120 años del natalicio de Santa Teresa de los Andes, la carmelita del consuelo

Ciudad del Vaticano

“Dios ha hecho brillar en Santa Teresa de Jesús los Andes de modo admirable la luz de su Hijo Jesucristo, para que sirva de faro y guía a un mundo que parece cegarse con el resplandor de lo divino”. Estas fueron las palabras pronunciadas por el Papa Juan Pablo II durante la canonización de la Santa chilena, a quien hoy, lunes 13 de julio, se le recuerda de una manera especial por su 120º aniversario de su natalicio.

Jubileo de la primera santa de Chile

Por esta ocasión, la Conferencia Episcopal de Chile (CECh) expresó su alegría a través de una carta dirigida a la Diócesis San Felipe de Aconcagua, a las comunidades de la familia del Carmelo, al rector y colaboradores del Santuario en Auco, y a la Fundación Santa Teresa de Los Andes. A causa de la pandemia covid19, los Obispos no podrán estar presentes en la ceremonia de este lunes, prevista en el Santuario de Auco. Con esta ceremonia se tenía previsto terminar el año Jubilar del centenario de su fallecimiento, el cual se extenderá hasta el 12 de abril de 2021. Los prelados manifestaron su gratitud y cariño por este santuario, por todos los dones que a través de él se han obtenido, y al cual calificaron como “manantial de espiritualidad para Chile”.

A su vez, los Obispos chilenos expresaron también su agradecimiento por el inmenso don y valor de la vida contemplativa: “Cuántas intenciones de oración, cuántos anhelos y sueños, llegan hasta la oración comunitaria de la clausura”. Así, la CECh instó a las carmelitas a no dejar de rezar “por los que sufren, los que han perdido la esperanza, por nuestra sociedad y nuestra Iglesia”.

Santa Teresa, modelo para los jóvenes

Recordando las palabras de Juan Pablo II durante la canonización de la Santa, la CECh elogió el “tierno amor a Cristo y disponibilidad para dejarse amar y bendecir por Él”, lo cual “ha cautivado a tantos jóvenes chilenos que reconocen en ella un modelo de virtud profundamente místico y humanamente encarnado a la vez: amar, sufrir, orar, servir”. En este sentido, los prelados hicieron hincapié en la fuerza que tuvo Santa Teresa en la búsqueda de un mundo mejor, superándose ella misma, yendo contra el conformismo y la mediocridad. “Los jóvenes saben que pueden ser más y dar más, del mismo modo que lo quiso y logró la joven carmelita”.

Hoy y más que nunca: “¡Sólo Dios basta!”

Por otro lado, en el difícil contexto actual de la pandemia covid19, la CECh animó a todos “a continuar en este abnegado servicio, revitalizados en la fuerza perseverante con que Juanita Fernández Solar supo dejarse transformar por el Señor. Como ella, necesitamos una nueva identidad en nuestra misión, una forma más radical de vivir el Evangelio. Que ninguna circunstancia adversa apague nuestra llama. También hoy y más que nunca: ¡Sólo Dios basta!”.

Finalmente, los obispos encomendaron todas las intenciones y sufrimientos a la intercesión de Teresa de los Andes, “la carmelita del consuelo”.

“Hacemos nuestras las palabras esperanzadoras que ella registró en su diario cuando cumplió quince años: “Condúceme siempre, Jesús mío, por el camino de la Cruz. Y levantará el vuelo el alma mía, donde se encuentra el aire que vivifica y la quietud”.