UNICEF: miles de niños sirios vacunados en el mayor convoy humanitario
Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano
Ha sido el mayor reparto de ayuda humanitaria desde que empezó la crisis en Siria hace casi ocho años: 118 camiones, 30 de ellos con artículos de primera necesidad con suministros sanitarios y nutricionales para unos 20.000 niños y madres, así como kits de higiene para más de 40.000 personas, kits recreativos y suministros educativos para más de 8.000 menores.
Además, en Rukban, en la frontera con Jordania, un equipo de vacunadores de UNICEF ha inmunizando a miles de niños durante 9 días. Un trabajo sin pausa que supone "un poco de luz en medio de la oscuridad" que predomina desde que empezó la guerra.
Luchando por la supervivencia
Se trata del resultado del trabajo conjunto de UNICEF, Naciones Unidas y la Media Luna Roja Árabe Siria en Rukban, en uno de los puntos más afectados por el conflicto armado en la que el acceso a los servicios sanitarios es extremadamente limitado.
En esta zona no hay médicos titulados y en las clínicas no hay suministros suficientes (al menos ocho pequeños, la mayoría recién nacidos, han muerto en los últimos 2 meses).
"Los niños en Rukban y otras zonas de Siria siguen luchando por su supervivencia y necesitan ayuda humanitaria urgente. Este convoy nos ha permitido distribuir la ayuda que necesitan desesperadamente algunos de ellos. Es un paso, pero seguimos pidiendo que nos garanticen un acceso regular, sostenible e incondicional", asegura Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF, explicando que los meses de invierno han sido increíblemente duros ya que su salud está debilitada por la mala nutrición y sus paupérrimas condiciones de vida.
Miles de niños sirios fuera de la escuela
Otra de las consecuencias de la guerra es el problema de la formación.
Uno de los retos más importantes del conflicto ha sido proporcionar educación a los niños. Las tasas de escolaridad en Siria han tocado fondo. UNICEF calcula que más de 2,1 millones dentro de Siria y 700.000 en países vecinos no están insertados en el sistema escolar.
Asimismo, casi 3.000 menores en Rukban están fuera de la escuela debido a la masificación en las aulas, la falta de profesores cualificados y las dificultades económicas: 2.000 libras sirias al mes (unos 3,10 euros que es el coste de la escolarización) se convierten en algo inalcanzable para la mayoría de las familias, cuyas posibilidades de obtener ingresos son muy limitadas.
A pesar del complejo panorama, los pequeños no pierden las ganas de aprender y en la mayoría de los casos, estudian sentados en el suelo mientras un trozo de papel colgado en la pared cumple la función de pizarra.
Sin vacunas, mayor riesgo de enfermedades
En cuanto al tema de salud, el conflicto en Siria ha provocado una gran cantidad de desplazamientos, obligando a millones de niños a moverse a diferentes zonas dentro del país o hacia países vecinos.
Como resultado, los sistemas rutinarios de vacunación se han interrumpido o cortado a pesar de ser muy importantes para evitar enfermedades prevenibles, por lo que tienen ahora un mayor riesgo de contraer enfermedades como la poliomielitis y el sarampión.
Antes del conflicto, la cobertura de inmunización en Siria era de aproximadamente un 95 por ciento. En la actualidad, la situación es más que crítica.
Al respecto, UNICEF está distribuyendo una gran cantidad de suministros para asegurar que las vacunas llegan a toda la región, y apoyar así a los aliados en todos los sectores para que puedan concienciar a las comunidades sobre la importancia de vacunar a los niños.
Tal como informa la entidad, hasta fin de año se llevarán a cabo múltiples campañas de vacunación contra la poliomielitis y otras enfermedades prevenibles dentro de Siria y en toda la región.
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