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Sedac. La pandemia y la urgencia del bien común en el centro de la plenaria

Las dramáticas consecuencias de la pandemia de Covid-19 y la promoción del bien común: estos son los dos del mensaje de la Secretaría Episcopal de América Central (Sedac), difundido al final de su Asamblea Plenaria, celebrada el 26 de noviembre en modo virtual.

Isabella Piro - Ciudad del Vaticano

"El dolor, la tristeza y la impotencia ante la enfermedad, ha herido nuestros corazones de pastores”: lo afirman los prelados participantes en la plenaria de la Secretaría Episcopal de América Central en el documento difundido al final de su Plenaria celebrada el 26 de noviembre de modo virtual. En el mensaje la Sedac expresa la gratitud de la Iglesia por los numerosos sacerdotes, médicos y trabajadores de la salud que se han puesto al servicio de la protección de la salud y la vida de los demás, arriesgando personalmente y haciendo de la fraternidad universal una realidad concreta. 

En estos meses- afirma la Sedac-, la caridad se ha hecho palpable en la población, pues han compartido lo mucho o poco de lo que tienen para vivir. Sin embargo, siguen existiendo “brechas significativas” entre los países en el sector de la salud, porque en muchos hay una gran diferencia entre la asistencia pública y la privada y hay deficiencias en materia de seguridad social, infraestructura y personal médico y auxiliar. Pero fallas igualmente graves y dramáticas las registra la Iglesia de Centroamérica en las instituciones, donde hay "crisis políticas, falta de institucionalidad, pérdida de democracia, autoritarismo, caudillismo, populismo, falta de liderazgo que busque el bien común". No sólo: el crecimiento del desempleo ha agravado "la expansión de la economía informal y el consecuente aumento de los índices de pobreza.

También Sedac se siente dolida “por la migración, grandes caravanas de personas en búsqueda de un futuro mejor al que le pudiera ofrecer su propia tierra”, mientras que en algunos países “ven incrementada la delincuencia y el consecuente deterioro social. “Es un deber de los gobiernos el caminar hacia el bien común que requiere la paz social, la estabilidad y seguridad, así como una firme mejoría de los sistemas económicos y de salud, que beneficien a toda la población y no a unos pocos”.

La llamada de Sedac a la política es también fuerte: exhortamos a quienes tienen responsabilidades políticas a trabajar activamente en favor del respeto a la persona, a sus derechos básicos ordenados al desarrollo integral, al bienestar social y al principio de la subsidiariedad. Hacemos también especial referencia a la familia, célula básica de la sociedad, la que debe protegerse y custodiarse.

El Secretariado Episcopal no olvida, “el dolor, el miedo y la incertidumbre” de las numerosas poblaciones afectadas por los huracanes ETA e Iota, que han azotado recientemente la región, causando "en el corto lapso de dos semanas” la pérdida de vidas humanas, la destrucción de infraestructuras y viviendas, el desbordamiento de los ríos, la falta de comunicación, de agua potable y de víveres". Una catástrofe natural a la que también contribuyó " La tala indiscriminada de árboles y el robo de tierra a nativos ", subrayaron los obispos.

La Plenaria también dio espacio a la vida y el ministerio sacerdotal, con especial consideración a la formación en los seminarios. Este pastoreo -continúa el mensaje - implica estar atento a los signos de los tiempos, para discernir en los sufrimientos y esperanzas de la comunidad, la voluntad de Dios. De ahí el agradecimiento a los sacerdotes por su trabajo, su entrega generosa, su esfuerzo y su sacrificio en favor del pueblo santo de Dios.

Los obispos de América Central exhortan, por lo tanto, a esperar en el Señor que, incluso en la dura realidad de hoy, "fortalece y anima". "A pesar de las sombras, miremos hacia adelante con confianza - se lee en la nota episcopal - miremos hacia el futuro y sus desafíos con esperanza, porque Dios sigue sembrando bondad en la humanidad". El modelo a seguir, explica el Sedac, es el del Buen Samaritano, es decir, el de "una Iglesia fraterna “que carga sobre sí el dolor del que sufre” y que ve "en cada día una nueva oportunidad para generar nuevos procesos y transformaciones de la sociedad sufriente”

Un llamamiento especial dirige el Secretariado Episcopal a los jóvenes y a su "creatividad digital": Jóvenes, - dicen los obispos - les impulsamos a continuar utilizando estas herramientas para la proclamación del Evangelio y sean ustedes esos influencer de Dios. La sociedad ya ha tenido mucho tiempo de degradación moral, burlándonos de la ética, de la bondad, de la fe, de la honestidad y llegó la hora de advertir que esa alegre superficialidad ha servido poco. Es urgente volver a promover el bien, para nosotros mismos, nuestras sociedades y para toda la humanidad.

El Sedac hace luego una referencia específica al Bicentenario de la Independencia que muchos países centroamericanos celebrarán en 2021: es un acontecimiento en el que debemos reflexionar, -dicen los prelados - “un pueblo sin memoria no es un pueblo, olvida sus raíces, olvida su historia. De ahí la exhortación a todas las conferencias episcopales de la región a que “recojan la historia, la mediten, la transmitan, dando gracias por los logros, los avances, los aciertos y también aprender de los errores, para no convertirnos en “pueblos sin memoria, sin profecía y sin esperanza” (Papa Francisco, 30 de mayo 2016). Es precisamente esta memoria la que nos impulsa a creer en la necesidad de tener proyectos de nación en nuestros países”.

El documento concluye con una oración al Señor para que bendiga a todos los pueblos de América Central.

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30 noviembre 2020, 16:10