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Una imagen del proceso para la gestión de fondos de la Santa Sede, en la Sala Polivalente de los Museos Vaticanos (VATICAN MEDIA Photo Division) Una imagen del proceso para la gestión de fondos de la Santa Sede, en la Sala Polivalente de los Museos Vaticanos (VATICAN MEDIA Photo Division)  (VATICAN MEDIA Divisione Foto)

Proceso vaticano, De Franssu: sobre el asunto de Londres obligado a denunciar

El presidente del Istituto per le Opere di Religione (IOR) declaró como testigo durante la 46º audiencia del proceso judicial sobre la gestión de los fondos de la Santa Sede: "Todos en el IOR han hecho bien su trabajo".

Salvatore Cernuzio - Ciudad del Vaticano

Comenzó con la primera petición de la Secretaría de Estado al IOR de un préstamo de 150 millones de euros para renegociar la exorbitante hipoteca del edificio de Sloane Avenue, según escuchó el presidente del Istituto delle Opere di Religione como testigo durante el juicio por la gestión de los fondos de la Santa Sede. El interrogatorio de Jean-Baptiste De Franssu ocupó más de la mitad de la 46º audiencia en la Sala de los Museos Vaticanos, durante la cual repasó en detalle las negociaciones con la Secretaría de Estado que concluyeron con la denuncia del 2 de julio de 2019 a partir de la cual se iniciaron las investigaciones que dieron origen al proceso judicial en curso desde julio de 2021.

La denuncia 

 


"Había llegado el momento en que el Instituto no tenía otra alternativa, dadas las circunstancias creadas y la incertidumbre alcanzada. Lo único que se podía hacer era presentar una queja ante el Tribunal", dijo De Franssu en inglés, en presencia de un intérprete. Y en repetidas ocasiones, en respuesta a los abogados, dejó claro que "la gobernanza del IOR siempre ha funcionado bien".

La petición de financiación 

Con una treintena de años en el ámbito financiero, antiguo miembro de la disuelta COSEA y desde 2014 presidente del IOR, Jean-Baptiste De Franssu habló del intercambio de cartas, reuniones, correos electrónicos y llamadas telefónicas con la alta dirección de AIF, la autoridad de información financiera (ahora ASIF), sobre el préstamo de 150 millones de euros que la Secretaría de Estado había solicitado a principios de 2019 al Instituto para Obras de Religión. Era para pagar el préstamo pendiente sobre el edificio de Londres, que conllevaba un tipo de interés del 10-12%. Una enormidad para la época

Cuestiones "reglamentarias"

Era cierto -y así lo subrayó varias veces el propio De Franssu- que la Secretaría de Estado buscaba mejores condiciones para ahorrar dinero. Al mismo tiempo, la operación, según el testigo, presentaba bastantes problemas "a nivel reglamentario", empezando por el hecho de que el IOR no es "un banco", como se le define comúnmente, y por tanto no puede emitir préstamos. Y menos en esas proporciones. Esto habría provocado riesgos debido al posible impacto en los activos del IOR.

Además, "en cuanto el consejo de administración del IOR tomó posesión en julio de 2014, la primera decisión fue que debía cesar toda actividad de préstamo", dijo De Franssu, recordando una situación particular que se cuenta entre los "abusos cometidos contra el IOR a lo largo de los años". A saber, la llamada "Operación Matta" para la compra del edificio de la Bolsa de Budapest. "Un robo de 150 millones de euros", afirmó.

Interlocuciones con la AIF

Ante la petición de la Secretaría de Estado, formulada primero en una carta del 4 de marzo y luego en mayo por su cúpula directiva, se iniciaron sin embargo una serie de interlocuciones con la AIF para evaluar la posibilidad de conceder el crédito. Primero, sin embargo, había que comprobar que no existía ninguna "acusación de blanqueo de dinero". Esa era nuestra principal preocupación". En este sentido, se investigó la implicación en la operación de personas como Raffaele Mincione y Gianluigi Torzi (acusados). Los nombres de ambos, dijo De Franssu, aparecían en una base de datos internacional sobre delitos financieros.

No proceder

No obstante, la AIF, un organismo independiente, "tranquilizó" al IOR. "Estáis protegidos, podéis proceder", dijeron el entonces presidente René Brüllhart y el director Tommaso Di Ruzza. Pero sobre la base de la información recabada por la Oficina de Cumplimiento del IOR, y especialmente debido al hecho de que la Secretaría de Estado nunca presentaría la documentación requerida, el Instituto para Obras de Religión decidió no proceder con el préstamo. La decisión fue comunicada a las partes el 9 de julio de 2019. Unas semanas después, el 25 del mismo mes, se celebró una reunión en la que participaron los máximos responsables de AIF, el IOR y la Secretaría de Estado para "verificar posibles soluciones diferentes" y obtener "elementos suficientes para evitar el blanqueo de capitales". "Nunca obtuvimos las garantías necesarias", dijo De Franssu.

Acusaciones y "presiones"

Más de una vez se quejó en la sala de que en la reunión de julio les acusaron de ser "incompetentes" y de que sus exigencias eran "poco razonables". "Puedo aceptar que sea incompetente, pero no que se cuestione la autoridad del IOR", exclamó. A continuación, recordó que cuando terminó la reunión, Di Ruzza, que había permanecido callado todo el tiempo, le llevó aparte y le dijo: "¿Por qué eres tan obstinado? Si concedes el préstamo, te protegeremos". Para De Franssu, estos incidentes, pero también otras situaciones de la época, deben considerarse "presiones".

Examen del ex jefe de la Oficina de Cumplimiento de Normativas 

En cambio, el otro testigo, Alessandro Nardi, ex jefe de la Oficina de Conformidad, habló de "amenazas". Se refirió a un encuentro con Fabrizio Tirabassi, ex funcionario de la Oficina Administrativa de la Secretaría de Estado (acusado) en el restaurante romano Lo Scarpone. En esa ocasión, el testigo dijo sentirse "amenazado" porque Tirabassi le dijo que "detrás de la operación de Londres había gente peligrosa, capaz de cometer asesinatos". Como funcionario público, sin embargo, no presentó una denuncia: "Lo hablé con De Franssu y con mi mujer". Al final de la audiencia, Tirabassi declaró: "Nunca amenacé a Nardi ni le remití expresiones amenazadoras de terceros".

Otros testigos

En la vista de hoy también declararon Giorgio Cutrona, propietario de varias tiendas de filatelia y numismática en Roma, y Piergiorgio Cupidi, jefe de la Oficina Filatélica Vaticana, ya jubilado, sobre sus relaciones con Onofrio Tirabassi, padre del funcionario acusado, en cuya casa de los Abruzos se encontraron cajas de monedas y sellos antiguos de gran valor.

El juicio continuará este viernes 17 de febrero: entre otros, serán oídos los obispos Sebastiano Sanguinetti y Corrado Melis, actual obispo de Ozieri.

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17 febrero 2023, 08:51