2021.04.23 Argentina. Misión Padre Pepe Di Paola 2021.04.23 Argentina. Misión Padre Pepe Di Paola 

La Misión Padre Pepe en la villa 21/24 de Barracas incorporó a los "nadies"

Villa 21 está ubicada al sureste de Buenos Aires. Éste, junto a otros barrios, testimonia una de las muchas realidades desfavorecidas de la periferia de la capital argentina, donde miles de personas viven en una pobreza que parece una condición inmutable de sus vidas, rodeadas de discriminación e indiferencia. Un signo de esperanza: la nueva escuelita para los sin vacantes.

Ciudad del Vaticano

El artículo 3° de la Ley de Educación Nacional/n° 26.206 de Argentina dice: “La educación es una prioridad nacional y se constituye en política de Estado para construir una sociedad justa, reafirmar la soberanía e identidad nacional, profundizar el ejercicio de la ciudadanía democrática, respetar los derechos humanos y libertades fundamentales y fortalecer el desarrollo económico-social de la nación”.

La respuesta a esta prioridad nacional llega sin prisa a los barrios de las periferias, tanto en Argentina como en muchos otros países del mundo. Según datos del gobierno, uno de cada cuatro argentinos es menor de 17 años, es decir, uno de cada cuatro argentinos está en edad escolar.

El 77 por ciento de los establecimientos educativos se encuentran bajo el control del Estado y éstos atienden a cerca del 66 por ciento de la población escolar, el resto es atendido por el sector privado.

La crisis económica y la pandemia han evidenciado con más fuerza realidades ya existentes. Hoy, el Programa Misión Padre Pepe di Paola atrae la atención hacia dos realidades que tienen que ver con niños habitantes de Villa 21/24 de la ciudad de Buenos Aires: “los nadies”, chicos que están fuera del sistema escolar, sin vacantes y que no cuentan con los medios tecnológicos para poder continuar con sus estudios.

Lucas Schaerer comparte con Vatican News las búsquedas, que las comunidades de las periferias de Buenos Aires realizan, para poder satisfacer las necesidades más apremiantes de sus niños.

En la villa nueva escuelita para los sin vacantes ni internet

Mirna Florentín, quien lidera la Misión Padre Pepe Di Paola en la villa de Barracas afirma: "En las villas tenemos cientos de chicos sin vacantes escolares. A eso se sumó que en pandemia no tienen internet". Es la dura realidad que viven miles en las villas y barrios populares de la Ciudad de Buenos Aires.

En este caso, expresa la abogada y vecina de la villa 21/24, este "Es un proyecto de hace años que surge por las necesidades de la comunidad. En el 2019 anotamos más de cien chicos que estaban fuera del sistema escolar, sin vacantes. Pensamos en iniciar medidas judiciales pero una vez que sobrevino la pandemia, la necesidad se transformó en falta de alimento y prevención en salud". 

Los miembros de la Misión Padre Pepe, en su mayoría mujeres de la villa donde Pepe Di Paola se hizo conocido, atravesaron sus propios contagios de coronavirus, las urgencias de una pandemia, nunca vivida, con las dudas y preocupaciones de los primeros meses. Pero igual no dejaron de pensar en esos niños sin vacantes y encima sin internet. Entonces recurrieron al Gobierno de la Ciudad. Clamaron mediante notas, pero nadie respondió.

Obtener respuestas para los descartados: el valor de la comunidad

Ellas relatan que tenían un espacio para realizar aulas y asistir a los más chiquitos, los ‘nadies’ de su villa. Luego fue la reunión de los curas de las villas con el presidente de la Nación, Alberto Fernández, en la quinta de Olivos. Después de ese encuentro llegaron funcionarios del SENAF (Secretaría Nacional de la Niñez, Adolescencia y Familia), a ponerse a disposición de la Misión del Padre Pepe en Barracas.

Misión Padre Pepe. Atención a los niños
Misión Padre Pepe. Atención a los niños

Fue en septiembre que firmaron un convenio, que significó un monto de dinero para refacciones y principalmente la ayuda solidaria de donantes anónimos a la Misión Padre Pepe. Así lograron montar las aulas. En febrero realizaron la inscripción y en marzo empezaron la asistencia de los chicos de dos, tres y cuatro años. Ellos desayunan, juegan con actividades de alto nivel didáctico y almuerzan. Hasta comparten el mismo uniforme. El equipo docente lo conforman ocho señoras y mamás cuidadoras. Todo es fruto de la autogestión de los propios vecinos y con algunos recursos del Estado. 

Acrecentar la solidaridad

Nilce Samudio, la directora del Espacio Primera Infancia (EPI), contó que "también existen familias que no salen de sus casas por temor al contagio o porque en su familia tienen a alguien de alto riesgo. A ellos los asistimos con mercadería para que cocinen en sus casas". Ella cada día va al espacio Padre Pepe Latinoamericano, que consiste en un comedor y el centro de primera infancia, que se ubica a una cuadra del Riachuelo (el río más contaminado en Argentina) y a una cuadra de la última calle pavimentada.

Desde la Misión Padre Pepe claman por la vacunación anti-Covid para los docentes y trabajadoras esenciales de los comedores y merenderos comunitarios de las villas.

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24 abril 2021, 12:17