El Papa Francisco y el Presidente de la Fraternidad de Comunión y Liberación, p. Julián Carrón. Foto de archivo El Papa Francisco y el Presidente de la Fraternidad de Comunión y Liberación, p. Julián Carrón. Foto de archivo 

Meeting de Rímini. El Papa: sólo Dios puede satisfacer el corazón del hombre

El "Encuentro para la amistad entre los pueblos" se celebra todos los años desde 1980 y está organizado por el movimiento católico Comunión y Liberación

Griselda Mutual - Ciudad del Vaticano

En ocasión del Meeting de Rimini que se lleva a cabo como todos los años este domingo 19 de agosto, se hizo público un mensaje, fechado 9 agosto 2018 y firmado por el Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, en nombre del Papa Francisco, y dirigido a Mons. Francesco Lambiasi, Obispo de Rimini, con el cual el Pontífice ha querido hacer llegar su cordial saludo a los organizadores, voluntarios y participantes en el 39º Encuentro por la amistad entre los pueblos.

La inflexión del ’68 y la esperanza de un mundo mejor

El encuentro se lleva a cabo con el título “Las fuerzas que mueven la historia son las mismas que hacen al hombre feliz”, una expresión de Don Giusanni que se refiere a una inflexión crucial de la sociedad que tuvo lugar en torno a 1968, en la que la ruptura con el pasado se convirtió en el imperativo de una generación que ponía sus esperanzas en una revolución de las estructuras capaz de asegurar mayor autenticidad de vida, tal como escribe el cardenal Parolin. “Muchos creyentes –señala el cardenal - cedieron al fascino de esa prospectiva e hicieron de la fe un moralismo que, dando por descontada la Gracia, se confiaba a los esfuerzos de realización práctica de un mundo mejor”.

La sensación de miedo prevalece sobre la confianza en el futuro

“¿Qué ha quedado de ese deseo de cambiarlo todo?”, se pregunta Parolin, y enumera algunos síntomas que  emergen de la situación actual en Occidente: “volvemos a construir muros, en lugar de construir puentes. Tendemos a ser cerrados, más que abiertos al otro distinto de nosotros. Hay una creciente indiferencia, más que un deseo de tomar la iniciativa para el cambio. La sensación de miedo prevalece sobre la confianza en el futuro. Y nos preguntamos si en este medio siglo el mundo se ha vuelto más habitable”.

Las tentaciones del hombre contemporáneo

Se trata de un interrogativo- prosigue- que alcanza también a los cristianos, que estamos llamados a reflexionar y a preguntarnos “¿qué hemos aprendido?”. Y se refiere a la tentación del hombre de pensar que su inteligencia y capacidades sean los principios que gobiernan el mundo. Una tentación que se realiza en dos modos, a saber, con el fascino del gnosticismo y con el neo pelagianismo. “El cristiano no puede renunciar a soñar que el mundo cambie para bien, porque en la raíz de esta certeza está la convicción profunda que Cristo es el inicio del nuevo mundo”. Así, “¿quién salvará hoy este deseo que habita, aunque confusamente, en el corazón del hombre?

Sólo Dios puede satisfacer el corazón del hombre

“Ningún esfuerzo, ninguna revolución puede satisfacer el corazón del  hombre. Sólo Dios, que nos hizo con un deseo infinito, lo puede llenar con su presencia infinita; para esto se hizo hombre: para que los hombres puedan encontrar a Aquel que salva y cumple el deseo de días felices”. Como recuerda el Papa Emérito en la Encíclica Deus Caritas Est, cita el cardenal Parolin: «No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva». “Es la naturaleza misma del cristianismo – añade el Secretario de Estado - reconocer la presencia de Jesús y seguirlo”. 

El Meeting sea ocasión para acoger la invitación de Jesús

En la conclusión de su mensaje el cardenal Parolin expresa que “el Santo Padre desea que el Meeting de este año sea, para todos los que participarán, ocasión para profundizar o acoger la invitación del Señor Jesús: «Vengan y verán». Ésta es la fuerza que mientras libera al  hombre de la esclavitud, de los ‘falsos infinitos’, que prometen felicidad sin poder asegurarla, lo hace protagonista nuevo sobre la escena del mundo, llamado a hacer de la historia el lugar del encuentro de los hijos de Dios con su Padre y de los hermanos entre ellos”. “Mientras asegura su oración para que estén a la altura de este desafío entusiasmante, - concluye - el Papa Francisco les pide rezar por él y por el Encuentro Mundial de las familias que tendrá lugar en Dublin el 25 y 26 del presente mes de agosto”.

El “Encuentro para la amistad entre los pueblos” se realiza cada año en agosto y es el lugar físico en el que experimentar cómo la experiencia de la fe cristiana vivida es capaz de encontrar y valorizar cada tentativo humano que colabora positivamente con el destino de cada hombre. Cada año, alrededor de un título, el Encuentro dialoga con instituciones, representaciones diplomáticas, organismos públicos y privados.

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19 agosto 2018, 13:58