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El nanolibro que se enviará en misión al espacio El nanolibro que se enviará en misión al espacio 

Spei Satelles, el mensaje de esperanza del Papa en pandemia vuela al espacio

Presentada hoy, la misión concebida y organizada por el Dicasterio para la Comunicación en colaboración con la Agencia Espacial Italiana, el Politécnico de Turín, el Instituto de Fotónica y Nanotecnología del CNR y el Apostolado Digital de Turín. El lanzamiento desde California el 10 de junio, mientras que el 29 de mayo el Papa Francisco bendecirá el satélite y el nanolibro.

Maria Milvia Morciano y Andrea De Angelis - Ciudad del Vaticano

Mensajes de esperanza para toda la humanidad, enviados en una misión en órbita en la inmensidad del espacio. Y estos mensajes están encerrados en objetos inmensamente pequeños: un nano-libro enviado a su vez por un nanosatélite. En el tercer aniversario de la Statio Orbis, nace la misión espacial "Spei Satelles", a partir de una idea de monseñor Lucio Ruiz, secretario del Dicasterio para la Comunicación, en colaboración con la Agencia Espacial Italiana, el Politécnico de Turín, el Instituto de Fotónica y Nanotecnología del CNR y el Apostolado Digital de Turín. La misión se completará el 10 de junio, con el lanzamiento al espacio. Unos días antes, el miércoles 29 de mayo, el Papa Francisco bendecirá el satélite y el nanolibro al final de la audiencia general.

 

Hace tres años, precisamente el 27 de marzo, el Papa Francisco detuvo el tiempo y el espacio suspendido en la angustia con el poder de la oración. Estaba solo en el parvis de San Pedro, en la lívida y fría tarde lluviosa, frente a dos imágenes sagradas muy amadas por los romanos: la Salus Populi Romani y el Crucifijo de San Marcelo. En sus manos sostenía el Santísimo Sacramento para bendecir a la humanidad doliente. La pandemia parecía querer devorar a todos, y por encima de todo resonaban las palabras de Jesús, repetidas por el Papa: "¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?".

Un libro en el banco mundial de semillas

Y éste es precisamente el título del libro publicado al año siguiente, en 2021, por la Librería Editrice Vaticana y editado por monseñor Ruiz, en recuerdo de aquel momento irrepetible, con las palabras pronunciadas por el Papa y las reflexiones que siguieron. Aquel momento de oración universal no se había desvanecido con el tiempo y las contingencias, sino que había crecido como una semilla plantada. Había echado raíces y pronto empezó a dar frutos. En el año siguiente, la publicación fue depositada en el banco mundial de semillas, en la  Svalbard Seed Vault, en el archipiélago ártico de las islas Svalbard, a unos 1200 km del Polo Norte.

Custodio de la esperanza

Por último, la misión espacial "Spei satelles", cuyo nombre, traducido del latín, muestra la fuerza de su significado: "Guardián de la esperanza", señaló monseñor Ruiz, en la rueda de prensa de presentación en la Sala Marconi. "Con un cohete que despegará desde la base de Vandemberg, en California, pondremos en órbita un pequeño satélite que transportará el libro en formato nanobook", anunció.

Una pequeña señal de unidad y esperanza en un mundo dividido

En su intervención en la rueda de prensa, Paolo Ruffini, Prefecto del Dicasterio para la Comunicación, señaló lo "significativo que es que, en un cambio de época como el que estamos viviendo, una comunidad de científicos, investigadores, universitarios y comunicadores se reúna hoy aquí. Para recordar el trabajo realizado juntos y presentar un pequeño signo de unidad y esperanza en un mundo tan dividido y desesperado". Dirigiendo su mirada a los tiempos que hoy vivimos, Ruffini reiteró la importancia de que esto tenga lugar "en un día que es en sí mismo emblemático de nuestra historia reciente, que hace tres años parecía haber llegado casi a su fin, a una parada imprevista y sombría. Y que hoy se debate en el callejón aparentemente sin salida de una guerra cuyo final no se vislumbra".  "Estar hoy aquí significa también demostrar concretamente la posibilidad de colaboración entre mujeres y hombres de ciencia y mujeres y hombres de fe", concluyó Ruffini, recordando lo que dice el Papa Francisco en Evangelli gaudium: la fe no tiene miedo de la razón; al contrario, la busca, confía en ella.

El compromiso de los jóvenes estudiantes

El nanosatélite, construido por estudiantes del laboratorio de Sistemas y Tecnologías para la Investigación Aeroespacial del Politécnico de Turín, será lanzado al espacio en junio, llevando consigo el resultado de la investigación más avanzada en nanotecnología. Como explicó Sabrina Corpino, directora del laboratorio de Sistemas y Tecnologías para la Investigación Aeroespacial del Politécnico de Turín, el proyecto es una prueba del compromiso de sus jóvenes estudiantes, así como "una prueba de que la universidad no es sólo un lugar de enseñanza, sino también de investigación, y que debe dar respuestas a los retos de nuestro tiempo". La nanolibro es "una estructura de silicio con un diámetro de dos milímetros, en la que hay unos 6 millones de nanoagujeros, cada uno de los cuales tiene menos de una milésima parte del diámetro de un cabello humano", explica Andrea Notargiacomo, investigador jefe del Instituto de Fotónica y Nanotecnología del CNR.

La fe y la ciencia caminan juntas

Como en la filosofía más antigua, lo infinitamente grande del espacio acoge lo infinitamente pequeño de la nanotecnología. "La fe y la ciencia caminan juntas. La Iglesia participa en el camino de la ciencia", afirmó el padre Gabriele Gionti, director adjunto de la Specola Vaticana, subrayando que el papel del observatorio astronómico y centro de investigación científica de la Iglesia católica es "reconocer que la ciencia es obra de Dios y debe abrazarse como tal". Tecnología y fe también van de la mano, como subraya el ingeniero Giorgio Saccoccia, presidente de la Agencia Espacial Italiana. De hecho, la tecnología forma parte de nuestra vida cotidiana, por lo que puede y debe ponerse al servicio de la fe".

Una imagen de la conferencia
Una imagen de la conferencia

Un unicum

El viaje del minúsculo satélite prolonga el abrazo de aquella tarde del 27 de marzo de 2020 y sigue infundiendo esperanza y diciéndonos: "No tengáis miedo". Don Luca Peyron, director del Servicio de Apostolado Digital de la archidiócesis de Turín, explicó: "Es único porque aunque es un satélite de telecomunicaciones, dotado de sistemas de comunicación para gobernarlo y de radio para difundir mensajes, como nos explicaron quienes lo hicieron, comunica ante todo por el simple hecho de que está ahí, de que existe y de que contiene un libro".  "Si el tiempo es superior al espacio -añadió monseñor Ruiz, explicando las razones del proyecto-, con este pequeño satélite que lleva este mensaje al espacio queremos colaborar a salvar nuestro tiempo. El espacio fascina a todo el mundo, especialmente a los jóvenes. El espacio tiene ese misterio de lo universal, lo profundo, lo magnífico, y nos hace soñar a todos". La esperanza no conoce literalmente fronteras, las mismas a las que vuelve a referirse el Presidente Saccoccia. "Desde el espacio -explica- estamos acostumbrados a no ver fronteras cuando observamos la Tierra, quizá una mirada desde el cielo nos ayude a comprender que nuestro planeta es único y pertenece a todos".

El logotipo

Todos estos aspectos se concentran en el logotipo de la misión, creado en el marco de un proyecto pedagógico por estudiantes del Instituto Universitario Salesiano de Venecia IUSVE dirigidos por Marco Sanavio. El logotipo recuerda en primer lugar las iniciales de Spei Satelles: las dos letras "S", dispuestas de forma especular, indican la complementariedad de "tierra" (el semicírculo inferior) y "cielo" (el semicírculo superior), además de marcar la órbita del satélite alrededor de nuestro planeta. Otro trazo orbital exterior, discontinuo, compuesto por 59 líneas tantas como los granos del rosario, une tres formas, para representar las tres grandes realidades presentes en la plaza de San Pedro la noche del 27 de marzo de 2020: la cruz; la estrella de 12 puntas, para representar la presencia de la Virgen María; el triángulo más pequeño, que recuerda la figura del Santo Padre. Los tres puntos que aparecen sobre la pista orbital más externa son un signo de la presencia de la Trinidad, al igual que el triple anuncio de la pasión, muerte y resurrección en los Evangelios sinópticos, un mensaje que da esperanza a la humanidad.

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27 marzo 2023, 17:20