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Hogar del abrazo maternal: una respuesta contra el aborto

La Conferencia Episcopal argentina, en un comunicado, expresó su pesar por el hecho que la Cámara de Diputados de la Nación sancionó por escasos votos el Proyecto de Ley de “Interrupción voluntaria del embarazo”, un eufemismo para dar media sanción al Aborto en este país

Patricia Ynestroza –Ciudad del Vaticano

Este lunes 23 de julio en la sede de la Conferencia Episcopal Argentina, la Comisión Episcopal de Laicos y Familia reunió a diferentes organizaciones y grupos que se encuentran trabajando en la defensa del niño por nacer. Fueron recibidos por el padre Gustavo Antico, Secretario Ejecutivo de la CELAF y el Padre Máximo Jurcinovic, responsable de la Oficina de Prensa de la CEA.

#ValeTodaVida

En un primer momento se destacó la importancia de lo celebrado y vivido en la Basílica de Luján el pasado 8 de julio, cuando una multitud se reunió a los pies de la Virgen de Luján para expresar que #ValeTodaVida y renovar la esperanza en estos tiempos tan desafiantes para nuestro país.

El presbítero Jurcinovic expresó que, desde la Oficina de prensa, reconocimos la labor de todos los que hicieron posible que lo vivido ese día, llegara tantos hermanos nuestros, especialmente a través de las imágenes que se compartieron en las redes sociales y en las transmisiones en vivo de radio y televisión. Indicó que en este tiempo estamos trabajando fuertemente para que el expresar #ValeTodaVida no sea solamente un slogan de comunicación, sino una experiencia de trabajo pastoral que sea transversal a toda la apasionada defensa de la vida que los cristianos están llamados a realizar en este tiempo de la historia argentina.

Se destacó que desde el comienzo del debate, la Iglesia Argentina ha manifestado el valor de la oración. Aun con dolor y perplejidad ante la posibilidad de una ley que permita el aborto en Argentina, todos los grupos manifestaron que rezar juntos mantiene la unidad y la esperanza de que no se acepte una cultura de la muerte.

Una lucha por la Cultura de la Vida

Como Iglesia presente en villas y barrios populares, donde se viven diversidad de dificultades, los obispos renuevan el compromiso con la lucha por la Cultura de la Vida y los derechos humanos y esperan que los senadores puedan dar cuenta del inmenso valor que tiene toda vida humana, la de la madre y la de la niña o niño por nacer; de allí que parten con una propuesta concreta a la dificultad de las jóvenes y adolescentes de estos  barrios que llevan adelante embarazos de riesgo o incluso no deseados ni planificados.

Porque como dice Mons. Eduardo García, obispo de San Justo,  los obispos creen firmemente en la necesidad de cuidar de la vida humana en todas sus etapas, desde la concepción hasta la muerte. Siempre cada ser humano será el rostro de Dios, más allá de su fragilidad. La lucha por la igualdad -tan invocada en los discursos de estos días- está en nuestro ADN: los cristianos creemos profundamente en la fraternidad que nos da ser hijos de Dios y por lo tanto hermanos e iguales entre nosotros y ante sus ojos.

Contra la cultura del descarte

Nuestro querido Papa Francisco, se lee en el comunicado, ha denunciado innumerables veces la cultura del descarte de nuestras sociedades: los viejos, los inmigrantes, las personas con discapacidad, los pobres y los niños por nacer molestan, nos piden atención, nos piden cuidado, nos “quitan” comodidades y privilegios; entonces hay una fuerte tendencia a descartarlos, a quitarles el derecho a la existencia. Los proyectos individuales, el nivel de consumo, el bienestar y el confort, por sobre todas las cosas, son los que mandan.

padre Pepe di Paola, Villa La Cárcova- Diócesis de San Martín

La respuesta a esta ley que promueve el aborto, la está dando la Iglesia. Los sacerdotes de las villas quieren dar una respuesta concreta a las necesidades de las villas y barrios populares, allí donde la vida se lleva adelante pese a las dificultades. Y cada embarazo, cada niña y cada niño, es esperado y recibido como un don, un regalo, con la esperanza de que un futuro distinto y mejor que el actual le espera.

Y son las mujeres pobres de las villas, las mujeres de los barrios pobres, dicen los obispos, las que eligen la vida, la vida del niña o niño que vendrá y la de la mujer que lo lleva en su vientre, incluso cuando muchas veces deben hacerlo solas sin un hombre que se haga cargo de su propia paternidad y totalmente ausente o en grandes dificultades. Por esto las mujeres serán las grandes protagonistas de esta propuesta: como sujetos de derechos que no solo reciben contención y cuidados, sino que también lo brindan a sus pares. Sí, las mismas mujeres de nuestras comunidades llevarán adelante los Centros que recibirán el nombre de: “Hogar del abrazo maternal”.

Carolina Sánchez Villa Itatí-Diócesis de Quilmes

Hogar del abrazo maternal: una respuesta contra el aborto

Desde hace años, se viene haciendo un trabajo silencioso en distintas instituciones y dentro de nuestras comunidades para acompañar a mujeres con embarazos de riesgo, o inesperados. En estos centros se recibirán a adolescentes y jóvenes mujeres, que lleven adelante embarazos de riesgo, o inesperados, en condiciones de fragilidad y desamparo. Allí se les dará alimentación, atención y control médico y sanitario, apoyo psicológico, orientación legal y social para que puedan llevar adelante sus embarazos como así también los primeros años de sus bebés hasta poder ingresar al ciclo de educación inicial.

Los obispos en su comunicado informan que en sus capillas dispondrán de un lugar adecuado para que puedan estar durante el día, almorzar, merendar, descansar, recibir cariño y contención, formación y orientación ante cada situación y, en los casos en que no fuera posible la crianza posterior del niño, poder rápidamente articular con el sistema Judicial para una pronta adopción del mismo. En un clima de familia que recibe, abraza y acompaña se buscará sobre todo dar ánimo y fortaleza. Por otro lado, también se recibirá y acompañará en sus crecientes responsabilidades a los papás adolescentes y jóvenes. Obviamente se acompañará con respeto y cariño a las mujeres que hayan atravesado el drama de un aborto.

Mariela Cisneros y Damiana Godoy

Por último, los obispos expresan su esperanza que de modo gradual y con la debida adaptación a cada contexto para recibir mejor la vida como viene, se irán abriendo los Hogares del abrazo maternal en distintas comunidades.

Mons. Gabriel Barba de la Diócesis de Gregorio Laferrere

 

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25 julio 2018, 08:41