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El cardenal Miguel Ángel Ayuso Guixot, presidente del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso del Vaticano, recibe el doctorado honoris causa de la Universidad Islámica Estatal Sunan Kalijaga, en la provincia de Yogyakarta, el 13 de febrero de 2023. El cardenal Miguel Ángel Ayuso Guixot, presidente del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso del Vaticano, recibe el doctorado honoris causa de la Universidad Islámica Estatal Sunan Kalijaga, en la provincia de Yogyakarta, el 13 de febrero de 2023. 

Título honorífico de una universidad de Indonesia para el cardenal Ayuso

El Cardenal Prefecto del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso - homenajeado por el Islam Negeri "Sunan Kalijaga" de Yogyakarta junto con dos organizaciones islámicas suníes - reafirmó la fuerza de las religiones para "curar las heridas del frágil mundo y tender puentes entre las diferencias".

L'Osservatore Romano

En la base de cualquier colaboración entre creyentes de distintas religiones "está la raíz de nuestra humanidad común. En el diálogo no se parte de cero, sino que proporciona el terreno necesario para el encuentro". El cardenal Miguel Ángel Ayuso Guixot lo declaró el lunes 13 de febrero en Indonesia. En el país musulmán más poblado del mundo, el Prefecto del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso recibió un doctorado honoris causa de la Universitas Islam Negeri "Sunan Kalijaga" de Yogyakarta, junto con Yahya Cholil Staquf, presidente de Nahdlatul Ulama (NU), y Sudibyo Markus, ex presidente de Muhammadiyah, ambas importantes organizaciones islámicas suníes de la nación asiática.

Destacando la importancia de la corresponsabilidad de las religiones a la hora de trabajar juntas por el bien común, el cardenal señaló que "hoy vivimos en sociedades pluralistas, lamentablemente caracterizadas, por una parte, por conflictos cada vez mayores entre grupos religiosos, nacionales y étnicos y, por otra, por la discriminación de individuos y personas vulnerables". Un mundo desgarrado, prosiguió, dividido "a causa de la agresión provocada por el deseo de obtener más poder e influencia sobre los demás". A esto hay que añadir la crisis sanitaria mundial desencadenada por la pandemia de Covid-19. Y en todo esto, comentó, "es doloroso y aterrador ver cómo se instrumentalizan las identidades religiosas, incluso políticamente, lo que conduce a una polarización más profunda dentro de las sociedades". Se construyen muros para separar, en lugar de puentes para conectar" con vistas a "una coexistencia más pacífica y armoniosa", comentó.

He aquí, pues, la importancia subrayada por el cardenal español "de las religiones para curar las heridas del mundo frágil y tender puentes entre las diferencias", como viene haciendo la Iglesia católica desde hace 60 años promoviendo dinámicas de diálogo y colaboración, basadas en la verdad y la caridad. Además, señaló Ayuso, "el Papa Francisco ha reiterado en varias ocasiones que las religiones no deben ser el problema, sino parte de la solución. La paz y la concordia entre los creyentes, reclamadas por el Concilio Vaticano II, están en el centro de las reflexiones y acciones del Papa Bergoglio, que desde el inicio de su pontificado ha hecho hincapié en las relaciones entre los miembros de las distintas religiones, subrayando el valor de la amistad y el respeto.

De ahí la exhortación del cardenal a "transformar el inminente choque de civilizaciones en un diálogo de civilizaciones", en el que todas las comunidades religiosas están llamadas a "revitalizar las tradiciones auténticas para relacionarse y colaborar en un clima de comprensión y respeto mutuos". En definitiva, se trata de "la responsabilidad de construir juntos las sociedades, en lugar de dominarlas; de defender juntos los derechos de cada persona, sin discriminaciones; y de proteger la inviolabilidad de la dignidad humana, para que todos puedan prosperar, en lugar de malgastar energías compitiendo entre sí por intereses particulares".

Tras recordar que como misionero comboniano acompañó a la comunidad cristiana que vivía entre musulmanes a lo largo del valle del Nilo, entre Egipto y Sudán, y que después dirigió el Pontificio Instituto de Estudios Árabes e Islámicos (Pisai) durante seis años antes de llegar al Vaticano, el cardenal Ayuso expresó su aprecio por el concepto islámico de wasaţiyyah, que normalmente se traduce como "vía media" o "moderación".

"En los últimos años, frente al auge del fundamentalismo religioso y el extremismo", aclaró, "esta relevante virtud moral ha surgido como un elemento importante" del Islam moderado, especialmente cuando busca promover el bien público y la justicia social. También se expresó reconocimiento a la filosofía del Estado indonesio, la "Pancasila", "que mantiene unido a este inmenso país, bendecido con tantas culturas, etnias y religiones diferentes", y a Sunan Kalijaga (1460-1513), que da nombre a la universidad. Fue uno de los nueve santos musulmanes javaneses que introdujeron con éxito el Islam en la cultura indonesia a través de su predicación. Porque, señaló Ayuso, "para formar una nación multirreligiosa funcional y duradera, no sólo debemos aceptar nuestras diferencias religiosas; debemos afirmarlas. No sólo debemos aceptar la realidad de que nuestros vecinos pertenezcan a tradiciones religiosas diferentes; debemos alegrarnos de que lo hagan. Debemos conocer su identidad religiosa no sólo como un hecho de la vida, sino también como un activo para la vida de la sociedad. Cada uno de ellos es cien por cien ciudadano y cien por cien creyente, como dijo el primer arzobispo católico de esta región, Albert Soegijapranata", que pidió a sus fieles que se esforzaran por reconstruir el país tras la larga colonización holandesa. "Si queremos ser conciudadanos de quienes no comparten nuestra religión, debemos reconocer honestamente que sus religiones son tan importantes como lo es para nosotros la nuestra. Por tanto, debemos actuar de tal modo que Dios no sea motivo de división, sino fundamento de unidad", prosiguió.

Por último, el cardenal agradeció a la universidad su reconocimiento, calificándolo de "audaz contribución a la promoción y al fortalecimiento de la fraternidad humana, para construir un mundo pacífico en una convivencia común". La cooperación interreligiosa puede y debe defender los derechos de todos los seres humanos, en todas las partes del mundo y en todo momento", concluyó, "todos somos miembros de una misma familia humana y, como tales, tenemos los mismos derechos y deberes".

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15 febrero 2023, 11:56