El Papa a obispos: anunciar el Evangelio, construir puentes y esperanza

El Papa Francisco llegó a Budapest esta mañana y se ha reunido con los obispos de Hungría en la Sala del Renacimiento, del Museo de Bellas Artes. “La Iglesia de Hungría (…) está asociada de manera especial al sacrificio de Cristo”, dijo Francisco.

Ciudad del vaticano

En el monumental edificio del Museo de Bellas Artes, inaugurado en 1906, el Papa Francisco ha encontrado a los obispos del país, con quienes compartió “algunas reflexiones partiendo precisamente del gesto eucarístico: en el pan y el vino vemos a Cristo que ofrece su Cuerpo y su Sangre por nosotros”.

Seguidamente, Francisco recordó que la historia de la Iglesia de Hungría está “marcada por una fe inquebrantable, por persecuciones y por la sangre de los mártires, está asociada de manera especial al sacrificio de Cristo”.

Como los mártires, dar testimonio del Evangelio

“Mirando esta historia pasada, hecha de martirio y derramamiento de sangre, podemos encaminarnos hacia el futuro con el mismo deseo que los mártires: vivir la caridad y dar testimonio del Evangelio”, declaró Francisco, al mismo tiempo que invitaba a los prelados húngaros a “custodiar el pasado y mirar al futuro”. El papa insistió que no se trata de olvidar el pasado, sino a partir de él, “encontrar nuevas formas de proclamar el Evangelio”.

Memoria de los hombres y mujeres que tuvieron que exiliarse

Francisco recordó a las Hermanas húngaras de la Sociedad de Jesús (Englische Fräulein), que tuvieron que abandonar su patria a causa de la persecución religiosa y fundaron un colegio en la ciudad de Plátanos, Buenos Aires. “De su fortaleza, de su valor, de su paciencia y de su amor a la patria aprendí mucho; para mí han sido un testimonio. Al recordarlas hoy aquí, rindo también homenaje a los numerosos hombres y mujeres que tuvieron que exiliarse, así como a los que dieron su vida por su país y por su fe”.

El Papa dijo a los obispos que la tradición cristiana es “el río de la vida nueva, que viene desde los orígenes, desde Cristo, hasta nosotros, y nos inserta en la historia de Dios con la humanidad» (Audiencia general, 3 mayo 2006)” y que el ministerio episcopal “es la voz profética de la perenne actualidad del Evangelio en la vida del Pueblo santo de Dios y en la historia de hoy”.

Indicaciones para la misión

“Me gustaría sugerirles algunas indicaciones para llevar a cabo esta misión”, dijo Francisco a los obispos. En el contexto de los grandes cambios que está viviendo Hungría, la primera indicación es, dijo el Papa: “ser anunciadores del Evangelio. No olvidemos que en el centro de la vida de la Iglesia está el encuentro con Cristo”.

Ante la experiencia de la libertad y los consecuentes cambios sociales, Francisco insistió en que el rol de los obispos, a quienes llamó a no quedarse en la administración burocrática, sino que “Sean testigos y anunciadores de la Buena Noticia, propagadores de la alegría, cercanos a los sacerdotes y religiosos con un corazón paternal, ejercitando el arte de la escucha”.

El Papa les recordó a los prelados las cuatro proximidades de los obispos: la cercanía a Dios a través de la oración; la cercanía entre los mismos obispos, “la hermandad episcopal, la conferencia episcopal es una gracia”; la cercanía a los sacerdotes, que trae consigo la escucha atenta y paterna y, finalmente, la cercanía al pueblo de Dios. “Para ser obispo hoy -siempre, pero insisto, hoy- hay que ejercitar el arte de la escucha. Y no es fácil”, puntualizó el Papa.

Seguidamente insistió: “No tengan miedo de dar espacio a la Palabra de Dios y de involucrar a los laicos, serán los canales por los que el río de la fe irrigará de nuevo a Hungría”.

La segunda indicación es la de “ser testigos de la fraternidad”. “Ante la diversidad cultural, étnica, política y religiosa, podemos tener dos actitudes: encerrarnos en una rígida defensa de nuestra supuesta identidad, o abrirnos al encuentro con el otro y cultivar juntos el sueño de una sociedad fraterna” insistió el Papa, quien subrayó que “la pertenencia a la propia identidad nunca debe convertirse en un motivo de hostilidad y desprecio hacia los demás, sino en una ayuda para el diálogo con las diferentes culturas”. A continuación, el Papa invitó a los obispos: “Sean pastores que se interesan por la fraternidad. No dueños del rebaño, sino padres y hermanos (…) ¡Que la Iglesia húngara sea constructora de puentes y promotora de diálogo!”

La tercera indicación que hizo Francisco a los obispos es “ser constructores de esperanza”. En este contexto les dijo: “El anuncio del Evangelio reaviva la esperanza porque nos recuerda que en todo lo que nos toca vivir Dios está presente, nos acompaña, nos da valentía y creatividad para comenzar siempre una nueva historia”.

El Obispo de Roma hizo memoria de las palabras del venerable cardenal József Mindszenty, hijo y padre de esta Iglesia y de esta tierra y que dejó estas palabras de esperanza: «Dios es joven. El futuro es suyo. Es Él quien evoca lo que es nuevo, lo joven y el mañana de las personas y de los pueblos. Por eso no podemos abandonarnos a la desesperación» (Mensaje al Presidente del Comité Organizador y a los húngaros en el exilio, en J. Közi Horváth, Mindszenty bíboros, 111).

“Que, ante las crisis, sociales o eclesiales, ustedes sean siempre constructores de esperanza. Como obispos del país, tengan siempre palabras de aliento”, les dijo Francisco a los obispos. “El pastor debe estar en el rebaño: al principio del rebaño para mostrar el camino, en medio del rebaño para captar el olor, detrás del rebaño para ayudar a los rezagados y también para dejar que el rebaño avance un poco, porque tiene un olfato especial para señalar dónde hay terreno bueno y nutritivo” añadió el Obispo de Roma.

El mensaje del Papa finalizó diciendo: “también Hungría necesita un renovado anuncio del Evangelio, una nueva fraternidad social y religiosa, una esperanza que se construya día a día para mirar al futuro con alegría. Ustedes son los pastores protagonistas de este proceso histórico, de esta hermosa aventura. ¡Que Dios los confirme en la alegría de la misión!”

“Si tienen un poco de tiempo, dijo Francisco al finalizar la homilía, recen por el Papa. Gracias”.

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12 septiembre 2021, 13:43