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Carta del Papa a Cagliari por el 650° aniversario de la Virgen de Bonaria

Que los Santuarios continúen siendo también hoy un medio para llevar la voz del Señor al mundo y nazcan fervientes testigos. Este es el deseo del Papa en la Carta dirigida hoy a la Iglesia de Cagliari en la celebración del Año Jubilar Extraordinario.

Gabriella Ceraso - Ciudad del Vaticano

La Iglesia de Cagliari está viviendo la "feliz circunstancia" de las celebraciones del Año Jubilar Extraordinario, para conmemorar el 650° aniversario de la llegada del venerado simulacro de Nuestra Señora del Buen Aire, (Nostra Signora di Bonaria, en italiano) y Francisco se une espiritualmente con una Carta a toda la comunidad eclesial, en particular a los Padres Mercedarios que custodian con amor el venerado icono de la "Señora llegada del mar" en 1370.

Santuario, memoria de la gracia celestial

En la carta dirigida al arzobispo de Cagliari, monseñor Giuseppe Baturi, el Papa recuerda que la "visita" de María "ha cambiado el rostro espiritual y civil de Cagliari y de toda Cerdeña" que, desde 1370, ha transformado gradualmente el santuario de Bonaria "en una ciudadela de oración, un centro de acción del Evangelio, un lugar de innumerables gracias y conversiones,  piedra angular de piedad mariana, al cual miran con fe todos aquellos que suben a la colina homónima ".   Es un lugar -escribe Francisco- que ha permanecido a lo largo de los siglos como memoria de la gracia celestial: la montaña es un lugar privilegiado -según la tradición bíblica- de encuentro con Dios, oasis de silencio en el que escuchar su voz que, como una brisa ligera, habla al corazón de los humildes para confortarlos y convertirlos en mensajeros de esperanza para sus hermanos".

El Señor habla también hoy a través de Nuestra Señora de Bonaria 

De ahí el deseo de Francisco de que también hoy el Señor hable "a la humanidad necesitada de encontrar el camino de la paz y de la fraternidad" precisamente "a través del mensaje de Nuestra Señora de Bonaria". Y que sus numerosos devotos den un testimonio válido a todos, a través de una adhesión cada vez más fuerte a Cristo y una generosa donación a los hermanos y hermanas, especialmente los más necesitados".

Con esta esperanza, recordando también la alegría experimentada en la peregrinación a Bonaria el 22 de septiembre de 2013, el Papa concluye su Carta invocando toda "gracia deseada" para la Isla y su Iglesia de manera especial para los enfermos y los que sufren y para toda situación de mayor dificultad.

La gratitud del Arzobispo

En respuesta a las palabras del Papa, el Arzobispo compartió su alegría con toda la comunidad, agradeciendo al Santo Padre sus paternales pensamientos que llegaron "en un momento de sufrimiento y ardua trepidación por la propagación de la nueva epidemia viral".

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25 marzo 2020, 10:45