Comentario del Evangelio
En el Evangelio de este primer Domingo de Cuaresma, el sacerdote jesuita, Javier Bailén, descubre tres puntos que comparte con todos los fieles en la siguiente reflexión:
Jesús en el desierto
«En un primer momento vemos como Jesús, tras recibir la buena noticia del bautismo, es lanzado por el Espíritu al desierto y allí recibirá las tentaciones de Satanás. Tentaciones en las que no cae, tentaciones con las que no trata de tender un puente o de negociar, si no a las que simplemente les dice ¡No!.
Juan el Bautista es arrestado
A su vez vemos como Juan el Bautista es arrestado, y Jesús, lejos de amedrentarse, de tener miedo, esconderse o arrinconarse, se lanza a Galilea a anunciar la Buena Noticia. Quizás ahí tenemos la clave para salir del azote de las tentaciones. Dejar de pensar en un mismo, salir de “nuestro propio amor, querer e interés”, como decía San Ignacio de Loyola.
La Buena Nueva: "El tiempo ya ha llegado"
En un tercer momento nos encontramos con la Buena Noticia. El tiempo ya ha llegado, el tiempo ya está aquí y Jesús nos habla de la conversión del corazón y de la necesidad de creer en el Él porque las cosas van a ser diferentes.
Es una Buena Noticia que la gente estaba esperando. Nos encontramos con una comunidad, como la de San Marcos, que sufriendo mucha prisión, dolor e injusticias se encuentra con la Buena Noticia de Jesús de Nazaret que, a pesar de la dificultad de las tentaciones, arrestos, prisión y dolor, Jesús ha llegado para cambiar las cosas. Durante estas semanas de Cuaresma lo podremos vivir de una manera plena y absoluta, llegado a Jerusalén donde recibiremos la gracia más grande, la Resurrección.
Deseamos que el Señor nos conceda la gracia para convertir nuestro corazón y acercarnos a lo que más nos pide el Señor, a saber, la entrega absoluta de nuestra vida.