Buscar

“La experiencia de la pandemia que estamos viviendo, ha dejado clara la grandeza de la familia, de sus valores y experiencias que humanizan, que hablan de ternura, compasión y protección” afirmó el Obispo de Piedras Negras, en su mensaje por el Día de la Familia celebrado el primer domingo de marzo en México. “La experiencia de la pandemia que estamos viviendo, ha dejado clara la grandeza de la familia, de sus valores y experiencias que humanizan, que hablan de ternura, compasión y protección” afirmó el Obispo de Piedras Negras, en su mensaje por el Día de la Familia celebrado el primer domingo de marzo en México. 

México, Iglesia: La vida familiar es un gran salvavidas en medio de la tempestad

En el Día nacional de la Familia, la Iglesia mexicana recuerda que con la pandemia hay una mayor consciencia sobre la necesidad de ser un equipo humano unido para salir adelante rechazando la polarización y la violencia.

Alina Tufani - Vatican News

“Sin duda, la familia es un Don de Dios para la humanidad, un tesoro precioso que debe ser sostenido y protegido siempre”. Así lo reafirma Responsable de la Dimensión Familia de la Conferencia episcopal mexicana (CEM), Mons. Alonso G. Garza Treviño, Obispo de Piedras Negras, en su mensaje por el Día de la Familia, que cada año, desde 2006, se celebra en México, el primer domingo de marzo. Esta vez, la pandemia de Covid-19 ha dejado sentadas otras consideraciones y perspectivas en la vida de las personas, donde la familia se ha recolocado en su primacía social.

“La experiencia de la pandemia que estamos viviendo, ha dejado clara la grandeza de la familia, de sus valores y experiencias que humanizan, que hablan de ternura, compasión y protección. La vida familiar es como un gran salvavidas en medio de la tempestad; pero también es cierto que el matrimonio y la familia se están enfrentando a inmensos desafíos materiales, culturales y espirituales”, escribe el prelado mexicano.

Junto a los obispos de México, monseñor Garza reconoce la importancia de la Iglesia no solo en su labor de ayuda y caridad hacia las personas necesitadas, sino, sobre todo, hacia las familias, en su necesidad de crear auténticas relaciones humanas, de acompañamiento, de serenidad interior y de condiciones que les ayuden a tomar buenas decisiones para su futuro y su vida.

Una invitación también a orar en comunidad “para que cada hogar sea una ‘casita sagrada’ en donde Dios manifieste su amor y misericordia” y para que todos los matrimonios y familias inviten a Jesús a su barca, y depositen en Él toda su confianza.

También, monseñor Alfonso  Miranda Guardiola, Secretario General de la CEM se unió, con un mensaje, a la celebración del Día de la Familia en México, en particular, en este tiempo de pandemia y de confinamiento, que han llevado a “volver la mirada” hacia la familia y sus necesidades: “escuela y trabajo desde casa, familiares que atender, ancianos solos, desvalidos, pérdida de empleo, pero, se están revitalizando  las categorías de hermano, amigo y vecino”.

En este contexto, monseñor Miranda considera imperativo “no estar en mal” entre hermanos, amigos ni vecinos, porque, “es hoy, cuando más nos necesitamos”. También es tiempo de orar juntos con las misas y rosarios virtuales “en los comedores y salas de cada hogar, las reuniones familiares para rezar y compartir ilusiones y penas, sufrimientos y nuevos sueños”.

“Hoy somos más conscientes, que somos una familia y equipo, donde, para salir adelante, cada quien debe poner su parte, dando prioridad a la razón y a la sabiduría, y rechazando todo lenguaje de violencia, polarización o guerra”, concluye el Secretario general de la CEM, manifestando su deseo, unido al del Papa Francisco, de que la “familia humana sea hospitalaria y acogedora con todos sus hijos y que, mirando el mismo cielo, caminemos en paz, en la misma tierra”.

Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí

09 marzo 2021, 11:43