Encuentro del Papa con jesuitas en Kazajistán Encuentro del Papa con jesuitas en Kazajistán 

El Papa: Comprender las causas de la guerra y liberar los corazones del odio

"Estamos viviendo la tercera guerra mundial", es "un error pensar que es entre Rusia y Ucrania" o "entre buenos y malos". Debemos "liberar los corazones del odio". Algunas de las reflexiones que el Papa Francisco compartió el 15 de septiembre en Kazajistán con los miembros de la llamada "Región Rusa" de la Compañía de Jesús. Ucrania, dice el Papa, es la primera víctima de una agresión inaceptable y sacrílega. La entrevista completa se publicará en el sitio web de “La Civiltà Cattolica".

Paolo Ondarza - Ciudad del Vaticano

Liberar los corazones del odio. Ante el conflicto en curso, el Papa Francisco se lo sugiere en primer lugar a los 19 jesuitas con los que se reunió en la nunciatura apostólica de Nur-Sultan durante su viaje apostólico a Kazajistán. "En las guerras es la gente la que sufre. Esto genera odio", "los que hacen la guerra se olvidan de la humanidad".

Error al pensar que hay buenos y malos

"Creo que es un error pensar que es una película de vaqueros en la que hay buenos y malos". El Pontífice no tiene dudas: "esto es una guerra mundial". "Tenemos que investigar la dinámica que desarrolló el conflicto", añadió, refiriéndose en primer lugar a los "factores internacionales que contribuyeron a provocar la guerra".

Imperialismos en conflicto

El Obispo de Roma recuerda la visita al Vaticano en diciembre pasado, en vísperas del estallido del conflicto, de un jefe de Estado que dijo estar muy preocupado "porque la OTAN había ido a ladrarando a las puertas de Rusia sin darse cuenta de que los rusos son imperiales y temen la inseguridad fronteriza". Sobre las causas de esta guerra, es la consideración de Francisco, "no se puede ser simplista": "Veo imperialismos en conflicto. Y, cuando se sienten amenazados y en declive, los imperialismos reaccionan pensando que la solución es desencadenar una guerra para compensar, y también vender y probar armas".

Visita a Ucrania, no en este momento

"Desde el primer día hasta ayer, hablé constantemente de este conflicto, refiriéndome al sufrimiento de Ucrania", recuerda a los jesuitas de la región rusa y cita su visita a la embajada rusa, "inusual" para un Papa, pero animada por el deseo de poder hablar con el presidente Putin y abrir "una pequeña ventana de diálogo"; las conversaciones telefónicas con el presidente Zelensky; las misiones a Ucrania de los cardenales Czerny y Krajewski o de monseñor Gallagher; su compromiso en favor de los presos ucranianos. "Yo también pensaba ir", explica de nuevo. "Me parece que la voluntad de Dios es no ir en este preciso momento; aunque ya veremos más adelante".

Los ciudadanos son víctimas de la guerra

"Califiqué la invasión de Ucrania como una agresión inaceptable, repugnante, insensata, bárbara y sacrílega", señala.  "La gente común", reitera, "es la verdadera víctima que paga en su piel las locuras de la guerra". "Me he referido a esa chica que ha saltado por los aires", añade en relación con las palabras pronunciadas tras el atentado contra Darya Dugina, la hija del ideólogo de Putin.

El Papa no se enfada si se le malinterpreta

"En ese momento la gente olvidó todo lo que había dicho hasta ese momento y sólo prestó atención a esa referencia. Pero entiendo las reacciones de la gente, porque están sufriendo mucho'. "El Papa no se enfada si se le malinterpreta, porque conozco bien el sufrimiento que hay detrás". A los miembros de la Compañía de Jesús Francisco les recomienda: 'No me interesa que defiendan al Papa, sino que la gente se sienta acariciada por vosotros que son los hermanos del Papa'.

El estilo de Dios es la cercanía

"Lo que hay que hacer", de hecho, es demostrar cercanía": "la gente debe sentir que la Iglesia está cerca". 'El estilo de Dios es la cercanía'.

 

La entrevista completa del Papa con los jesuitas de Kazajstán estará en línea el jueves 29 de septiembre a las 10.00 horas en "La Civiltà Cattolica" en un artículo del director de la revista, el padre Antonio Spadaro.

 

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28 septiembre 2022, 19:43