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Cuando los campeones olímpicos cocinan para los niños

Las familias del Dispensario Santa Marta han sido acogidas hoy por el grupo deportivo “Fiamme Gialle” y por la Athletica Vaticana en Castelporziano. Un almuerzo en el signo de la solidaridad

Hoy la Athletica Vaticana, la asociación deportiva de la Santa Sede, ha acompañado a los niños asistidos en el dispensario pediátrico vaticano de Santa Marta, en el Polideportivo del grupo deportivo "Fiamme Gialle" en Castelporziano, a vivir un día de fiesta, compartiendo un almuerzo navideño y descubriendo los "secretos" de los grandes campeones olímpicos. Y es que no se puede dejar de tomar en serio la solidaridad, también a través del lenguaje concreto y fraterno del deporte, si se tiene como entrenador espiritual al Papa Francisco.

Fueron los mismos atletas, ganadores de medallas olímpicas y mundiales, como Tania Cagnotto, Fabrizio Donato y Antonella Palmisano, quienes recibieron a los niños con sus familias, y también prepararon el almuerzo, sirviéndolo en la mesa. Y luego, un gesto que no es en absoluto una conclusión predecible, levantando la mesa y limpiando. También hubo regalos para todos y un pastel simbólico para desearle suerte al entrenador Papa Francesco en la víspera de su cumpleaños.

Un testimonio de solidaridad, espiritualidad y cultura

En Castelporziano pues, ha tenido lugar una "jornada de misericordia", relanzando la enseñanza del Papa a prepararse realmente para la Navidad: las familias en dificultad que encuentran en el dispensario la ayuda y el aliento de médicos y operadores, todos voluntarios, los atletas profesionales del prestigioso grupo deportivo de la “Guardia di Finanza” y también los corredores "biancogialli", ciudadanos y empleados del Vaticano que no quieren "sólo correr", sino que quieren relanzar un testimonio de solidaridad, espiritual y también cultural, entre quienes se cruzan en los "santuarios" del deporte.

Con este estilo - en la pista, en el gimnasio, en la plataforma y en la piscina - en un ambiente familiar, los campeones explicaron a los niños, pero también a sus padres, los "secretos" de sus deportes, enseñando también algunos "pequeños pasos" deportivos para divertirse, y recomendando algunos ejercicios físicos simples para sentirse mejor. Acompañando a las familias y a los niños del dispensario estaban la directora, Sor María Antonietta Collacchi, religiosa de las Hijas de la Caridad, con la voluntaria "polifacética" Valentina Giacometti, y Michele Gambardella, psicóloga y logopeda. Con ellos también algunos representantes de Athletica Vaticana, con el presidente Monseñor Melchor Sánchez de Toca, subsecretario del Pontificio Consejo para la Cultura.

El dispensario está a punto de cumplir 100 años

El dispensario nació en el año 1922, hoy es una fundación presidida por el Cardenal Konrad Krajewski, el limosnero del Papa. Fue bendecido por Pío XI, sostenido por todos los Papas y confiado a las Hermanas de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl.

“Hoy más que nunca tratamos de salvar a las familias de los riesgos asociados con el mercado negro, las drogas y la prostitución”, testimonia la hermana Antonietta. “Francisco nos recuerda siempre que el dispensario tiene su punto fuerte en la acogida que pone la ternura en primer lugar, junto con la conciencia de que hoy más que nunca las personas que viven en necesidad son descartadas, miradas con desconfianza e incluso con molestia”. En este lugar, esas personas, dice la hermana Antonietta, “deben sentirse como en casa, deben ser miradas a los ojos, no tenemos miedo de tocar sus heridas”.

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16 diciembre 2019, 17:53