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Burkina Faso y Gabón: la lucha para evitar que el Covid-19 se extienda, "sería un desastre"

El cardenal Philippe Ouédraogo, arzobispo de Uagadugú en Burkina Faso, ha confirmado a través de un mensaje que tiene el coronavirus, agradece las muestras de cariño recibidas y "ofrece con gusto este momento de prueba" exhortando al pueblo a respetar las normas de seguridad establecidas. Por su parte, la Iglesia en Gabón pide luchar contra la pandemia sin miedo pero con responsabilidad: "si el Covid-19 se extiende en toda África sería un verdadero desastre".

Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano

«Queridos hermanos y hermanas, en la mañana del lunes 30 de marzo de 2020 recibí el resultado positivo de la prueba realizada 48 horas antes por los médicos. Así que me uní a la multitud de pacientes confinados en todo el mundo para cumplir el tratamiento. ¡No sólo le pasa a los demás!».

Con estas palabras el cardenal Philippe Ouédraogo, arzobispo de Uagadugú en Burkina Faso, inicia su mensaje publicado en el sitio web de la Conferencia Episcopal del país, dirigido a su diócesis y a sus "amigos cristianos y no cristianos", en el que confirma que dio positivo en la prueba del coronavirus.

El cardenal agradece las muestras de solidaridad

El purpurado, sorprendido por las innumerables expresiones de solidaridad y compasión hacia él, expresa en el mensaje su profunda gratitud a todos los que, en esta enfermedad, están a su lado cuidándolo: los colaboradores de la arquidiócesis, los obispos, la nunciatura, los religiosos y sobre todo los médicos, "que actuaron con altruismo y profesionalidad".

"Con gusto ofrezco este momento de prueba"

"Muchos familiares, amigos, conocidos de todas las denominaciones religiosas, me han enviado sus muestras de afecto a través del teléfono y mensajes de aliento, a la vez que han organizado novenas de oración para mi curación", escribe el cardenal.

 

El arzobispo de Uagadugú concluye asegurando que al igual que Jesucristo ofreció su vida en la Cruz por la redención del mundo, "con Él y después de Él, con gusto ofrezco este momento de prueba y sobre todo mi oración diaria, por todos los que están enfermos de Covid-19 o que sufren otras dolencias; con el anhelo de parar todas las muertes de inocentes por las fuerzas del mal; y por la reconciliación, la justicia y la paz en Burkina Faso".

La Iglesia en Gabón lucha contra el coronavirus

Por su parte, los obispos de Gabón, otro país africano que está luchando para evitar que el coronavirus se extienda de manera incontrolable, lanza un mensaje de esperanza al pueblo, animándolo a no se resignarse al mal, "sino que sigan adelante con valentía y solidaridad".

"Ni negación, ni resignación, ni miedo: frente a la pandemia del coronavirus se necesita coraje, prudencia y solidaridad", estas son, en resumen, las directrices que ha dado la Conferencia Episcopal Gabonesa (Ceg) en una larga reflexión publicada en su página web, firmada por el Padre Paul-Marie Mba, miembro de la Comunidad de las Bienaventuranzas.

Si el coronavirus se extiende en toda África sería un verdadero desastre

Una reflexión articulada que parte de un hecho muy concreto y dramático: si la emergencia del Covid-19 alcanzara toda África, entonces sería un verdadero desastre. El padre Mba, de hecho, pone de relieve las deficiencias del continente: "falta de instalaciones sanitarias adecuadas, inestabilidad política, personal médico insuficiente, mal pagado y a veces incluso corrupto".

Sin embargo, no hay que desesperar: basta con mirar la "extraordinaria capacidad" que África ha tenido y sigue teniendo "ante las dificultades". "Debemos avanzar, por lo tanto, serenos y dignos entre lágrimas tratando de anticipar el futuro con coraje y fe y luchando juntos, de manera organizada, reflexiva, valiente y creativa", se lee en la nota.

No al miedo, sí a la responsabilidad

Por último, sin negar la gravedad de la situación, la Iglesia de Gabón exhorta a los fieles a decir no al miedo:

"Nuestros países deben armarse de valor a todos los niveles: tomar decisiones para proteger la vida", subraya la reflexión. "Pero estas decisiones audaces deben ir de la mano de las decisiones personales, porque ¿de qué serviría que el Estado tomara decisiones que luego nadie respeta? En la práctica, se trata de aceptar que hay que hacer sacrificios porque entre mantener los hábitos y perder la vida, la elección es clara y debe hacerse con responsabilidad".

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07 abril 2020, 16:24