Refugiados. Refugiados. 

Di Giovanni pide fortalecer la cooperación internacional respecto a los refugiados

Fortalecer la cooperación y la solidaridad internacionales con los refugiados y las comunidades de acogida mediante una distribución más justa de los pagos: éste fue el deseo de Francesca Di Giovanni, Subsecretaria del Sector Multilateral de la Sección de Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado.

Isabella Piro – Ciudad del Vaticano

"No podemos dejar que la proximidad geográfica de un Estado a situaciones de crisis sea el único factor que determine nuestra responsabilidad compartida". Lo ha asegurado Francesca Di Giovanni, como Jefa de la Delegación de la Santa Sede ante el 71º Comité Ejecutivo del Programa del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en Ginebra, durante una videoconferencia ayer 6 de octubre.

Di Giovanni recordó los numerosos migrantes y refugiados que, durante el confinamiento debido a la pandemia de Covid-19, resultaron ser "trabajadores esenciales": "Es importante que se reconozca su contribución en términos de competencias, los refugiados, ¡pueden y deben ser parte de la solución!". Al mismo tiempo, el representante de la Santa Sede instó "a reconocer la inestimable contribución de los trabajadores humanitarios, incluidas las numerosas organizaciones religiosas, que ofrecen hospitalidad y asistencia en primera línea".

Cinco, pues, "los puntos principales" indicados por la Subsecretaria: en primer lugar, la necesidad de "promover y proteger los derechos fundamentales de todos los migrantes y refugiados", porque especialmente en tiempos de pandemia "algunas normas básicas" a este respecto han sido "ignoradas e incluso socavadas, en particular el derecho a solicitar asilo y el principio cardinal de no devolución". En segundo lugar, la referencia a "una auténtica cooperación en el seno de la comunidad internacional en materia de desplazamientos internos": necesitamos "un enfoque más coherente" sobre este punto -señaló Di Giovanni- un enfoque "anclado en la responsabilidad compartida", para "garantizar una protección eficaz, obtener soluciones duraderas y salvar vidas".

Central, entonces, la reflexión sobre los campos de refugiados que "deben seguir siendo lo que se pretendía que fueran, o soluciones temporales para una emergencia", dijo la Subsecretaria. En cambio, cada vez hay más "hacinamiento y malas condiciones de seguridad, de vida y de salud". "Se trata de una preocupación verdaderamente apremiante que merece toda nuestra atención", reiteró Di Giovanni, haciendo sonar también la alarma "por los abusos de los derechos humanos y las condiciones deplorables que experimentan los migrantes y refugiados detenidos en Libia": es necesario "apoyar los esfuerzos para trasladarlos a terceros países seguros -añadió- donde sus solicitudes de asilo se tramitan de manera oportuna".

Como cuarto punto fundamental, entonces, Di Giovanni destacó la esencialidad del acceso a la educación: la adopción de políticas que "inviertan en los jóvenes refugiados y en su educación continua es de importancia crítica", dijo, y es también "una forma de proteger a los niños de la trata, el trabajo forzoso y otras formas de esclavitud". Por último, como quinta sugerencia, la Subsecretaria recordó "la necesidad de ampliar "el número y la gama de vías jurídicas alternativas para el reasentamiento seguro y voluntario" de los migrantes, proporcionando "visados temporales especiales para los refugiados en situaciones particularmente vulnerables" e incluyendo "la garantía del derecho de todos a vivir y prosperar con dignidad, paz y seguridad en sus países de origen". Así como estamos comprometidos a luchar contra la pandemia de Covid-19, concluyó, debemos comprometernos, "con la misma convicción, a abordar las causas radicales de la migración forzosa", a encontrar "soluciones duraderas basadas en un multilateralismo eficaz, centrado en la persona humana".

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07 octubre 2020, 14:27