El Papa se reúne con algunos ancianos indígenas antes de la liturgia de la Palabra en el Lago de Santa Ana El Papa se reúne con algunos ancianos indígenas antes de la liturgia de la Palabra en el Lago de Santa Ana 

Abuelos y abuelas: Nuevas páginas de magisterio en Canadá

La fe transmitida de forma tierna y la memoria que hay que sanar sin olvidar. Vittorio Scelzo, del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, comenta dos de los nuevos aspectos que subrayó el Papa Francisco en Canadá al hablar de los ancianos, los antepasados, las abuelas y los abuelos. Palabras que adquieren un significado diferente en el contexto de las escuelas residenciales y de un pasado de imposición

Gabriella Ceraso – Ciudad del Vaticano

Francisco, peregrino con "espíritu penitencial" en Canadá, como había prometido en Roma a las delegaciones indígenas y como lo reiteró a los periodistas en el vuelo a Edmonton el domingo pasado, está dejando mucho espacio en sus discursos a los abuelos, a las abuelas, o incluso –como el martes en la homilía pronunciada en el Lago de Santa Ana – a las indígenas Kokum que educan, aman y transmiten la fe.

El leitmotiv es la relación con los jóvenes, y con la actualidad en general, como las ramas con relación s las raíces que hay que custodiar y hacer fructificar, está enriqueciendo con nuevos aspectos el magisterio pontificio sobre los ancianos, que ya es rico si pensamos que la intención de oración para el mes de julio está dedicada a ellos, y si pensamos en el Mensaje para la Jornada Mundial que acaba de celebrarse, o en el ciclo de catequesis dedicado también a ellos que el Pontífice retomará en agosto.

Vittorio Scelzo, responsable de la pastoral de la tercera edad del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, está convencido de ello y nos lo dice en una entrevista:

Una lectura cada vez más rica del magisterio de los abuelos y de los ancianos. ¿Cuál es su opinión a estas alturas sobre la peregrinación penitencial de Francisco en Canadá?

 

Efectivamente, en este viaje a Canadá hay algo nuevo, es el discurso de una fe transmitida de forma gentil, de manera tierna, una fe transmitida según la manera de Santa Ana, como dijo ayer el Papa, o como la Virgen de Guadalupe, y en esto hay algo significativo. Me hizo recordar aquellos tiempos en los que el Papa decía que la fe se transmite por atracción y no por proselitismo.

Y, efectivamente, son palabras que, pronunciadas en el lago de Santa Ana, en Canadá, en el contexto de esta peregrinación penitencial, adquieren un significado especial. De hecho, son algo extremadamente nuevo.

“Aquí también queda claro cuando el Papa repite insistentemente que tenemos algo que aprender de nuestros mayores. Hay algo más profundo, está la transmisión de la fe de una manera gentil que me parece una característica muy significativa de este viaje”

Otra frase llamativa fue la que pronunció ayer el Papa en su homilía de la misa en Edmonton. Dijo que Joaquín y Ana amaban a María de la misma manera que María amó después a Jesús con un amor que nunca lo sofocó...

Seguramente la frase debe leerse con el telón de fondo de que el Papa está pidiendo perdón: se trata de un amor que hace libres, y ciertamente el anuncio, la imposición cultural tal como tuvo lugar en Canadá durante más de un siglo, no fue un anuncio que hiciera libres a los pueblos indígenas, no los hizo libres, al contrario.

El Papa propone algo diferente, algo tierno, gentil, que ayude a la generatividad – una palabra que el Papa utiliza a menudo – un amor que nos ayude a dar a luz algo nuevo. En esto hay un valor social y eclesial: los ancianos para Francisco son personas que, con su ternura, su debilidad, su fragilidad ayudan a los demás a crecer. Este magisterio y estas palabras de Francisco son nuevas y adquieren una especial relevancia dichas donde fueron dichas, en Canadá y en un contexto penitencial.

 

Otro aspecto que reitera el Papa, y lo hizo en Canadá, es la relación que hay que tener con los mayores y el pasado, y que da vida: "vertical" – de las raíces a las ramas – y no "horizontal", ese "ir hacia atrás" que no gusta. ¿Hay algo nuevo también en este sentido?

No se trata de nostalgia por este tiempo: no es que los mayores enseñen a los jóvenes a volver atrás. Los ancianos son la savia que puede hacer florecer a los jóvenes. En este sentido, en este vínculo en el que insiste, entre las raíces y el florecimiento, es especialmente significativo. Como he dicho, es un amor que no enjaula es un amor que ayuda a que surja el potencial. En esto está el discurso que hace el Papa y que hizo ayer sobre la cultura del despilfarro.

“Me llamó mucho la atención que en el lago de Santa Ana dijera que para cambiar nuestra sociedad hay que empezar por los pobres, hay que empezar por las periferias”

Si queremos cuidar y sanar la vida de nuestras comunidades, sólo podemos empezar por los pobres, los más marginados. Y luego habló del grito de los últimos. "No nos dejen solos" es el grito de los ancianos que corren el riesgo de morir solos en una casa o abandonados en un centro, o de los enfermos incómodos a los que se les administra la muerte en lugar del cariño. Es decir, está esta atención a dejar que las raíces dialoguen con el resto de la planta.

De lo contrario, estas raíces se secan y no dan fruto. Pero cuando habla de estas estructuras en las que los ancianos corren el riesgo de ser abandonados y han sido abandonados – la conferencia episcopal canadiense fue muy dura con la forma en que se trató a los ancianos durante el COVID en las estructuras y cómo esto causó la muerte de tantos ancianos – también me vienen a la mente las estructuras en las que vivían los pueblos indígenas y el motivo de este viaje. Existe un "riesgo de estructuras" en este sentido, que es una forma de cierre, una forma de enjaular las raíces, pero enjaular las raíces también significa enjaular las ramas.

 

Otro punto que me pareció muy importante ante las decisiones que tenemos que tomar hoy es – según el Papa – preguntarnos qué harían los ancianos más sabios en nuestro lugar. Pienso en los consejos de los ancianos a nivel de los pueblos indígenas, y en lo mucho que se trivializan en el mundo actual…

Exactamente, el problema es tomarse en serio las grandes lecciones que vienen de los ancianos, y el Papa en este viaje justamente pronunció este discurso sobre los ancestros y sobre la fe que se transmite, y el sentido de ser parte de la historia. Él habla de una "caricia" por parte de la historia que nos precedió, y eso es muy bello; pero nosotros somos hijos de una historia que hay que custodiar y también artesanos de una historia que hay que construir. Está el sentido de la historia. Y el sentido de la historia es la idea de que el Evangelio tiene que hablar a la vida que vivimos.

El Evangelio tiene sentido si se vive en la historia: San Juan Pablo II insistió mucho en el vínculo entre el Evangelio y la cultura que debe generarse a partir de él, para expresar todo su potencial. Pero hay un vínculo entre la valoración de los ancianos y los antepasados y la comprensión de que el Evangelio habla en la historia y que el cristianismo se desarrolla en la historia y debe cambiar la historia, y esto es algo que también surge del respeto y la atención, de tratar de entender lo que los ancianos tienen que decirnos.

Es comprender que las nuevas generaciones de cristianos forman parte de una historia más larga y que hay un plan de Dios que hay que comprender y hay grandes ideales por los que vivieron nuestros antepasados o padres o abuelos. Siempre pienso que, para mí, como europeo, hay que entender lo que significó para los mayores del país en el que vivo construir la paz en Europa.

En Canadá, creo que está este tema de la transmisión tierna de la fe y de esta memoria, para sanar con la presencia, sin olvidar, para ser sanado sin olvidar, para ser curado sin justificar, pero para sanar.

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28 julio 2022, 13:50