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Fanny Cuiro: lideresa Huitoto y descendiente del genocidio cauchero colombiano

“Los saludo con palabras dulces. Propias de una mujer indígena amazónica que representa a las mujeres de la palabra dulce, de la yuca dulce, de la manicuera, palabras de una descendiente victoriosa del genocidio cauchero”, expresa la lideresa Huitoto

Manuel Cubías – Ciudad del Vaticano

Fanny Cuiro, delegada de la Organización de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana (OPIAC), participa en el Pre-sínodo para la Amazonía organizado por la Conferencia Episcopal de Colombia y denominado Foro "Nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral".

En nombre de los pueblos indígenas de la Panamazonía

Fanny Cuiro comenzó su exposición expresando: Hoy tomo la voz en nombre de los 56 pueblos indígenas de la Amazonía, de los 102 pueblos que existen en Colombia y de todos los pueblos indígenas de la Panamazonia.

 

Para nosotros no ha sido fácil de resistir y permanecer mientras asumimos nuestro deber milenario de mantener la amazonia en pie porque, aunque como pueblos hemos sido invisibles para los Estados, las instituciones y la sociedad, nuestros recursos naturales no han sido invisibles. Todo lo contrario. Han sido sometidos a sucesivos procesos extractivistas que han expoliado a la amazonia a costa de la vida de miles de seres humanos y miles de especies que forman parte de este gran bioma.

Somos parte de la agenda del Papa Francisco

Me llama mucho la atención y me alegra que el Papa Francisco, a pesar de sus ocupaciones y prioridades, enfatice y ponga en su agenda y en la mesa la Panamazonia, la vida que la integra. Somos parte de la agenda del Papa Francisco y eso nos llena de muchas esperanzas. El abuelo Francisco en su profunda sabiduría expresa compromiso con la vida en todas sus formas.

Es por lo que hoy los obispos aquí presentes están preparando este sínodo. Le pido a Dios que los ilumine, al espíritu sagrado de la coca, el tabaco y la yuca dulce que hable a través de ustedes para que el mundo comprenda que todos tenemos derecho a existir y a ser diferentes y que todos los árboles y animales son seres con espíritu y que deben ser respetados.

Hemos sido excluidos e invisibilizados

Nosotros, los pueblos indígenas amazónicos, sentimos que no somos parte de la agenda histórica de este país. Sentimos su abandono e indiferencia. Sentimos que nuestras voces no son escuchadas y que nuestras vidas no son respetadas. Hemos sido excluidos e invisibilizados y la exclusión es un crimen que ciega cualquier posibilidad de gozar los derechos. De mis abuelos aprendí que mientras haya excluidos, no habrá paz.

 

La histórica exclusión ha logrado permear las esperanzas de paz de los últimos años, en donde nuevamente los amazónicos hemos sido excluidos de la implementación de los Acuerdos de Paz bajo la excusa de que el conflicto armado no llegó a nuestros territorios. Así a los pueblos de los departamentos indígenas, Guaynía, Amazonas y Vaupés nos fue negado el derecho de que los instrumentos de desarrollo, producto de los Acuerdos de Paz, sean implementados en nuestros territorios. Es más, el Estado no tuvo en cuenta a nuestras víctimas, a nuestros jóvenes reclutados por los distintos actores armados.

Amenazas de los pueblos y de sus territorios

Con muchas dificultades hemos logrado la formalización de nuestros territorios como resguardos, pero estos territorios siguen siendo amenazados de múltiples formas: minería legal e ilegal; explotación de hidrocarburos; mercado de carbono; ganadería extensiva; incendios forestales; cultivos de uso ilícito y planes de conservación sin participación de nuestra gente.

Incluso nuestros territorios están traslapados con entidades territoriales corruptas que no han logrado jalonar procesos de desarrollo propios centrados en la identidad amazónica. Como consecuencia de la ausencia estatal, la Amazonía se está convirtiendo en epicentro de violencias y refugio de grupos ilegales y disidencias que siembran miedo y temor y que quebrantan la armonía de nuestros territorios.

La protección del Estado y la garantía a derechos fundamentales, a la salud, educación, a los servicios públicos siguen siendo meros sueños distantes de alcanzar. Sin embargo, son y serán el motor de nuestra lucha como organizaciones.

Solicitudes

A las organizaciones ambientalistas, institutos de investigación y corporaciones les pedimos que no piensen o hagan por nosotros, en su lugar, queremos que se sumen a nuestros planes de vida.

A la Iglesia Católica, le pedimos que nos siga acompañando y trabajando para que el sínodo no se quede en papeles y reuniones. Es decir, como dicen mis abuelos: “Que hagan amanecer la palabra en obra”. Que se implementen programas concretos de defensa de la vida en todas sus manifestaciones y del goce efectivo de todos los derechos fundamentales.

Al gobierno nacional, aunque no está aquí, y si están aquí sus funcionarios, que me escuchan, le pedimos que incluya y priorice en su agenda a los 56 pueblos indígenas que hemos mantenido la Amazonía en pie.

Que avancemos en la implementación efectiva del decreto 6-32 sobre áreas no municipalizadas del Guaynía, Amazonas y Vaupés. Que se respete la consulta previa e informada para el desarrollo de programas e iniciativas para la amazonia, ya que este es un mecanismo de protección para los pueblos indígenas en altísimo riesgo de extinción física y cultural.

Por último, invito a los presentes y a los señores obispos, que nos visiten en la Chorrera Amazonas, donde está la casa Arana, antiguo centro de esclavitud y genocidio cauchero que hoy es símbolo de resiliencia y de conciliación. La Casa Arana es como la cúpula de Gembaku en Hiroshima o los campos de concentración en Auschwitz. Allí entre 1900 y 1932, más de cien mil indígenas perdieron la vida a causa de la explotación del caucho. Por eso es un lugar que nos enseña lo que no se debe repetir o permitir como colombianos.

Reitero y extiendo un saludo para el Papa Francisco. Agradecemos esta iniciativa y pedimos a nuestro creador que proteja su salud y su vida. Comparto mi voz de aliento a todos los obispos para que no se cansen de trabajar por la defensa de la casa común cuyo corazón es la Amazonía

Fanny Cuiro: lideresa Huitoto

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14 agosto 2019, 17:35