2021.07.09 Comunidad de Apeitolim, Moroto, Uganda 2021.07.09 Comunidad de Apeitolim, Moroto, Uganda  

El don de Francisco. Un pozo para los niños ugandeses de Moroto

Gracias a la donación del Papa, se iniciarán los trabajos de excavación para llegar a la capa freática. El entusiasmo del misionero comboniano Padre Marco Canovi y de la comunidad de Apeitolim

Davide Dionisi - Ciudad del Vaticano

Cinco mil euros para la construcción de un pozo en Apeitolim, en la diócesis de Moroto, en Uganda. La donación del Papa Francisco tomó a todos por sorpresa y el receptor de la misma, el padre Marco Canovi, misionero comboniano desde hace cincuenta años en Karamoja, en el noreste del país, expresó, en nombre de toda la comunidad, su "gran agradecimiento" al Pontífice por su constante interés por los pobres y por África.

Las máscaras de los presos de Reggio Emilia

En Apeitolim, una zona semidesértica habitada principalmente por la etnia Karamojong, que se dedica a la cría de ovejas, los presos de la cárcel de Reggio Emilia ya se habían movilizado. Durante la fase más aguda de la pandemia, gracias a la voluntaria Anna Protopapa, de la asociación Gens Nova, fabricaron máscaras para los niños de la misión. Las restricciones, de hecho, habían aumentado el índice de pobreza y en esa zona habían aumentado los casos de cólera, también porque "para sobrevivir, aquí la gente se lleva todo a la boca. Se trata de una población nómada que ha perdido todo su ganado y, para salir adelante, ha tenido que optar por la agricultura. Pero no es fácil". Ese había sido el grito de alarma del sacerdote.

Segunda ola pandémica

La llegada de las mascarillas de los presos fue saludada por el padre Marco como "un testimonio que anima y da esperanza", porque, según el comboniano, el egoísmo que con demasiada frecuencia caracteriza nuestras vidas había sido superado por un "gesto de ternura que conmueve a quien lo viene a saber". Uganda atraviesa actualmente una segunda ola pandémica que, según los expertos, podría alcanzar su punto álgido entre finales de julio y principios de agosto. El Ministerio de la Salud de Uganda confirma hasta ahora 83.636 casos y 1.939 muertes. El país africano está haciendo frente a la segunda ola pandémica, que llevó al Presidente Yoweri Kaguta Museveni a imponer nuevas medidas de contención a principios de este mes, llegando a cerrar el Parlamento hasta el 11 de julio después de que los funcionarios registraran más de un centenar de contagios entre el personal. Hasta la fecha, menos del 2% de los ugandeses han recibido al menos una dosis de la vacuna contra el cólera.

La Comunidad de Apeitolim
La Comunidad de Apeitolim

Gracias al Papa, agua para 35.000 residentes

"La construcción del pozo permitirá el abastecimiento local de agua y pondrá fin a los largos desplazamientos de las mujeres y los niños de Amaler, Kalowakaner y Apeduru", explica el padre Marco. La primera fuente disponible, de hecho, está a unos cinco kilómetros del asentamiento y todos los días tienen que viajar a pie para abastecer a los 35.000 residentes.

Gesto paternal

"Inicialmente compartí la noticia con los íntimos de la casa y a la mañana siguiente, al iniciar la Santa Misa, informé a los fieles de la gran delicadeza del Papa hacia nosotros. Es un gesto paternal, que es una bendición y una ayuda que se percibirá cada vez que la gente saque agua de ese pozo. Hubo un grito de alegría, al que siguió una ferviente oración durante la Eucaristía".

Reconocimiento afectuoso y oración constante

Tras la noticia de la hospitalización del Papa, añade el comboniano, convocamos varias veces a la asamblea para rezar juntos: "Queremos testimoniar nuestro afectuoso agradecimiento, que se convierte en una intensa oración por este padre que tenemos ante Dios", continúa. "Un padre que piensa en nosotros, que nos ayuda, nos da esperanza y nos anima a no tener miedo y a no sentirnos solos".

La Comunidad de Apeitolim
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08 julio 2021, 17:09