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Antillas: Obispos exhortan a proteger los sectores más vulnerables

Bajo los principios de la Doctrina social de la Iglesia, de la opción preferencial por los pobres y la solidaridad, los Obispos Católicos de las Antillas exhortan a los gobiernos del Caribe a actuar ante las consecuencias económicas y sociales causadas por la pandemia

Ciudad del Vaticano – Alina Tufani

La Conferencia Episcopal de los Obispos Católicos de las Antillas exhorta a los gobiernos del Caribe a fin de que en sus actuaciones y estrategias para enfrentar las consecuencias económicas y sociales causadas por la pandemia de COVID-19 se guíen por dos principios fundamentales de la Doctrina social de la Iglesia: la opción preferencial por los pobres y marginados y el principio de solidaridad.

“Al intervenir con decisión para enfrentar el virus y brindar ayuda y alivio donde sea necesario, hagamos todo lo posible por nuestros ciudadanos mayores, dando el ejemplo a nuestra gente. En este momento de dolor para todos, incluyamos en nuestro cuidado a las personas sin hogar, los refugiados y los migrantes”

“Si debemos confinar a las personas a sus hogares, recordemos que algunos de nosotros no tenemos hogar ", se lee en el Mensaje del Presidente de esta Conferencia episcopal, Monseñor Gabriel Malzaire, Obispo de Roseau, Dominica a los gobiernos del Caribe.

Malas noticias para la economía

El Presidente del episcopado caribeño subraya que los bajos rendimientos en los mercados bursátiles y la caída de los precios del petróleo tienen efectos inevitables en las pequeñas economías de la región que dependen en gran parte del turismo y de la importación de alimentos. “Esto significa – advierte – que las limitaciones para viajar, el cierre de nuestras fronteras,  la cancelación de los vuelos internacionales, de las reservaciones de hoteles y la paralización de los cruceros, ciertamente no son buenas noticias para nuestras economías y pueden tener efectos catastróficos”.

Enfoque proactivo en la gestión de la propagación del virus

De hecho, el Prelado  también afirma: “Uno de esos efectos ya lo enfrenta el sector laboral con la reducción de los salarios, los despidos y el cierre de algunos negocios”. Y en este contexto, Monseñor Malzaire llama a los gobiernos caribeños a mejorar los marcos legislativos de modo que permitan sostener las economías, proteger los empleos de los trabajadores y apoyar las inversiones de los empresarios. No obstante, reconoce la labor de los respectivos gobiernos de la región por su enfoque proactivo en la gestión y contención de la propagación del virus y la protección de las personas, especialmente las que están en mayor riesgo.

Pueblo duramente golpeado

“El espíritu de nuestro pueblo caribeño está duramente golpeado por sentimientos de miedo, ansiedad, incertidumbre e inquietud”,  afirma asimismo Monseñor Malzaire. Por esta razón asegura que en esta difícil situación, los Obispos caribeños están presentes y caminan con su gente y con sus gobiernos. Y concluye:

“Que Dios continúe brindándole sabiduría, comprensión y coraje para navegar en los mares agitados del impacto del COVID-19 en nuestra gente. Como cada día trae sus desafíos, aseguramos el apoyo de la Iglesia Católica en el Caribe”

Los sectores más vulnerables de la región caribeña

Martinica y Guadalupe, territorios franceses en las Antillas menores son las más golpeadas por el COVID-19 con el mayor número de contagios y muertes. Les sigue Trinidad y Tobago, las islas holandesas de Aruba y Curazao, Jamaica y Barbados. Si bien hay algunas de las pequeñas islas que no han presentado casos de coronavirus, los alcances de la crisis económica causada por la pandemia comienzan a sentirse fuertemente en los sectores más vulnerables de toda la región caribeña.

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10 abril 2020, 13:40