Caritas España actualiza su modelo de Cooperación Fraterna

Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano

El contenido de estas jornadas se ha desarrollado en torno al “Modelo de Cooperación Fraterna” aprobado por la última Asamblea General de Cáritas, celebrada el pasado mes de junio, y que supone el punto culminante de un largo proceso de análisis y reflexión sobre este ámbito de trabajo, que arranca con el Directorio de Cooperación Internacional del año 2002.

Esta iniciativa ayudó a promover el encuentro, tanto de directivos de las Cáritas Diocesanas como responsables de cooperación, para que puedan profundizar en el Modelo como elemento clave de la identidad de la institución en ámbito de la dimensión universal de la caridad.

Trabajar la animación comunitaria

Otros de los objetivos planteados por los organizadores de las jornadas fueron los de trabajar la animación comunitaria como eje central de la acción de Cáritas en el ejercicio de la cooperación internacional; animar a la reflexión sobre la universalidad de la caridad como desafío para la acción de Cáritas; descubrir los vínculos existentes entre la labor de esta organización dentro y fuera del territorio; así como promover la formación y el conocimiento en aspectos clave de la cooperación internacional por parte de todos los agentes de la Confederación Cáritas.

En búsqueda de una civilización global

Por su parte, Natalia Peiro, secretaria general de Cáritas y encargada de presentar el documento, senaló que el momento para la publicación de este Modelo es significativo ya que coincide con la celebración del aniversario de la encíclica Laudato sí que profundiza en una civilización global.

"Y también porque nos encontramos en una etapa de la historia en la que la globalización, el desarrollo sostenible, la aldea global, nuestro mundo, es decir, la Casa Común y el compromiso con la cooperación al desarrollo hacen aguas en Europa y ponen en cuestión esa humanidad solidaria, o más aún, fraterna, que queremos para el mundo en que vivimos”, añade.

“Hoy más que nunca –acota la secretaria general de Cáritas— es necesario acercar a las personas y propiciar el encuentro entre los diferentes y la especial atención a las personas que sufren, estén aquí o allá. Además, los últimos años han significado una mejora del desarrollo humano en la mayoría de los países, pero a la vez una desigualdad también creciente en muchos de ellos. De ahí la importancia de que el compromiso en la acción de cooperación internacional tenga esas características de sostenibilidad y de protagonismo”.

La dimensión universal de la comunidad cristiana 

Este “Modelo de Cooperación”, que sale a la luz tras décadas de experiencia de trabajo de Cáritas Española en cooperación, se inspira, de manera específica, en dos reflexiones previas: el ya citado «Directorio de Cooperación Internacional», aprobado por la Asamblea General del año 2002, y el «Documento Marco de Cooperación Internacional», publicado en 2007, que recogió la reflexión realizada en el camino y marcó un modelo consensuado de acción que ha orientado hasta hoy el trabajo de Cáritas en este campo.

Ambos documentos han permitido a un buen número de Cáritas Diocesanas de nuestro país avanzar con criterios compartidos en el desarrollo de la dimensión universal de la caridad y, en coordinación con los Servicios Generales de Cáritas Española, Caritas Internationalis y otras instituciones de Iglesia, acompañar proyectos de desarrollo en los países del Sur a través de la cooperación fraterna con las Cáritas hermanas.

Sin crisis pero con pobreza social

La nueva edición del “Modelo de Cooperación Fraterna” propone una relectura de dichos documentos para, como se explica en su introducción, poder iluminar, impulsar e intensificar la acción de la comunidad cristiana en su dimensión universal, convencidos de que, aun manteniendo una línea de continuidad con la trayectoria anterior, no podemos dar respuestas de ayer a los nuevos problemas de hoy.

En este contexto Natalia Peiro explica que a pesar de que los indicadores económicos señalan que España ha salido de la crisis, el nivel de pobreza social no se ha visto recuperado.