El Papa posa un homenaje florar a los niños en el Jardín de los Ángeles, en noviembre de 2018 El Papa posa un homenaje florar a los niños en el Jardín de los Ángeles, en noviembre de 2018 

El Papa sobre la vida de los niños por nacer: son los más indefensos

En un tweet sobre el Día del Niño por nacer, el Papa Francisco recuerda que “Vale la pena acoger a toda vida, porque cada persona humana vale la sangre de Cristo mismo”.

Sergio Centofanti – Ciudad del Vaticano

El Papa, con ocasión del Día del Niño por nacer, celebrado en varios países del mundo, especialmente en América Latina, lanzó un tweet desde la cuenta @pontifex: Vale la pena acoger a toda vida, porque cada persona humana vale la sangre de Cristo mismo. ¡No se puede despreciar lo que Dios ha amado tanto! #DíaDelNiñoPorNacer

Si se pisotea el derecho del más débil, se aplica la ley del poderoso de turno

Francisco, en estos años, ha usado palabras muy fuertes sobre el derecho a la vida de los niños por nacer. En Evangelii gaudium, el texto programático de su pontificado, recordó que “en la acción de la Iglesia hay un signo que no debe faltar jamás: la opción por los últimos, por aquellos que la sociedad descarta y desecha” (EG, 195).

“Entre esos débiles, que la Iglesia quiere cuidar con predilección, están también los niños por nacer, que son los más indefensos e inocentes de todos, a quienes hoy se les quiere negar su dignidad humana en orden a hacer con ellos lo que se quiera, quitándoles la vida y promoviendo legislaciones para que nadie pueda impedirlo. Frecuentemente, para ridiculizar alegremente la defensa que la Iglesia hace de sus vidas, se procura presentar su postura como algo ideológico, oscurantista y conservador. Sin embargo, esta defensa de la vida por nacer está íntimamente ligada a la defensa de cualquier derecho humano. Supone la convicción de que un ser humano es siempre sagrado e inviolable, en cualquier situación y en cada etapa de su desarrollo. Es un fin en sí mismo y nunca un medio para resolver otras dificultades. Si esta convicción cae, no quedan fundamentos sólidos y permanentes para defender los derechos humanos, que siempre estarían sometidos a conveniencias circunstanciales de los poderosos de turno” (EG, 213).

El aborto no es progresista

“Precisamente porque es una cuestión que hace a la coherencia interna de nuestro mensaje sobre el valor de la persona humana, no debe esperarse que la Iglesia cambie su postura sobre esta cuestión. Quiero ser completamente honesto al respecto. Éste no es un asunto sujeto a supuestas reformas o «modernizaciones». No es progresista pretender resolver los problemas eliminando una vida humana” (EG, 214).

Hemos hecho poco para acompañar a las mujeres

Siempre en este texto, añade Francisco:

“Pero también es verdad que hemos hecho poco para acompañar adecuadamente a las mujeres que se encuentran en situaciones muy duras, donde el aborto se les presenta como una rápida solución a sus profundas angustias, particularmente cuando la vida que crece en ellas ha surgido como producto de una violación o en un contexto de extrema pobreza. ¿Quién puede dejar de comprender esas situaciones de tanto dolor? “(EG, 214).

El aborto no es un problema teológico, sino humano

Durante el vuelo de regreso de México el 17 de febrero de 2016, el Papa utilizó palabras particularmente duras sobre el aborto:

El aborto no es un «mal menor». Es un crimen. Es echar fuera a uno para salvar a otro. Es lo que hace la mafia. Es un crimen, es un mal absoluto”. ”El aborto no es un problema teológico: es un problema humano(...) Va contra el juramento hipocrático que los médicos deben hacer. Es un mal en sí mismo, pero no es un mal religioso al inicio: no, es un mal humano

Una contradicción suprimir una vida para salvaguardar otros derechos

El Papa habla de razonamientos contradictorios por parte de quienes apoyan el aborto. En Laudato si’, afirma con fuerza que no es compatible “la defensa de la naturaleza con la justificación del aborto” (120); y en la audiencia general del 10 de octubre de 2018 define una contradicción suprimir la vida humana en el seno materno “en nombre de la salvaguardia de otros derechos”:´

“Pero, ¿cómo puede ser terapéutico, civilizado, o simplemente humano un acto que suprime la vida inocente e indefensa en su florecimiento? Yo os pregunto: ¿Es justo «quitar de en medio» una vida humana para resolver un problema? ¿Es justo contratar a un sicario para resolver un problema? No se puede, no es justo «quitar de en medio» a un ser humano, aunque sea pequeño, para resolver un problema. Es como contratar a un sicario para resolver un problema”. 

Como en los tiempos de los espartanos

Y en la Misa celebrada en San Giovanni Rotondo el 17 de marzo de 2018, recuerda que “quien cuida a los niños está del lado de Dios y vence a la cultura del descarte, que, por el contrario, prefiere a los poderosos y considera inútiles a los pobres”.

“Los que prefieren a los pequeños proclaman una profecía de vida contra los profetas de  muerte de todos los tiempos, también de hoy, que descartan a la gente, descartan a los niños, a los ancianos, porque no sirven. De pequeño, en la escuela, nos enseñaban la historia de los espartanos. A mí siempre me llamaba la atención lo que nos decía la maestra, que cuando nacía un niño o una niña con malformaciones lo llevaban a la cima del monte y lo arrojaban desde allí para que no hubiera niños como ellos. Nosotros, los niños, decíamos: «¡Pero que crueldad!». Hermanos y hermanas, nosotros hacemos lo mismo, con más crueldad, con más ciencia. Lo que no sirve, lo que no produce, se descarta. Esta es la cultura del descarte; hoy no se quiere a los pequeños. Por eso Jesús se deja de lado”.

Defender siempre la vida: del niño por nacer, los hambrientos y los migrantes

Encontrando la Asociación Ciencia y Vida el 30 de mayo de 2015, el Papa precisa un punto importante. La vida siempre debe ser defendida en su totalidad: al principio, durante y al final.

“El nivel de progreso de una civilización se mide precisamente por la capacidad de custodiar la vida, sobre todo en sus fases más frágiles, más que por la difusión de instrumentos tecnológicos. Cuando hablamos del hombre, nunca olvidemos todos los atentados a la sacralidad de la vida humana. La plaga del aborto es un atentado a la vida. Es atentado a la vida dejar morir a nuestros hermanos en las pateras en el canal de Sicilia. Es atentado a la vida la muerte en el trabajo por no respetar las mínimas condiciones de seguridad. Es atentado a la vida la muerte por desnutrición. Es atentado a la vida el terrorismo, la guerra, la violencia; pero también la eutanasia. Amar la vida es ocuparse siempre del otro, querer su bien, cultivar y respetar su dignidad trascendente”.

Entendí el drama del aborto en el confesionario

En el vuelo de regreso de Panamá, el 28 de enero de 2019, el Papa explicó que comprendió el drama del aborto en el confesionario:

“El problema no es dar el perdón, el problema está en acompañar a una mujer que ha tomado conciencia de haber abortado. Son dramas terribles. Una vez escuché a un médico que hablaba de una teoría según la cual —no me acuerdo bien— una célula del feto apenas concebido va a la médula de la mamá y allí ya hay una memoria también física. Esta es una teoría, pero para decir, una mujer, cuando piensa en lo que ha hecho. Te digo sinceramente, hay que estar en el confesionario y tú allí debes dar consuelo, no castigar nada. Por ello yo he abierto la potestad de absolver el [pecado del] aborto por misericordia, porque muchas veces —si no, siempre— deben encontrarse con el hijo. Y yo aconsejo muchas veces, cuando lloran y tienen esta angustia: “Tu hijo está en el cielo, habla con él. Cántale la canción de cuna que no le pudiste cantar”. Y ahí se encuentra un camino de reconciliación de la mamá con el hijo. Con Dios ya está: es el perdón de Dios. Dios perdona siempre. Pero la misericordia consiste también en que ella [la mujer] elabore esto. El drama del aborto, para comprenderlo bien, hay que estar en el confesionario. Es terrible.

La misericordia de Dios

En la Carta Apostólica Misericordia et misera, publicada en noviembre de 2016 al concluir el Jubileo Extraordinario de la Misericordia, el Papa Francisco concedió a todos los sacerdotes, en virtud de su ministerio, la facultad de absolver a aquellos que han causado el pecado del aborto. Y añadió:

“Quiero enfatizar con todas mis fuerzas que el aborto es un pecado grave, porque pone fin a una vida humana inocente. Con la misma fuerza, sin embargo, puedo y debo afirmar que no existe ningún pecado que la misericordia de Dios no pueda alcanzar y destruir, allí donde encuentra un corazón arrepentido que pide reconciliarse con el Padre. Por tanto, que cada sacerdote sea guía, apoyo y alivio a la hora de acompañar a los penitentes en este camino de reconciliación especial” (MM, 12).

El apelo de Juan Pablo II a las mujeres que han abortado

Hoy es el 24º aniversario del Evangelium vitae de Juan Pablo II (25 de marzo de 1995). El texto contiene un apremiante llamamiento a las mujeres que han recurrido al aborto.

La Iglesia sabe cuántos condicionamientos pueden haber influido en vuestra decisión, y no duda de que en muchos casos se ha tratado de una decisión dolorosa e incluso dramática. Probablemente la herida aún no ha cicatrizado en vuestro interior. Es verdad que lo sucedido fue y sigue siendo profundamente injusto. Sin embargo, no os dejéis vencer por el desánimo y no abandonéis la esperanza. Antes bien, comprended lo ocurrido e interpretadlo en su verdad. Si aún no lo habéis hecho, abríos con humildad y confianza al arrepentimiento: el Padre de toda misericordia os espera para ofreceros su perdón y su paz en el sacramento de la Reconciliación. Podéis confiar con esperanza a vuestro hijo a este mismo Padre y a su misericordia. Ayudadas por el consejo y la cercanía de personas amigas y competentes, podréis estar con vuestro doloroso testimonio entre los defensores más elocuentes del derecho de todos a la vida. Por medio de vuestro compromiso por la vida, coronado eventualmente con el nacimiento de nuevas criaturas y expresado con la acogida y la atención hacia quien está más necesitado de cercanía, seréis artífices de un nuevo modo de mirar la vida del hombre” (EV, 99).

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25 marzo 2019, 17:05