Alt=Jorge Nuño Mayer, Secretario General de Cáritas Europa Alt=Jorge Nuño Mayer, Secretario General de Cáritas Europa 

Otra economía es posible. Jorge Nuño Mayer, Secretario General de Cáritas Europa

"La UE debe replantearse otra vez, y volver a poner la paz, la persona humana, el bien común como objetivo, y que la economía sea un medio para ayudar a esto": una de las afirmaciones realizadas por el Secretario General de Cáritas Europa durante el Diálogo (Re)Thinking Europe

La Unión Europea y Europa toda debe afrontar grandes desafíos: (Re) pensando Europa “Una contribución cristiana al futuro del crecimiento europeo”, es la conferencia internacional organizada por la Santa Sede y la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea, que reúne en el Vaticano a cerca de 350 representantes de la Iglesia y líderes políticos europeos para contribuir a una reflexión constructiva sobre los desafíos fundamentales del proyecto europeo. 

De las migraciones a la exclusión social, pasando por la pobreza, la falta de oportunidades, las nuevas formas de esclavitud: son sólo algunos de los desafíos. En primera línea en la labor, Cáritas Europa: ¿Cuál es la misión de Cáritas en la construcción de Europa y cómo se comporta ante estos grandes desafíos? Lo preguntamos a Jorge Nuño Mayer, Secretario de General Cáritas Europa:

Entrevista a Jorge Nuño Mayer, Secretario General de Cáritas Europa

En primer lugar quisiera dar una perspectiva mundial: las migraciones no son un desafío específico europeo, la mayor parte de las migraciones en el mundo están sucediendo entre países pobres. Debemos ser conscientes de esto: no podemos en Europa escandalizarnos o asustarnos de las migraciones, cuando las grandes migraciones están sucediendo entre los mismos países pobres, muchas veces motivadas por grandes hambrunas, guerras, violencias, violencias tribales. En relación a la pobreza, se dice que en torno a un 20/25 por ciento de los europeos están del están bajo el umbral de la pobreza y esto es también una gran preocupación.

“Es posible otra economía que tenga como objetivo el desarrollo humano integral”

En este contexto, Cáritas es el programa del buen samaritano: vemos una situación, una persona que necesita ayuda y nosotros estamos allí. ¿Y quiénes nosotros? la Iglesia, la comunidad de la iglesia, los voluntarios, los trabajadores de Cáritas que ven una necesidad y se preocupan. En relación a las migraciones, Cáritas está presente en países en los países necesitados, países africanos, latinoamericanos, que mandan inmigrantes, pero también en países europeos en donde la inmigración es una realidad sufriente. Se habla de los "huérfanos europeos". Significa que los padres se mueven a países de Europa occidental y los niños se quedan solos, con los abuelos, en la calle... Pero Cáritas está allí, en Moldavia, en Ucrania, en Alemania, ayudando a quien está en la gran necesidad. Creo que esto es el mensaje bonito: seguimos la vieja metodología de la Iglesia que es el “ver, juzgar, actuar”. Ahora también el Papa Francisco nos invita a cambiar y decir, “escuchar, entender y acompañar”. Y en esto estamos: vemos la realidad, escuchamos a las personas, queremos entender por qué pasa esto. Tenemos que hacer nuestros estudios sociológicos y entender por qué están llegando estas personas a nuestros países, por qué hay pobreza en nuestros países, y entonces, actuar y acompañar. Darle a la persona su protagonismo y siempre acompañar.

Eso a nivel eclesial. ¿A nivel de gobierno cómo espera que se responda?

Esto es una labor que Cáritas está descubriendo en los últimos años: no es suficiente con ayudar. Pongámonos de nuevo en la situación del buen samaritano: cuando la historia del buen samaritano te la cuentan veinte veces al día, luego te deberás preguntar por qué esa persona sigue herida.

Nosotros lo que hacemos es llevar esas realidades a la política. Les contamos a los políticos lo que está pasando y lo que Cáritas está haciendo, dicho en términos cristianos, les estamos demostrando que el Reino de los cielos es posible aquí entre nosotros.

¿Eso qué significa en materia de política y de pobreza?, pues descubrimos que es importante que haya políticas de apoyo a las familias, porque éstas muchas veces ayudan y aseguran que haya una red de apoyo. Cuando esto no funciona bien, es necesario que haya políticas de protección social del Estado. Y nosotros al Estado le pedimos políticas de protección social: que haya ingresos básicos, servicios sociales. Y además les pedimos al Estado y a los políticos que aseguren políticas de empleo para que todos encuentren su espacio de participación en la sociedad a partir del empleo. Así Cáritas demuestra que otra economía es posible. El Papa Francisco nos dice “esta economía mata”. Y tiene razón, en Cáritas lo vemos: cuántas personas se han suicidado debido a la crisis económica que ha habido en Europa, cuántas personas han muerto porque ya no tienen acceso a los servicios sanitarios. Cáritas dice que otra economía es posible. Nosotros tenemos nuestros proyectos de economía social y solidaria, en donde demostramos que otra economía es posible y donde lo que importa es la persona y el bien común.

Según usted ¿cuál sería el escenario posible si se permanece inactivo ante los desafíos actuales de Europa?

Qué pasa si se permanece inactivos: yo creo que no se puede permanecer inactivos. De hecho la UE no permanece inactiva. La cuestión es en qué dirección se activa. Nosotros proponemos tener una visión de construir Europa desde la comunidad, desde los barrios, los pueblos, en donde tenemos mucha experiencia como Iglesia. Proponemos construir una Europa donde nadie se quede atrás. Una Europa que no sea una Europa “fortaleza” que impida que venga nadie hacia nosotros, es decir, una Europa que sólo mira hacia adentro. Europa tiene una responsabilidad con el mundo y tenemos que partir de lo mucho y bueno de Europa, y es que Europa ha conseguido un período de paz fascinante. Es la parte del mundo que más apoya la cooperación al desarrollo, que ayuda más a los países empobrecidos. Hay que pensar que Europa constituye el siete por ciento de la población mundial, pero el cincuenta por ciento del gasto social se está aplicando en Europa. Es decir, tenemos muchas cosas buenas. Tenemos democracia, tenemos libertades. Pero tenemos que marcarnos ideales para continuar mejorando el mundo, nuestro propio entorno y el de todas las personas.

La unión europea ha podido garantizar un largo período de paz. Según usted ¿ha sido suficiente esto?

Creo que uno de los grandes riesgos que corremos en la UE es que se ha pervertido el orden de las cosas. Cuando se crea la UE el objetivo es la paz y los medios son la economía, es decir, para conseguir paz nos aseguremos que haya más interdependencia económica. Pero el objetivo es la paz. Al cabo de unas décadas sucede que se pervierte, y lo que era el medio se convierte en el objetivo: nos olvidamos de la paz porque nos hemos acostumbrado, consideramos que es lo normal. Ahora miramos alrededor en el mundo y resulta que la paz no es normal. Entonces la UE debe replantearse otra vez, y volver a poner la paz, la persona humana, el bien común como objetivo, y que la economía sea un medio para ayudar a esto. Que los tratados y las discusiones políticas sean medios para asegurar un desarrollo humano integral.

¿Cuáles son sus expectativas tras este congreso?

Mis expectativas son que dentro de la Iglesia, hablemos más. Este es un Congreso estupendo para compartir la diversidad de visiones que tenemos dentro de la Iglesia basadas en los mismos valores del Evangelio. También creo que al ser un congreso abierto a políticos, a personalidades del mundo civil, es un acicate para que la Iglesia también hable más con el mundo. Hay muchas cosas buenas en el mundo y nosotros tenemos que escuchar los valores. El sensus fidei, el sentido de los fieles, porque el Espíritu Santo habla también en el mundo. En Cáritas actuamos desde la Iglesia pero también hay otras organizaciones que hacen cosas en donde el Espíritu Santo está actuando y de las que podemos aprender. Eso es un poco mi expectativa: que después de este congreso sigamos hablándonos, ilusionándonos, creando esperanza. Que estemos orgullosos de lo que hemos conseguido en esta Europa, pero que sigámonos planteándonos grandes objetivos para el mundo y para nosotros.

(Griselda Mutual – Radio Vaticano)

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28 octubre 2017, 15:25