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Primer domingo de Adviento: Estén despiertos

No sabemos el día ni la hora, por ello necesitamos estar siempre despiertos y no dormidos. El Padre Francisco Díaz S.J. comenta el Evangelio del primer domingo de Adviento, Marcos 13, 33-37.

El primer domingo de Adviento nos ofrece un Evangelio breve, pero con mensaje directo. Estos versículos tomados del capítulo trece, forman parte del discurso escatológico que utiliza el estilo apocalíptico judío. En ellos se anuncian tiempos difíciles, como la caída del Templo y de la ciudad de Jerusalén, limitándose a anunciar las señales premonitorias, sin que se indique el momento exacto en que sucederán.

Se sobreentiende que de conocer el día y la hora, nos prepararíamos y estaríamos alertas únicamente el tiempo necesario. En vez de ello, nos pide permanecer alertas y con una actitud vigilante siempre y en todo momento. ¿Recuerdan a los discípulos en el huerto de los Olivos (Mc 14,34)? Se adormentaron en vez de permanecer despiertos esperando a su Señor. La imagen de permanecer despiertos nos invita a vigilar sin caer en la tentación ni bajar la guardia. En los momentos difíciles, no rendirse. Ante la violencia del pecado, no dejarse arrastrar por el mal.

No sabemos el día ni la hora, por ello necesitamos estar siempre despiertos y no dormidos. Vigilar y orar para no caer en tentación. Por eso dice el apóstol: ¡Despierta, tú que duermes, levántate de entre los muertos y Cristo te iluminará (Ef 5,14)!

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28 noviembre 2020, 10:03