Hermano Roger: la reconciliación es la primavera del alma
María Cecilia Mutual - Vatican News
Hoy se cumplen 105 años del nacimiento de frère Roger, fundador de la comunidad ecuménica de Taizé. Roger Louis Schutz nació el 12 de mayo de 1915 en Provenza, un país de la Suiza francófona. Hijo de un pastor protestante y biblista, el joven Roger, se graduó en Literatura y en Teología en Lausana. En 1940, Roger dejó su familia movido por el deseo de construir una “vida de comunidad en la que la reconciliación según el Evangelio, sería vivida en una realidad concreta” y se dirigió al país natal de su madre, Francia. En bicicleta, en el mes de agosto, llegó a Taizé, una aldea de la región de Borgoña y allí tuvo la intuición de fundar una comunidad que pudiera ofrecer una forma de fraternizar entre las personas, que la guerra y las religiones a menudo habían dividido dramáticamente. Así, en plena Segunda Guerra Mundial, empezaron a llegar a Taizè refugiados de todo el mundo, muchos judíos, y sobre todo jóvenes atraídos por la espiritualidad del fundador.
La comunidad, signo de reconciliación y unidad de los cristianos
“El ecumenismo es el intento de hacer visible la unión fraternal entre los bautizados, y esto sin humillar a nadie, sino con humildad”, afirmaba el minuto y frágil maestro. Hoy, hasta la colina de la pequeña ciudad del sur de Francia, llegan cada verano miles jóvenes de diversas Iglesias cristianas, para vivir una semana especial. La comunidad, tiene como vocación particular el acompañamiento espiritual de estos jóvenes a través de la formación, la oración y la meditación. Bajo la dirección desde 2005 del hermano Alois, sacerdote católico alemán, la Comunidad de Taizé organiza también encuentros internacionales en diferentes ciudades europeas a finales de cada año.
Momentos de oración y canto
Los momentos en Taizé están marcados por la oración comunitaria, tres veces al día. En la Iglesia de la Reconciliación, al final de la oración común, acompañada por cantos con un estilo musical que refleja la naturaleza meditativa de la comunidad, el Hermano Roger encontraba a menudo a los jóvenes.
Perdón y misericordia
Algunas semanas antes de morir asesinado por una persona desequilibrada, el 16 de agosto de 2005, el prior de Taizé escribió una carta:
"Que Dios nos ama es una realidad a veces poco accesible. Pero cuando descubrimos que su amor es sobre todo perdón, nuestro corazón se calma y también se transforma". ¿Pero qué quiere decir amar? ¿Será quizás compartir los sufrimientos de los más maltratados? Sí, exactamente esto. ¿Será tener una infinita bondad de corazón y olvidarse de uno mismo por los demás, de forma desinteresada? Sí, ciertamente. Y de nuevo: ¿qué significa amar?
Palabras que recuerdan las del Papa Francisco y sus incesantes llamamientos al perdón y a la misericordia.
La carta de Francisco a la Comunidad
En el 2015, año de la celebración del 75° aniversario de fundación de la comunidad de Taizé, centenario del nacimiento del hermano Roger y 10° aniversario de su muerte, el Papa Francisco dirigió una carta a la Comunidad, en la que se lee:
El hermano Roger comprendía a las nuevas generaciones; confiaba en ellos. Él hizo de Taizé un lugar de encuentro donde jóvenes de todo el mundo se sienten respetados y acompañados en su búsqueda espiritual. El hermano Roger amó a los pobres, a los olvidados, a quienes, aparentemente, no cuentan para nada; y testimonió, con su vida y con la de sus hermanos, que la oración va de la mano con la solidaridad humana.
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