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COVID-19. Nicaragua: Iglesia pide caridad en las fiestas decembrinas

En familia, sin grandes fiestas, sin procesiones o concentraciones, con sentido evangelizador y actos de caridad son las orientaciones del Primado de Nicaragua, ante las celebraciones navideñas que se avecinan. Un nuevo llamado a la responsabilidad social y a seguir el protocolo de bioseguridad establecido por el episcopado.

Alina Tufani - Ciudad del Vaticano

“Las circunstancias de inseguridad sanitaria que vivimos en esta época son una vez más, oportunidad para celebrar con sentido evangelizador, con fervor y piedad, con discernimiento respecto a lo esencial en nuestras tradiciones y con austeridad en todo, priorizando la caridad”. Así se lee en el documento “Orientaciones para celebraciones marianas y navideñas” publicado por la Arquidiócesis de Managua, ayer, domingo, a firma del cardenal Leopoldo Brenes Solórzano.

Convencido de la importancia y belleza del encuentro de la fe y la idiosincrasia de los cristianos nicaragüenses en las fiestas decembrinas con la celebración mariana de la Inmaculada Concepción y el natalicio de su hijo Jesús, el Niño Dios, el Primado de Nicaragua plantea a las familias y comunidades católicas “el reto” de continuar trasmitiendo este “tesoro de nuestra piedad popular”, a las nuevas generaciones “con la fuerza de la fe y la ternura propia del misterio del Dios con nosotros en Navidad”.

Ante la ausencia de restricciones y protocolos precisos por parte del gobierno nicaragüense desde el comienzo de la pandemia, nuevamente, la Iglesia de Nicaragua previene a los fieles sobre el comportamiento de los católicos en este período, tal como lo hizo, en su momento, con el cierre de las iglesias y al “autoconfinamiento”.

Las cuatro orientaciones que el cardenal Brenes ofrece a los feligreses comienzan con la celebración, en un ambiente especialmente familiar, de la Novena a La Purísima Concepción de María y al Niño Dios, ya sea en los templos, respetando el protocolo de bioseguridad vigente o a través de las redes sociales y medios de comunicación.

El purpurado nicaragüense se refiere, en particular, a la tradicional “Gritería”, una celebración en honor a la Virgen Inmaculada en la víspera de la solemnidad, el 7 de diciembre, cuando los devotos - ya desde principios del siglo XVIII - recorren las calles y visitan diferentes altares erigidos en honor a la Virgen María, en templos y casas particulares.

“En la Tradicional Gritería, hacer los altares en las parroquias y hogares, evitar aglomeraciones, reduciendo el tiempo de visita a dichos altares. El brindis y otras promesas podrán sustituirse por obras de misericordia, teniendo en cuenta la austeridad exigida por estos tiempos difíciles”. Dice la carta del cardenal Brenes.

En cuanto a las Misas durante estas festividades, el purpurado recuerda que se aplicarán las disposiciones de orden sanitario ya emitidas el pasado 2 de octubre por la Conferencia episcopal de Nicaragua (CEN) y reitera que como comunidad cristiana y “con sentido de responsabilidad”, no se realizaran procesiones, caravanas vehiculares y otras actividades que impliquen concentración de personas.

“Ofreceremos estas limitaciones circunstánciales con espíritu penitencial implorando el fin de la pandemia, el eterno descanso de nuestros difuntos, la conversión de todos y la paz en fraternidad en nuestra amada Nicaragua” concluye el Arzobispo de Managua.

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26 octubre 2020, 16:27