En 1980, el JRS fue fundado por Pedro Arrupe SJ, entonces Superior General de la Compañía de Jesús, para responder a la difícil situación de los refugiados vietnamitas. (Foto: JRS Europa) En 1980, el JRS fue fundado por Pedro Arrupe SJ, entonces Superior General de la Compañía de Jesús, para responder a la difícil situación de los refugiados vietnamitas. (Foto: JRS Europa)

JRS Europa expresa preocupación ante nuevo pacto de migración y asilo

El director del Servicio Jesuita para Refugiados en Europa, el padre Alberto Ares Mateos, detalla los aspectos negativos del documento votado por el Parlamento Europeo y sugiere cinco medidas que se podrían adoptar para proteger los derechos de los refugiados.

Sebastián Sansón Ferrari - Vatican News

El pacto sobre migraciones y asilo, aprobado por el Parlamento Europeo el miércoles 10 de abril, presentará considerables desafíos tanto legales como operativos, según el padre Alberto Ares Mateos SJ, director del Servicio Jesuita para Refugiados (JRS) en Europa. La institución está especialmente preocupada por el riesgo que significará una detención que puede ser arbitraria y “un tanto automática”.

El presbítero explica que los procedimientos fronterizos están diseñados en el pacto para limitar la libertad de movimiento de las personas. Esto no implica que haya que tener una detención automática de las personas, sino que puede ser una medida.

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“Nosotros entendemos que tenga que utilizarse, pero como último recurso posible”, asevera. El padre Ares enfatiza que la decisión debe evaluarse en cada situación y subraya la pertinencia de encontrar resoluciones menos coercitivas.


El religioso reconoce que el pacto intentaba establecer un marco sólido estable para la gestión de los flujos migratorios, la identificación de la solidaridad como valor fundamental y la inclusión de medidas para la integración de los refugiados. No obstante, entiende que se ejerció “mucha presión” para llegar a acuerdos en los últimos meses y entraron en juego distintos elementos a nivel político. Entonces, los aspectos positivos que podrían existir “se han ido cada vez mermando de tal manera que ha habido otros puntos que, a nuestro modo de ver, están muy patentes en el acuerdo que se ha firmado en el Parlamento”.

La misión esencial del JRS es acompañar, servir y defender los derechos de los refugiados y otras personas desplazadas por la fuerza. (Foto: JRS Europe)
La misión esencial del JRS es acompañar, servir y defender los derechos de los refugiados y otras personas desplazadas por la fuerza. (Foto: JRS Europe)

Retomando la complejidad de las detenciones, que es uno de los ejes del pacto, el sacerdote español sostiene que se garantiza un asesoramiento legal en la primera fase del proceso de asilo. Ello no quiere decir que se les vaya a conceder un abogado en todo el trámite, aclara Ares Mateos. Desde la experiencia en el JRS reivindica que contar con un abogado calificado es fundamental para tutelar los derechos de las personas.

El director asegura tener “serias dudas” de que el mecanismo de solidaridad que se plantea sea suficiente para legitimar el compromiso de todos los Estados miembros de proteger a los refugiados, lo que llaman “la corresponsabilidad”.

Las propuestas del JRS

A pesar de los perjuicios del instrumento aceptado por el Parlamento Europeo, el JRS resalta que “es tiempo de mirar al futuro, no de empezar a lamentarse”. Por este motivo, proponen cinco iniciativas. La primera consiste en velar para que los planes de aplicación de los cambios de legislación avalen la salvaguardia de los derechos. Además, sugieren que las personas que van a ser retenidas puedan recibir asesoramiento legal y de organizaciones de la sociedad civil. “Hay mucha gente que viene de sus naciones, que ha tenido que vivir  una guerra, que lleva años caminando y necesita armar su documentación, siendo conscientes de que esto requiere de tiempo”, expresa.

La tercera propuesta es fomentar el uso de la reubicación como medida de solidaridad y establecer reglas claras, así como modalidades y mecanismos que sean realmente de responsabilidad.

Asimismo, el Servicio Jesuita para Refugiados en Europa plantea que las instituciones como Cáritas y el JRS seguirán trabajando por un continente que respete los derechos humanos, en especial en las fronteras, facilitando vías seguras y legales. Ares recalca la necesidad de potenciar la “solidaridad compartida” para una acogida digna y que ponga fin a la externalización de las fronteras.

Finalmente, el JRS impulsará programas para ayudar a los individuos a integrarse dignamente en las sociedades diversas: “Esa es la gran pregunta que hoy en día deberíamos hacernos en nuestras sociedades y que el mismo Papa Francisco pone tanto en boca de todos los cristianos: cómo podemos ser hospitalarios, cómo podemos recibir y que en nuestra sociedad haya una mesa común, cómo convivir”.

Ares reitera su empeño en permanecer siempre al lado de los migrantes y refugiados, y también del Santo Padre, “que tanto nos ayuda en este camino”.

 

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12 abril 2024, 10:07