pueblos de los territorios amazónicos han hecho sentir su voz en este proceso?

R.- Los pueblos originarios por su misma naturaleza son comunidades de colectividad, comunidades que caminan juntos, que trabajan en colectividad y en comunidad. Entonces, nosotros con nuestras voces traemos también esta experiencia de vivencia comunitaria, de que es necesario caminar juntos. Los pueblos originarios en la Amazonía durante mucho tiempo fueron “invisibilizados”, fueron dejados de lado, pero son pueblos que traen – como nos habló en el documento final del Sínodo de la Amazonia – son pueblos de antiguos perfumes que continúan perfumando el Continente contra la desesperación.

¿Cómo podemos entrever los gritos de la tierra, los gritos de esos pueblos, reflejados en las palabras que pronunció el Papa en el Momento de Reflexión previo a la inauguración del Sínodo para la Sinodalidad?

R.- El Papa Francisco en sus palabras de apertura nos ha llamado a todos a caminar juntos, nos ha llamado a todos a caminar también oyendo los clamores que vienen de la tierra que está tan amenazada, de los pueblos que también viven las amenazas de tener sus territorios invadidos. Pienso que la gran palabra que nos ha dado, es la palabra de esperanza, es decir, que nosotros podemos seguir adelante como Iglesia y como Iglesia que escucha a los pobres, que escucha a los últimos.

En este proceso de escucha, ¿Cuál es la preocupación que más se oye desde tu trabajo? ¿Cuál es la preocupación que más escuchas desde tu gente, desde la Amazonía?

R.- Creo que el gran clamor, el gran grito que hoy la Amazonía trae es la gran amenaza que vivimos en nuestro territorio con la deforestación y esto afecta e impacta todo el mundo. Entonces, algo que traigo es que se respete la vida de los pueblos y de todos los que viven en la Amazonía para que podamos así garantizar a las generaciones futuras también una posibilidad de vida.

¿Qué palabras le dirías a la gente joven que no es de tu territorio, a los que son de otros países distintos de la región amazónica? ¿Qué llamado les haces o que quisieras decirles?

R.- El gran llamado que hago a todo el mundo es para que podamos caminar juntos, caminar juntos en la defensa de esta casa común, qué es la casa de todos. Que podamos caminar juntos también como una Iglesia samaritana, una iglesia en salida, pero una Iglesia que anuncia al Resucitado a pesar de todas las situaciones de muerte que hay. Entonces, el gran llamado es que nos llenemos de esperanza y que cuidemos de esta casa común que es todo el planeta tierra, que es donde vivimos.

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11 octubre 2021, 18:00