Dos niñas en Myanmar encienden una lámpara durante el festival de la Pagoda Dos niñas en Myanmar encienden una lámpara durante el festival de la Pagoda 

Myanmar: 35 niños asesinados en menos de dos meses

Preocupa la violencia en el país asiático: la directora de Unicef, Henrietta Fore, en una declaración del 29 de marzo se dice “horrorizada por los asesinatos indiscriminados, incluso de niños”.

En menos de dos meses, al menos 35 niños han muerto, otros innumerables han resultado gravemente heridos y casi 1.000 niños y jóvenes han sido detenidos arbitrariamente por las fuerzas de seguridad en todo el país. Millones de niños y jóvenes han estado expuestos directa o indirectamente a escenas de violencia traumatizantes, que amenazan su salud mental y su bienestar emocional. Es la alarma lanzada por la Directora General de Unicef, Henrietta Fore, en una declaración del 29 de marzo. 

“Un niño de 11 años, una niña de 11 años, dos niños de 13 años, una niña de 13 años, tres de 16 años y dos de 17 años, todos ellos, al parecer, asesinados a tiros. Una niña de un año resulta gravemente herida tras recibir un impacto en el ojo con una bala de goma. Estas fueron las últimas víctimas entre los niños en el día más sangriento en Myanmar (sábado) desde que los militares tomaron el poder el 1 de febrero”, se lee al inicio de la declaración. La directora del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia se dice “horrorizada por los asesinatos indiscriminados, incluso de niños, que han tenido lugar en Myanmar, y por la incapacidad de las fuerzas de seguridad de mantener la contención y garantizar la seguridad de los niños”. 

En el comunicado se hace referencia también a las consecuencias a largo plazo que la crisis y la violencia puede tener en los niños, y se informa de que ya se ha paralizado la prestación de servicios esenciales para ellos: casi un millón de niños no tienen acceso a vacunas clave; casi 5 millones no tienen acceso a suplementos de vitamina A; casi 12 millones corren el riesgo de perder otro año de aprendizaje; más de 40.000 niños no reciben tratamiento para la desnutrición aguda grave; casi 280.000 madres y niños vulnerables perderán el acceso a las transferencias de efectivo, que son su salvavidas; y más de 250.000 niños perderán el acceso a los servicios básicos de agua y saneamiento. 

“Esta pérdida de acceso a servicios clave, combinada con la recesión económica que empujará a muchos más a la pobreza, pone en riesgo a toda una generación de niños y jóvenes”, prosigue el comunicado, que también hace referencia a las repercusiones físicas, psicológicas, emocionales, educativas y económicas de la crisis, que podría negarles “un futuro saludable y próspero”. 

De ahí que se pida que las fuerzas de seguridad dejen inmediatamente de perpetrar abusos contra los derechos de los niños y que garanticen su seguridad en todo momento. También que dejen de ocupar las instalaciones educativas y que protejan a todos los trabajadores esenciales -incluidos los trabajadores sanitarios y los profesores- que prestan servicios vitales a los niños y las familias. 

“No debemos abandonar a los niños de Myanmar en este momento crítico, en el que están en juego sus vidas, su bienestar y su futuro. Siempre nos mantendremos firmes a su lado", concluye. 

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29 marzo 2021, 16:09