Francisco: La guerra es una locura, siempre es una derrota
Antonella Palermo - Ciudad del Vaticano
Las palabras del Papa Francisco en la primera audiencia general de 2024 en el Aula Pablo VI siguen resonando con un tono de súplica por el don de la paz.
El llamamiento del Papa por los pueblos en guerra y perseguidos
Al final de la catequesis, el Pontífice invitó en particular a rezar por el drama que se está viviendo en Oriente Medio y en el corazón de Europa. Y añadió finalmente un pensamiento por una población sobre la que ha hablado muchas veces.
Pedir un corazón sensible hacia los pobres y los refugiados
Al saludar a los peregrinos polacos, el Papa los invitó a rezar a Dios "para que nos conceda un corazón sensible a las necesidades de los pobres, de los refugiados y de las víctimas de la guerra". Por intercesión de María, Madre de Dios -añadió-, pido al Señor el don de la paz, y los bendigo de corazón". Además, dirigiendo un afectuoso saludo a los confirmandos y adolescentes de la diócesis de Latina, los exhortó a que, como María, mediten y sigan al Verbo que se hizo carne en Belén, "para difundir entre sus amigos y compañeros el mensaje del bien y de la paz". Y también de paz habló a los fieles de lengua árabe, invitándolos, con el inicio del nuevo año, a mantener "la oración y la penitencia" para que podamos "encontrar allí la paz y la alegría que Dios quiere para nosotros". Que el Señor los bendiga a todos -concluyó- y los proteja siempre de todo mal".
Oración por las víctimas de Japón
En su saludo a los peregrinos de lengua inglesa, el Papa rezó también por las víctimas y los socorristas del terremoto de Japón, dirigiendo además su pensamiento a quienes trabajan para reparar los daños y las muertes causadas por la colisión de un avión que tuvo lugar en el país asiático, en Tokio. El número de víctimas mortales del terremoto de fin de año ha ascendido a 64, pero la situación es extremadamente precaria, ya que varios temblores más siguen sacudiendo la tierra en esta región. Un seísmo de magnitud 5,5 se registró a las 10.54 hora local (2.54 en Italia) en la región de Noto, en la prefectura de Ishikawa, a una profundidad de 10 kilómetros. No se han emitido alertas de tsunami. "Casi ninguna de las casas está en pie. Están parcial o totalmente destruidas", declaró Masuhiro Izumiya, alcalde de la ciudad de Suzu, que sufrió grandes daños.
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