ss. Juan de Brébeuf y Isaac Jogues, sacerdotes, y Compañeros, jesuitas, mártires canadienses

Se les conoce con el nombre de Mártires Canadienses y se les recuerda a todos juntos, aunque fueron asesinados en diferentes periodos, porque la Iglesia quiso reunirlos, respetando la creciente devoción popular. A decir verdad, sin embargo, las fronteras nacionales actuales ya no se corresponden con las del siglo XVII, por lo que los tres primeros sacerdotes asesinados en orden cronológico sufrieron el martirio en una zona situada entre la actual Albany y Nueva York, es decir, en territorio americano; los otros, a unos 200 km al norte de Toronto, hoy Canadá. Sería más correcto, por lo tanto, llamarlos mártires de América del Norte.

El contexto de la "Nueva Francia"

En el siglo XVII, un grupo de jesuitas franceses decidió salir en misión para anunciar el Evangelio en aquel territorio canadiense que se conocía como "Nueva Francia". En esas tierras habitaban poblaciones indígenas que se defendían de los conquistadores con mucha agresividad, como los Hurones y los Iroqueses, por lo que los misioneros conocían los riesgos que corrían: en sus corazones habían previsto lúcidamente el martirio como una posibilidad. Hacia 1640 estalló una feroz guerra entre los Hurones y los Iroqueses que se resolvió con el exterminio de los Hurones, que era un pueblo menos organizado militarmente, razón por la cual las Misiones cristianas que habían encontrado una buena acogida entre esa población, también fueron aniquiladas.

San Juan Brébeuf y los otros

El primer misionero que cayó víctima del odio contra la fe cristiana fue el hermano coadjutor Renato Goupil, en 1642 en Ossenenon, seguido por Juan de Lalande y el sacerdote Isaac Jogues, asesinado cerca de Auriesville el 18 de octubre de 1647. Jogues nació en Francia en 1607 y después de los votos partió en misión a Canadá; allí ya había sido encarcelado y torturado por los iroqueses, pero había continuado valientemente la labor de evangelización que lo había llevado allí. En 1648 el jesuita Antonio Daniel fue asesinado. Finalmente, el 16 de marzo de 1649, Juan Brébeuf, nativo de una familia normanda en la que nació en 1593 y que más tarde se convirtió en jesuita y misionero, también fue martirizado. Los otros mártires de 1649 fueron Gabriel Lalemant, Carlos Garnier y Noel Chabanel. Los ocho misioneros fueron canonizados todos juntos por Pío XI en 1930, y luego declarados patronos de Canadá diez años después por Pío XII. El 25 de junio de 1926 fue consacrado el santuario construído en honor de estos 8 mártires en Midland, Ontario, Canadá.