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Líderes católicos de América Latina: proteger a los más vulnerables

El texto está firmado por 170 personalidades y promueve acciones que tienen como prioridad la protección de los más frágiles y vulnerables. El resumen de las páginas de hoy de L'Osservatore Romano

Afrontar la difícil realidad actual desde un punto de vista del cristiano común y actuar en consecuencia, tener siempre como prioridad la protección de los más frágiles y vulnerables, y promover una mayor cooperación e integración a nivel internacional. Este es el llamamiento contenido en el "Manifiesto de los católicos latinoamericanos con responsabilidades políticas", firmado por 170 personalidades, entre las que se encuentran tres ex jefes de Estado, un ex secretario de la Organización de Estados Americanos, un ex director del Fondo Monetario Internacional y varios parlamentarios y ex parlamentarios. La iniciativa es promovida por la Academia de Líderes Católicos, nacida en Chile y presente en varios países de América Latina. Está encabezado por un Consejo Latinoamericano cuyos miembros son el teólogo Rodrigo Guerra López, el filósofo Rocco Buttiglione, Ignacio Sánchez, rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile, la presidenta de la Confederación Latinoamericana de Religiosos, Liliana Franco Echeverri, Guzmán Carriquiry, vicepresidente emérito de la Pontificia Comisión para América Latina, y José Antonio Rosas, director general de la Academia.

"Nuestra mirada - se lee en el Manifiesto - nace del dolor de los que sufren y sufrirán más esta pandemia: los pobres, los más solitarios y abandonados, los más frágiles y vulnerables, los más pobres e indefensos, los que serán más afectados por la pandemia. Pensemos en el dramático impacto que tendrá en las multitudes de hermanos y hermanas latinoamericanos que sobreviven sólo gracias al trabajo no declarado y, en general, al trabajo en la calle o a tantos ancianos abandonados. Son los pobres los que tienen que salir de casa para ganarse el pan de cada día y que a menudo no respetan las reglas de aislamiento y cuarentena". Una auténtica lectura de la realidad, prosigue el documento, viene dictada por las elecciones realizadas a partir de lo que Cristo Jesús escoge: "Por lo tanto, todas las acciones y compromisos para hacer frente a la crisis deben realizarse desde el punto de vista de las repercusiones en los más vulnerables".

Concretamente, según los firmantes del Manifiesto, "la solidaridad debe organizarse entre diferentes áreas territoriales y entre diferentes países". La pandemia no afecta con igual fuerza a todo el territorio nacional"; "los medios de comunicación deben participar en aras del bien común, evitando el sensacionalismo para contribuir a un clima de riesgo pero sereno y seguro de sí mismo"; "además del acompañamiento psicológico, el acompañamiento espiritual será también fundamental y muy saludable, por lo que es necesario implicar a las iglesias en el acompañamiento de quienes experimentan situaciones traumáticas o estresantes"; "la economía debe demostrar su capacidad para hacer frente al desafío sin precedentes". Ni las ideologías ni las ortodoxias tradicionales pueden tener prioridad sobre la realidad.

Se necesita creatividad para resistir y luego superar la crisis"; "los líderes políticos de las diferentes naciones de América Latina deben buscar una acción coordinada y concertada. No hay un "salvo que pueda", por lo que los organismos multilaterales deben asumir la responsabilidad y el liderazgo. Las iglesias deben ser portadoras y, en su medida, ejecutoras de estas medidas".

Es un momento fundamental, dice el Manifiesto, para fortalecer los mecanismos de integración (Alianza del Pacífico, Mercosur, Sistema de Integración Centroamericana) y las relaciones de cooperación entre los países con mayor población del continente (México, Colombia, Brasil y Argentina/Chile)". Por lo tanto, es muy importante "la cooperación del Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Latinoamericano de Desarrollo". En el mismo sentido, la deuda externa de los países debe ser reestructurada y aplazada a largo plazo con la solidaridad de los acreedores: seguramente estamos en una situación muy grave en nuestro planeta, probablemente el mayor desafío que, como generación, viviremos en nuestra historia".

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16 abril 2020, 08:46