Donación del Papa para restauración de Iglesia en zona indígena en Honduras
Patricia Ynestroza - Vatican News
Hasta el lejano Luquigüe, en Yoro (Honduras) llegó la donación del Papa Francisco, para hacer posible la restauración de la Iglesia de San Francisco de Asís, construido hace más de 400 años, representando el legado cultural y arquitectónico del país del siglo pasado. El proyecto también considera el restauro del monasterio de los franciscanos venidos a esas tierras a evangelizar las distintas comunidades indígenas tolupanes de la zona.
Palabras de agradecimiento del obispo de la Diócesis de Yoro, Mons. Héctor David García Osorio; del párroco de la iglesia, padre Marcio Mejía; y de los promotores de la iniciativa: Flora Castro, oriunda de la aldea y el ex embajador ante la Santa Sede, Carlos Cordero. La Iglesia y el monasterio presentan daños provocados por la humedad, la vegetación y debido a temblores, lo que ha provocado grietas y fisuras, hundimientos de piso y techos.
Evangelizar en tierras de difícil acceso
Desde esa tierra, el padre Marcio Mejía, el único sacerdote de la zona, tiene a su cargo a 55 comunidades, y cada día recorre por caminos de difícil acceso, para oficiar las misas, bautizos, confirmaciones, llegando a todas las comunidades indígenas. Como dijo el sacerdote, el templo ha estado abandonado en su construcción, pero no así en la devoción de sus fieles, donde cada domingo se ha celebrado siempre la Eucaristía. Y ahora, que están llevándose a cabo los trabajos de restauración, toda la comunidad ha emigrado a un salón de la escuela de la aldea, la escuela Flora Castro. Cada tercer domingo de Pascua, la feligresía y el Clero de la Diócesis de Yoro junto a Monseñor Héctor David García Osorio, se reúnen en el templo de Luquigüe para celebrar el “Día de la Diócesis”.
La ayuda del Papa
El proyecto ha sido impulsado por Flora Castro, oriunda de la aldea, que solicitó a la embajada ante la Santa Sede ayuda para poder realizar el restauro. El Papa Francisco, al tener conocimiento del mismo, ha querido donar a la Diócesis de Yoro para dar inicio a los trabajos.
Según informa Mons. García, el Papa envió el dinero directamente a la diócesis, el 16 de abril de 2021. Los trabajos empezaron tarde por muchos trámites imprevistos que había que hacer antes de comenzar. Había que solicitar permisos en el Instituto de Historia y Antropología y luego contratación a la persona que debería dar seguimiento al proyecto, afirmó. Por tanto, no fue hasta después del 24 de mayo que empezaron los trabajos de restauración y reconstrucción.
El obispo explicó además que hay tres etapas en su construcción o restauro, la primera es la cúpula y el techo, y se ha comenzado a trabajar allí, con el dinero del Pontífice, porque es urgente, se está cayendo.
La ayuda de Adveniat y otros
Es un proyecto que ha sido soñado por años, sostiene el obispo. "Era una esperanza, desesperanzada también, puesto que no es tan fácil que alguien ponga tanto dinero en un pueblito, que no tiene una resonancia como decir San Pedro Sula, o Tegucigalpa, o ciudades grandes. En esa pequeña comunidad, ¿quién pondrá dinero? La lglesia ya se caía, estaba colapsada prácticamente. Gracias a Dios se hizo ese camino, Flora Castro, no ha dejado de insistir. Y tuvo la suerte de hablar con el embajador y ver de su parte la disposición para hacer la solicitud en el Vaticano y conseguir los fondos por parte del Papa para esta primera etapa".
A nivel de fondos, como Diócesis, no tenemos nada, afirmó Mons. García no es fácil, porque las demás parroquias tienen también sus propias necesidades. Se ha hablado con el Consejo diocesano de pastoral, señaló, para ver las posibilidades de una colecta diocesana. Mons. García dijo que a la ayuda del Papa se ha unido a la de Adveniat.
"En estos momentos tenemos una oferta, ya casi está aprobada a Adveniat, que se animaron, habíamos mandado solicitudes, pero no se habían animado, y ahora como vieron que el Papa donó, ahora también ellos quieren donar. También ellos quieren poner su grano de arena. Nos han ofrecido 80 mil dólares, mandando el dinero en dos partes".
Y una última etapa que le tocaría a la comunidad, ya veremos cómo hacer, buscando patrocinadores locales, para la restauración de las imágenes y el altar, para que eso quede de primera. Las imágenes, debido a su importancia, en su momento, sirvieron para facilitar a los franciscanos comunicar con los indígenas. Al no hablar los indígenas el español, con esas imágenes gráficas se entabló la comunicación. Son imágenes de gran valor catequético. Son de madera, y las tiene la gente de la comunidad en sus casas. Vamos a ver hasta dónde llegamos.
Historia de la Iglesia
La comunidad de Luquigüe fue en tiempos de la colonia un punto de descanso obligado donde los españoles tomaban aliento para seguir con su ruta a la zona central del país. Según la historia que han registrado en sus memorias los antecesores de la aldea, el templo fue construido entre 1610 a 1624 en el estilo clásico barroco de la época, por frailes franciscanos que edificaron un pequeño monasterio y la iglesia. El nombre original de la comunidad de Luquigüe es Lukiwi derivado de la lengua Tolupán que predominaba en la zona hasta que se impuso el castellano.
Gracias al Santo Padre
"Estoy muy agradecido con el Santo Padre por esta sustanciosa ayuda económica que nos donó para esta reconstrucción y puesta en valor de la Iglesia de San Francisco de Asís, en la localidad de Luquigüe de Yorito", son las palabras de agradecimiento del obispo de la Diócesis, Mons. García, quien además agregó que con la ayuda que dio el Papa, han podido iniciar la ejecución de esta primera etapa, "de la reconstrucción de esta obra de tanto valor":
"Agradezco infinitamente al Santo Padre, porque sabemos lo que significa él para la Iglesia universal y que haya puesto esta ayuda a una pequeñísima comunidad, si se puede decir el término, una comunidad muy pobre y perdida en el mundo, si podemos decir, y que el Santo Padre haya puesto esta ayuda allí, significa mucho para nosotros en la diócesis, en la parroquia y en la comunidad que los habitantes son indígenas, como usted se enteró cuando estuvo por allá, en la comunidad de los Tolupanes. Estamos muy agradecidos con él, por esta obra que ha hecho con nosotros", señaló.
El padre Marcio Mejía agradece al Papa por su donación, gracias a la cual fue posible iniciar el proyecto, dijo, gracias porque ha pensado en nosotros, desde donde estamos, acá metidos en esta zona, en el departamento de Yoro, afirmó el sacerdote refiriéndose a lo lejana y de difícil acceso donde se encuentra la iglesia.
“Él ha dado el dinero para que, este templo se pueda restaurar. Con el dinero del Papa, se ha podido iniciar con la primera etapa, el techo”. El padre Mejía recalcó que, con respecto a diócesis de Yoro, seguirán teniendo actividades para recaudar fondos y seguir con las otras etapas de los trabajos.
Es gracias a Flora Castro que la aldea, posee una escuela, una biblioteca, y ahora, ha impulsado el proyecto de restauración de la Iglesia y del monasterio. Ante los micrófonos de Vatican News, cuenta que ha tratado por diferentes medios e instituciones obtener fondos para la restauración del templo.
“Ahora gracias al Santo Padre, el Papa, a través del ex embajador, don Cordero, representando a Honduras en la Santa Sede, es que se logró que el Papa donará los fondos para la primera etapa de la restauración de nuestro templo”.
Flora buscó en el 2020, al entonces embajador de Honduras ante la Santa Sede, Carlos Cordero, para solicitarle ayuda y la posibilidad de poder llevar a cabo el proyecto. Cuando habló del proyecto al Papa, recibió de parte suya la donación.
“En este día damos infinitas gracias a su santidad el Papa Francisco por ese apoyo incondicional con Honduras con la feligresía hondureña proporcionando recursos para el desarrollo de la primera etapa de la restauración de la iglesia de Luquigüe en el municipio de Yorito, departamento de Yoro…”
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