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Colombia: La Iglesia aboga por el reconocimiento del no nacido

En un Foro convocado por la cámara alta del Congreso colombiano, el episcopado defiende un proyecto de ley que no sólo impedirá el aborto, sino que establecería condiciones idóneas para garantizar el derecho a la vida desde el momento de la fecundación

Alina Tufani –  Vatican News

La Iglesia en Colombia reiteró que el “aborto es un mal, es un antivalor” y que es responsabilidad del Estado no sólo impedir el aborto, sino brindar las condiciones que garanticen el derecho a la vida desde su fecundación. La declaración a cargo de monseñor Juan Vicente Córdoba Villota, presidente de la Comisión de Promoción y Defensa de la Vida de la Conferencia episcopal colombiana (CEC) tuvo lugar durante el Foro Público organizado por la Cámara del Senado del Congreso que busca defender un Proyecto de Ley para que los no nacidos sean personas en Colombia, en claro contraste con los continuos intentos de legalización del aborto. Durante su intervención en el encuentro monseñor Córdoba afirmó:

“La responsabilidad del Estado no consiste sólo en impedir el aborto o en evitar legislaciones abortivas. Mediante sus estructuras legislativas y sociales, él debe garantizar la creación y promoción de las condiciones de la viabilidad de la vida con dimensiones verdaderamente humanas que garanticen el derecho a la vida desde la fecundación, pues ya es un ser humano”

El tema del aborto

A mediados del mes de noviembre, en medio de una gran polémica, se reabrió el tema del aborto en la Comisión Primera del Senado tras la discusión en primer debate del Proyecto de Ley No. 140 de 2020, por medio del cual se modifican los artículos 90 y 93 de la Ley 84 del Código Civil, que rige desde 1873. Dichos artículos establecen que la existencia legal de toda persona principia al nacer, esto es, al separarse completamente de su madre; y que los derechos que se deferirían a la criatura que está en el vientre materno, si hubiese nacido y viviese, estarán suspensos hasta que el nacimiento se efectúe.

Con la reforma propuesta en el proyecto, la Ley reconocería que la existencia legal de una persona principia desde la concepción y es desde este momento cuando el derecho a la vida debe respetarse, garantizarse y protegerse de forma incondicional en todas las etapas de desarrollo en que se encuentre.

Durante su intervención en el Foro – que contó con la participación de unas 60 personas, entre académicos, médicos, y la ciudadanía en general – monseñor Córdoba afirmó que la procreación en una pareja, es un acto biológico y espiritual, siendo Dios quien da el ser y la vida como un don y tarea, por tanto:

“El ser humano es responsable, autónomo y feliz, si respeta su vida y la de los demás, como valor en sí mismo. Esto es lo que hace que la vida de la persona, sea diferente, original y diversa, a la de las demás creaturas vivientes”

El embrión es una vida humana

El prelado – refiere una nota de prensa del episcopado – aseguró que los hijos son “un regalo de Dios”, los seres humanos procrean y participan en la aparición de una nueva vida,  de modo que el embrión es una vida humana, “nunca de animal, ni amorfo o incompleto”. De allí su llamado a que ese embrión sea respetado y protegido en toda su plenitud humana “con mayor razón por ser el más pequeño e indefenso de los seres humanos”. El prelado también indicó:

“Una falsa exaltación de la libertad individual”

“Una vez que se le pierde el respeto a la vida humana por nacer, por medio de una falsa exaltación de la libertad individual, viene la lógica de la muerte, que conduce también a la falta de respeto por la vida humana después de nacer, sobre todo si esta vida humana es vilmente considerada como carente de significado o incompleta”

El presidente de la Comisión episcopal de Promoción y Defensa de la Vida en su intervención enumeró algunos aspectos donde se evidencia el por qué el ser humano, desde un sentido cristiano, ha de ser custodio de su propia vida y la de los demás:

“El primer derecho de una persona humana es el derecho a vivir, por eso debe ser protegido más que a ningún otro y, bajo ningún pretexto, puede utilizarse el aborto, ni por parte de la familia, ni por parte de la autoridad pública, como medio legítimo para regular los nacimientos”

El hombre jamás puede obedecer a una ley inmoral

Además, monseñor Córdoba enfatizó que “cualquiera que sea la ley civil, debe quedar bien claro que el hombre no puede jamás obedecer a una ley inmoral en sí misma”; tal es el caso de la ley que admitiera el principio de la licitud del aborto. Por último recordó que “la vocación del médico, no es la de suprimir la vida, sino la de conservarla y favorecerla al máximo”.

Actualmente la despenalización del aborto en Colombia sólo está permitida en tres causales: cuando el embarazo constituya peligro para la salud o la vida de la mujer, cuando exista grave malformación del feto que haga inviable su vida y cuando el embarazo sea el resultado de una violación. 

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06 diciembre 2020, 10:11