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2020.06.15 - Mons . Luis José Rueda Aparicio-Arcivescovo de Bogotá Colombia 2020.06.15 - Mons . Luis José Rueda Aparicio-Arcivescovo de Bogotá Colombia 

Monseñor Rueda: “No podemos callar ante la creciente violencia”

El arzobispo de Bogotá, monseñor Luis José Rueda Aparicio, se pronunció mediante un comunicado rechazando enfáticamente las masacres cometidas en los últimos días contra jóvenes en Cali y Samaniego (Nariño): "El horror de la guerra en distintas regiones sigue pisoteando la vida humana".

Ciudad del Vaticano

El prelado subrayó en su mensaje que es imposible callar ante el hostigamiento y la presión despiadada que cometen los grupos armados, atentando así contra las comunidades rurales y urbanas, coartando la libertad de los pueblos, estas acciones, dice el arzobispo, generan una anticultura de muerte y de miedo:

“Las terribles noticias de la última semana en Colombia, ponen de manifiesto que, el horror de la guerra en distintas regiones sigue pisoteando la vida humana. Podemos estar con “tapabocas” pero no podemos callar ante la creciente violencia que se ensaña contra nuestros pueblos, como un monstruo destructor que crece en nuestro país”.

"No podemos callar"

En el mensaje, el arzobispo de Bogotá insistió: “No podemos callar ante grupos que torturan a campesinos, indígenas, afrocolombianos, a hombres y mujeres. No podemos callar ante las amenazas y asesinatos de reincorporados en el proceso de paz, no podemos callar cuando fuerzas macabras pretenden destruir a sangre y fuego la esperanza de los colombianos”.

Destrucción del proyecto de fraternidad

En su declaración citó el mensaje del papa Francisco de este año para la Jornada Mundial de Oración por la Paz “En realidad, toda guerra se revela como un fratricidio que destruye el mismo proyecto de fraternidad, inscrito en la vocación de la familia humana. Sabemos que la guerra a menudo comienza por la intolerancia a la diversidad del otro, lo que fomenta el deseo de posesión y la voluntad de dominio. Nace en el corazón del hombre por el egoísmo y la soberbia, por el odio que instiga a destruir, a encerrar al otro en una imagen negativa, a excluirlo y eliminarlo”. (Papa Francisco, 1 de enero 2020).

Monseñor Rueda se refirió al recrudecimiento de la violencia que azota al país, clamó de manera especial por el fin de la guerra que se libra en regiones como el Chocó, en el Valle del Cauca, en el Cauca, en Nariño, en el Putumayo y en toda la región Amazónica, en Arauca y en los llanos, en el Catatumbo, en el Magdalena Medio, en el Bajo Cauca Antioqueño, en Córdoba, en Urabá. Así también el llamado vehemente fue para pedir por la paz en las ciudades y en los campos.

“En medio de la pandemia llamamos a un cese al fuego, llamamos a combatir unidos contra el narcotráfico, llamamos a la reconciliación social, política, económica y ecológica”.

Implementar una cultura del diálogo y la paz

Por último, monseñor Rueda hizo un llamado a todos los líderes del país a trabajar unidos e implementar una cultura del diálogo veraz, responsable y fraterna. “No permitamos que crezca la perversión de nuestras relaciones sociales, no permitamos que crezca el miedo recíproco que nos obliga a vernos como enemigos, no nos encerremos en eternas polémicas estériles mientras los más pobres en nuestras regiones y en las periferias de nuestras ciudades quedan abandonados a la indiferencia total, a la muerte como noticia que llega y simplemente pasa. Necesitamos un pacto ciudadano por la paz, por la vida y la reconciliación”.

 

Pronunciamiento de la Conferencia Episcopal Colombiana  

Los obispos colombianos, mediante un comunicado publicado el 18 de agosto, expresaron: “manifestamos nuestra profunda aflicción y preocupación por las masacres de 5 jóvenes en Cali y de 8 jóvenes en Samaniego (Nariño), asesinados brutalmente los pasados 11 y 15 de agosto. Oramos a Dios por las víctimas y expresamos nuestra cercanía y solidaridad a sus familias, a los habitantes de las ciudades donde sucedieron estos crímenes y a las comunidades eclesiales de la Arquidiócesis de Cali y de la Diócesis de Ipiales”.

Los obispos también afirman en su mensaje que “Estos hechos se suman a las amenazas a personas y a comunidades, a los asesinatos de líderes sociales y de excombatientes de las FARC-EP, y a los enfrentamientos armados por el control de las rutas del narcotráfico que se han verificado recientemente en otros departamentos del país, como Norte de Santander, Chocó, y Cauca”.

Los prelados llaman a reconocer el carácter sagrado e inviolable de la vida humana, así como expresan su solidaridad con aquellos que sufren la miseria, la falta de oportunidades y la violación a sus derechos fundamentales. Expresan su rechazo a toda forma de violencia y exhortan, citando al Papa Francisco, a los grupos armados para que cesen sus acciones violentas. Animan al gobierno a proteger de manera efectiva a las comunidades que padecen la violencia y a avanzar en la implementación de los Acuerdos de Paz.

 

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19 agosto 2020, 09:38